Un creador para todas las ocasiones

Primero empezó su carrera de Educación Física. Luego, mientras estudiaba, comenzó a pensar en la instalación de la logística de actividades deportivas. Hoy Alberto Escribano es presidente de la empresa que él mismo fundó: Optimiza Eventos. Desde su oficina situada en el centro de Madrid, el emprendedor explica que a lo que se dedican él y los siete trabajadores de la compañía es a “organizar cualquier tipo de eventos, desde una fiesta infantil o una boda, pasando por un evento de empresa, una actividad de team building o el diseño de un stand para una feria. Podemos trabajar con relativamente poco dinero, pero lo que nunca haremos será trabajar en algo en lo que nos no permita ser creativos”.

La trayectoria de Alberto Escribano no deja de ser curiosa. Natural de Segovia, el empresario comenzó trabajando para la organización de una carrera de campo a través. “Iba de Soria a Cáceres, recorriendo los antiguos caminos de la trashumancia. Teníamos que hacer cosas como cerrar los portones de las fincas por las que pasaban los corredores para que no se escapase el ganado. También llevábamos las mochilas de los participantes a los polideportivos. Eran cosas que muchos no querían hacer, pero a mí me gustaban”, confiesa.

De ahí, Alberto pasó a coordinar todo tipo de eventos: actividades lúdicas, carreras, maratones… “Cada vez me implicaba más y me pedían que me implicara más. Hoy tengo 41 años, y hace 19 me llamaron desde el Ayuntamiento de El Espinar (Segovia) para que organizara actividades”, recuerda. También fue aquel el tiempo cuando se especializó en ayudar a personas con ciertas dificultades físicas a que mejoraran su vida a través del deporte, especialmente la natación. “En paralelo, amigos míos me pedían que les organizara torneos y competiciones”, prosigue el emprendedor. Así, la agenda de Alberto comenzó a llenarse de citas, y decidió que había llegado el momento de organizarse como empresa y empresario. “Me vine a Madrid y fundé Optimiza Eventos”, recuerda.

Los comienzos en Madrid no fueron fáciles, entre otras cosas porque Escribano resolvió que tenía que crecer en formación. “Los tres primeros años de la empresa, casi todo lo que ganaba lo invertía en formarme, en aprender a hacer lo que quería hacer. Me formé visitando a muchos profesionales que iban a integrar mi nueva profesión. Aprendí lo importante que era ser exigente”. Acabado este periodo, Alberto y su empresa estaban preparados para afrontar la siguiente fase de expansión, que “coincidió con lo mejor de la economía española. Crecimos en un país en el que se organizaban grandes eventos”.

Unos eventos que luego se esfumaron y obligaron a reestructurar la compañía. “Lo pasamos muy mal. En 2008, de la noche a la mañana, se nos cayó el 40% de la facturación. El año 2009 fue muy complicado, me tiré tres meses delante del ordenador buscando clientes. No veíamos salida, el evento grande se acabó… Al final, nos hemos centrado en celebraciones para niños y particulares y hemos vuelto a crecer”, asegura el emprendedor. Claro que han tenido que hacerlo adaptándose a las nuevas circunstancias. “Hoy todo el mundo, sobre todo las empresas, quiere transmitir austeridad, no se puede vender despilfarro cuando se está despidiendo a gente”. No hay más que ver la página web de la compañía www.optimizaeventos.com para notar la evolución de sus trabajos a lo largo de las diferentes etapas de la empresa.

Durante estos años, en los cuales se han alternado malos y buenos, Alberto Escribano ha aprendido una serie de lecciones vitales que ha ido aplicando a la estructura de negocio de su compañía. “No existe ni el éxito sin sufrimiento ni tampoco los buenos tiempos largos, continuos y estables. Siempre tienes claro que, aunque te vaya bien, puede volver a irte mal”, reflexiona. En Optimiza Eventos lo saben y siempre lo tienen presente.