El Gobierno rechaza la pretensión del Banco de España de controlar el FROB

Las tensiones entre el Gobierno y el Banco de España van incrementándose en las últimas semanas. Después de una resolución sobre las incompatibilidades de los altos cargos que ha dejado mal sabor de boca en el Ministerio de Economía, el siguiente encontronazo es el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

Fuentes del Gobierno consideran que el fondo de rescate debe adaptarse al nuevo escenario “y seguir las normas generales Junta Única de Resolución Europea, pero desde el punto de vista orgánico, se quedará tal y como está ahora”. El Ejecutivo redactará pronto un Real Decreto para adaptar la legislación del FROB a la de Europa bajo este principio.

Esta posición supone que el FROB seguirá fuera de la órbita del Banco de España, aunque el subgobernador, Fernando Restoy, ocupe la presidencia, mientras que el director general, Antonio Carrascosa, es un cargo del Gobierno. El fondo está regido por una comisión rectora compuesta por nueve miembros, cuatro del Banco de España y cinco de la órbita del Ministerio de Economía.

Para el Ejecutivo, “esta separación garantiza una clara diferenciación de tareas y responsabilidades. El supervisor se ocupará de la estabilidad de las entidades en funcionamiento y el FROB de la resolución ordenada de entidades en crisis. Se evitan así posibles conflictos de interés”, apuntan estas fuentes.

Los choques entre el supervisor y el Ejecutivo crecen en las últimas semanas

Como ejemplo, citan que “si el supervisor (BCE) no alertara a tiempo de que una entidad debe ser puesta en resolución, la Junta de Resolución puede tomar esa decisión. Es decir, se trata también de que existan pesos y contrapesos institucionales”.

La polémica se inició cuando Restoy mencionó en el curso de economía de Santander y en su declaración en el Congreso que “los desarrollos regulatorios europeos en materia de resolución bancaria condicionarán al FROB”.

En su discurso admitió que “una parte relevante de las actuaciones del FROB tiene que ver con la gestión de la participación del Estado en algunas de las entidades que han recibido apoyo público”, es decir, la participación de Bankia, BMN, Catalunya Banc, etcétera. “Este tipo de actividades no se ve afectada por la nueva normativa europea”. Sin embargo, advirtió: “Las actuaciones de resolución, consistentes en la determinación de la no viabilidad de las instituciones y la preparación, aprobación, ejecución y seguimiento de los planes —que en este momento se reparten entre el FROB y el Banco de España— se verán más afectadas por la cesión de competencias al Mecanismo Único de Resolución” y por el menor apoyo de dinero público.

Según Restoy, “en la mayor parte de los países de nuestro entorno se han dispuesto, o están en proceso, fórmulas que sitúan las actividades de resolución propiamente dichas en una unidad independiente, dentro del ámbito del supervisor bancario”. “En todo caso, en el Banco de España entendemos que sería aconsejable que el modelo que se adopte distinga las actividades de resolución de las de gestión de la propiedad pública de entidades bancarias”, es decir, el modelo contrario al de Economía y similar al que existía con Gobierno de Zapatero.

El Ejecutivo está convencido de que “la separación de supervisión y resolución no impide aprovechar las sinergias entre ambas funciones, ya que en todo caso debe haber una estrecha cooperación entre las dos autoridades”. El Banco de España ha ejercido su independencia, aunque el Gobierno ha respondido con su capacidad legislativa.