Pemex presenta la dimisión del consejo de Repsol tras vender su participación

Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene previsto presentar a lo largo de esta tarde su dimisión como miembro del Consejo de Administración de Repsol, en el que tiene un representante (en la actualidad ocupa el cargo, Arturo Henríquez). La dimisión se produce después de haber cerrado este martes la venta del 7,83% del capital de la petrolera española y haber confirmado que el restante 1,45% que le queda lo venderá el próximo agosto. Este último paquete está sujeto a un crédito recibido en 2011 que no le permite desprenderse de dicha participación hasta entonces. 

La empresa explica que vende las acciones de Repsol por la "baja rentabilidad de las acciones obtenida por la actual administración"

La venta del 7,86% del capital de Repsol del martes se hizo a un precio de 20,10 euros por acción, lo que permitió ingresar 2.091 millones de euros, según comunicó ayer la empresa. Los agentes colocadores fueron Deutsche Bank y Citigroup. Esta venta fue aprobada por el Consejo de Administración del grupo en sesión extraordinaria por unanimidad y previa opinión favorable de su Comité de Estrategia e Inversiones el inicio del proceso de desinversión de los títulos accionarios que mantiene Grupo Pemex en la empresa petrolera Repsol.

Según el comunicado de Pemex sobre la venta de su último 1,45% en Repsol, “ante el nuevo entorno en el que se desarrollará Pemex tras la aprobación de la legislación secundaria derivada de la reforma energética, se considera que la desinversión de la posición accionaria en Repsol permitirá una mejor asignación de recursos financieros en proyectos e inversiones con mejores expectativas de rentabilidad y de generación de valor económico para México”.

La decisión de desinvertir en Repsol, explicó el director general de la empresa mexicana, Emilio Lozoya, obedece a la baja rentabilidad de las acciones obtenida por la actual administración frente a otras petroleras, a las diferencias con sus prácticas de gobierno corporativo y a que no se materializaron los beneficios mutuos que Pemex esperaba de la alianza industrial firmada con Repsol hace más de dos años.

Asimismo, “ni México ni Pemex forman parte del Plan de Negocios de Repsol presentado por su actual administración en la última Junta de Accionistas, celebrada a finales del pasado mes de marzo”. Según la empresa, todo eso pone en evidencia su falta de interés en los fundamentos sobre las cuales se formó esta alianza.