Martín: “Es imposible tener buena reputación si cae el 30% del sector”

Miguel Martín se despidió el martes como presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) con una larga explicación del proceso de reestructuración que buscaba demostrar que el sector estaba claramente dividido entre buenos y malos gestores y que los justos habían pagado por los pecadores. Pero acabada la concienzuda exposición, plagada de datos, Martín admitió que la mala imagen de los bancos era inevitable en un país que tuvo que pedir el rescate europeo y someterse a la autoridad de la troika (Bruselas, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo) para salvar a un tercio de este negocio. “Es difícil tener buena reputación cuando la economía está en recesión y peor o imposible si se te caen el 30% de los colegas”, señaló Martín en su última comparecencia ante la prensa como presidente de la patronal bancaria, y lamentó la “imposibilidad de explicar a la sociedad que no todos somos iguales”. “Si todos fuésemos iguales, no sabemos dónde estaría el país”, señaló.

Martín abandonó este martes la presidencia de la AEB tras ocho años al frente, después de que la Asamblea General de la organización nombrara como sustituto a José María Roldán, que fue director de Regulación y Estabilidad Financiera del Banco de España hasta el pasado octubre. El candidato no gustó al Gobierno, que expresó públicamente su rechazo por el pasado tan reciente como supervisor de un sector cuyos intereses va ahora a defender, pese a que no incumplía el régimen de incompatibilidades. Pero la patronal bancaria siguió adelante con su elegido. Este martes el presidente saliente dio la cara por su sucesor. “Si uno mira lo que ha hecho, no le deja lugar a dudas de su valía”, dijo, y agregó que, durante su labor en el Banco de España, “ha sido neutral, independiente y no ha beneficiado a la banca. Ha hecho lo que debía hacer”.

En los ocho años en la AEB, Martín ha visto el boom crediticio y la caída de la práctica totalidad de las cajas de ahorros españolas y el rescate de un 28% del sector, un proceso en el que ya se han perdido 53.082 millones de euros, según el cómputo realizado por la AEB a partir de datos públicos, la mayor parte del bolsillo del contribuyente, si bien la AEB recalcó que algo más de 16.000 millones han salido de la “banca sana” con sus aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).

Pero las entidades rescatadas “han hecho un daño reputacional a todo el sector”, tanto a los “buenos como a los malos”. “Nadie vino a rescatar a la banca sana”, si bien añadió que las entidades “malas han dejado de serlo no por el dinero inyectado en ellas, sino por la buena gestión” que se está realizando después de que se hayan convertido en bancos y absorbidos por estos en la mayoría de casos.

Los problemas de la banca, no obstante, seguirán algunos años más. Martín admitió que, pese a la tregua de febrero, la morosidad continuará su tendencia al alza. “2013 ha sido un año malo porque la economía se ha contraído un 1,2% y la tasa de desempleo ha alcanzado un máximo histórico del 26%”; pero también es el ejercicio en el que España “ha cumplido con su reforma del sistema financiero y Europa ha avanzado decididamente en la UE” con la unión bancaria, añadió Miguel Martín.Además, se mostró confiado en que los nuevos exámenes de resistencia a la banca europea no depararán sorpresas desagradables para España por el elevado nivel de provisiones realizadas.

Los grupos bancarios españoles, según los datos conocidos este martes, lograron el año pasado salir de pérdidas y cerrar el ejercicio con un beneficio atribuido de 7.274 millones de euros, gracias a que el esfuerzo en saneamiento había resultado muy inferior al de 2012. Las dotaciones y provisiones realizadas el año pasado ascendieron a 23.323 millones, un 40,6% menos, lo que permitió compensar la disminución del margen de intereses.