Zica Assis, una emprendedora de la belleza que ayuda a "domar" pelos ensortijados
La emprendedora brasileña Zica Assis, inventora de un producto capilar para "domar" el pelo ensortijado, se dispone a inundar Brasil con su exitosa red de salones de belleza y ya se plantea atravesar el umbral de los mercados internacionales.
La red de peluquerías, llamada Beleza Natural, se especializó en el tratamiento del pelo rizado, no realiza alisamientos y se popularizó rápidamente en la población de la periferia de Río de Janeiro, de tez predominantemente negra o morena, y que en los últimos años ha ampliado considerablemente su poder adquisitivo.
Actualmente, Beleza Natural cuenta con 18 tiendas en cuatro estados brasileños, donde atiende a 100.000 clientes por mes, y aspira a llegar a 120 filiales en todo el país en los próximos cuatro años.
El éxito de la empresa se edificó sobre el producto capilar desarrollado de forma artesanal hace dos décadas por Assis, entonces una empleada doméstica que estudió peluquería para conseguir una "solución" para peinar su pelo afro sin deshacer los rizos.
"Entonces buscabas mucho y sólo había eso: o te cortabas el pelo corto o te lo alisabas, excepto en la época del 'black power'. Sólo había un tipo de champú para liso", comentó Assis a Efe, junto a una de sus socias, Leila Vélez, en un bullicioso salón de Beleza Natural en el barrio carioca de Cachambí.
Assis aseguró que, cuando era empleada doméstica, le negaron varios empleos por usar pelo afro debido a que los patrones lo consideraban "sucio", motivo por el que todavía hoy muchas mujeres negras que buscan trabajo se ven sometidas a "la dictadura de la plancha" para alisar los cabellos y evitar prejuicios.
"Hoy (la mujer con pelo rizado) se puede presentar e ir a una boda y puede buscar un empleo (...) y no tiene por qué no tener un cabello con su originalidad, con el que pueda sentirse mucho más segura. Porque hay prejuicios con eso", comentó Assis.
Según la empresaria, "si vas con un pelo 'black (power)' muchas empresas ya te rechazan. No vendemos producto, vendemos autoestima".
Para llegar al producto, Assis hizo experimentos de química y los probó en su propia cabeza y en la de su hermano Rogerio, con los que llegaron a perder parte del pelo.
La formulación definitiva, aprobada por las autoridades sanitarias, se convirtió en un éxito instantáneo en el primer salón de belleza que abrió Assis en 1993, en el barrio carioca de Tijuca, cerca de la favela de Catrambí, donde ella nació.
Gracias al boca a boca, en apenas tres meses las clientes hacían fila en la puerta de la peluquería tres horas antes de la apertura, lo que precipitó la expansión de la empresa, para lo que también se apoyaron en la ONG internacional Endevour.
Pero es en 2014 cuando Beleza Natural pretende dar su gran salto, duplicando como mínimo el número de tiendas en un año, para lo que se apoyó en una inyección de 32 millones de dólares (23,4 millones de euros) que les aportó el pasado julio el fondo de inversiones GP Investments.
Leila Vélez dijo que, en un primer momento, se disponen a "conquistar" Brasil, el tercer mayor mercado de belleza del mundo, para después atravesar fronteras, mirando en especial países como Estados Unidos, América Latina, el Caribe, África y el sur de Europa.
La cultura de atención al cliente a la que aludió Vélez, muy enfocada en la mujer de la emergente clase media, es otro de los motivos de éxito de la compañía.
Todos los salones son tiendas espaciosas y modernas, con 700 metros cuadrados de media, que ofrecen servicios de primer nivel a sus clientes a precios estandarizados, independientemente de la localización de las tiendas, ya sea en distritos pobres o en el lujoso barrio de Ipanema.
El tratamiento para domar los rizos cuesta 80 reales (unos 33 dólares, 24 euros), pero cada cliente se gasta una media de 175 reales (72 dólares, 52 euros)) en cada visita sumando otros productos y servicios.
Para lograr esos precios, inferiores a la media del mercado brasileño de belleza, la empresa ideó una división de funciones: cada peluquera se especializa en una fase del tratamiento y la cliente cambia de manos constantemente, con lo que se consigue rapidez, especialización y abaratar el proceso.
Por Manuel Pérez Bella
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