“El coche del futuro será eléctrico, automatizado y conectado”
Antes de incorporarse en 2009 a su cargo como máximo responsable para España y Portugal de Bosch, Frank Seidel había ejercido numerosos puestos de dirección dentro del grupo al que ha dedicado toda su carrera, incluso en España.
Pregunta. ¿Qué balance hace de su grupo en 2013?
Respuesta. El Grupo Bosch a nivel mundial ha incrementado sus ventas y sus beneficios en 2013 especialmente en el área de tecnologías para automoción. La facturación fue de unos 46.400 millones de euros, lo que supone un 2,7% más que el año anterior, y sin tener en cuenta algunos efectos negativos del tipo de cambio, el crecimiento ha sido del 6%. En cuanto a los beneficios, registramos un Ebit del 3%, pero si sacamos las cargas por el abandono de la actividad fotovoltaica, ha sido del 6%. Invertimos mucho en I+D, en torno al 9% de la facturación, eso nos permite ser uno de los primeros grupos europeos en registro de patentes, con casi 5.000 en 2013. Unas 20 al día.
P. ¿Y en España?
R. No tenemos datos definitivos, pero las ventas han crecido ligeramente y están en torno a los mil millones de euros. Hay que tener en cuenta que algunas ventas se realizan directamente en España por parte de la casa matriz, por lo que no se contabilizan por la filial española. Dependemos notablemente de la exportación, y eso puede suponer, con un mercado europeo no tan positivo como el español, que hayamos registrado un ligero descenso. Pero estamos facturando más de lo que vendemos aquí, más de 1.200 millones de euros, con un balance positivo.
P. ¿Qué previsiones tienen para este año?
R. Vemos un cambio de tendencia en la economía española desde el último trimestre y esperamos una ligera recuperación y una incidencia positiva en nuestras ventas. Respecto al grupo, prevemos un ligero crecimiento de las ventas y de los beneficios.
P. ¿Cuál es el peso de España en Bosch?
R. España es el segundo productor europeo de automóviles y eso supone ya un peso importante para el grupo. Tenemos cinco plantas de automoción que producen alternadores, sistemas de frenado, sistemas limpiaparabrisas, filtros, sensores de aparcamiento… Por ventas, es el quinto mercado europeo de Bosch, con 4.600 empleados, de los que unos 2.700 están en el área de automoción.
P. Las inversiones de las marcas para mantener la producción de sus modelos en España, ¿cómo les puede afectar?
R. Como proveedores directos de esos fabricantes, muy bien. Pero la producción en España se destina fundamentalmente a la exportación a Europa, y las previsiones, en ese sentido, no son muy optimistas. Se habla de un estancamiento del mercado europeo hasta 2020.
“En el futuro todos los productos electrónicos estarán conectados a la Red”
P. ¿Puede afectar a la plantilla de sus centros productivos?
R. Estamos tratando de llegar a acuerdos para mantenerlas con contención de costes y flexibilidad, como lo han hecho, más o menos, los fabricantes.
P. ¿Hay alguna actuación prevista dentro de la nueva normativa laboral?
R. Estamos en un trabajo continuo en la mayoría de los centros para tratar de asegurar el futuro ganando cuota de mercado, mejorar la productividad en las fábricas, en la gestión… Solo si estas medidas no son suficientes, no podremos evitar alguna adaptación de la estructura.
P. ¿Cómo les han afectado los planes de ayuda a la compra de coches en España?
R. A nuestra producción en España, no mucho. Pero sí a las ventas del Grupo Bosch en el mercado español, que han crecido notablemente en 2013, sobre todo por el aumento en la división del automóvil.
P. La reducción de las facturaciones en posventa o su desplazamiento hacia talleres independientes, ¿cómo influye a Bosch, con una red propia de talleres?
R. El que decide dónde lleva a revisar o reparar su coche es el cliente. Nosotros suministramos tanto a los concesionarios oficiales como a los talleres independientes o a nuestros propios Bosch Car Service, pero el cliente decide quién es más competitivo.
P. ¿Están las incertidumbres de la Administración detrás de su abandono de la actividad fotovoltaica el año pasado?
P. Bosch decidió entrar en ese sector hace tiempo, pero el comportamiento del mercado, con una gran competencia y una reducción brutal de los precios, hace que no tenga unas perspectivas rentables y por eso se decidió abandonar la actividad.
P. Automoción, energía, electrodomésticos…, ¿tratan de repartir riesgos, mejorar sus economías de escala…?
R. No. No se trata de compensar riesgos, sino más bien de facilitar la gestión de los clientes. Ha sido claro en el caso del automóvil y próximamente con el smarthome, hogares inteligentes con dispositivos que conectarán sistemas de todo tipo: seguridad, consumo energético… Se crea una división nueva con la experiencia de las anteriores.
P. En 2012 invirtieron 4.800 millones de euros en I+D y registraron 4.800 patentes. ¿Es muy rentable para el grupo?
R. No hay un objetivo de rentabilidad o de número de patentes determinado. Es el resultado automático para proteger nuestro know-how de la competencia. La innovación está dentro del ADN del grupo.
“El área fotovoltaica no es rentable por la gran competencia y la caída de precios”
P. El mundo del automóvil parece haber entrado en una nueva dimensión con la incorporación de nuevas tecnologías y nuevos competidores de otros ámbitos como la informática, electrónica, software… en Estados Unidos se está desplazando esa actividad de Detroit a Silicon Valley…
R. Hay que empezar diciendo que en el futuro el coche será eléctrico, automatizado y conectado. Y ahí ven esas empresas sus posibilidades de incorporarse a ese mercado. Somos conscientes y hemos empezado a colaborar con algunas empresas de Silicon Valley.
P. Parece que va a ser un cambio revolucionario.
R. Sí, y va a requerir una cierta agilidad por parte de la industria. Habrá un día en que todos los productos electrónicos estarán conectados a Internet. Estamos en ese camino con los smarthome. Ya tenemos un proyecto como para mejorar la movilidad urbana, el consumo energético...
P. Durante algún tiempo se simultanearán los coches eléctricos o híbridos con los de combustión interna. ¿Quién marca la velocidad de incorporación de las tecnologías?
R. La marca el desarrollo de la tecnología y el mercado, la demanda. Estamos convencidos de que la movilidad eléctrica va a llegar, pero más que como una revolución como una evolución. Y estamos invirtiendo más de 400 millones de euros cada año en ese ámbito de la movilidad eléctrica. Pero los motores de combustión no van a desaparecer de un día para otro. Hasta 2020 creemos que hay posibilidades de reducir un 20% del consumo y las emisiones actuales con tecnologías más eficientes como el downsizing, la turbocompresión, etcétera. En 2020 creemos que se venderán unos seis o siete millones de híbridos, unos tres millones de híbridos enchufables y otros dos o tres millones de eléctricos. Entre 10 y 15 millones en total que son un porcentaje muy bajo respecto a unas ventas que se prevén para entonces de unos 100 millones de coches. Pero llegarán.
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