Empleo advierte de que la competitividad “no depende de los vales de comida”
Báñez responde a las empresas que si hacen política social, lo paguen con sus beneficios Burgos dice a la CEOE que las empresas utilizan los pluses para no cotizar por todo el salario
El secretario de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha respondido esta mañana a las críticas de la patronal que la mejora de la competitividad del país no depende de los vales de comida y demás pluses por los que las empresas tendrán que empezar a pagar a la Seguridad Social. "No creo que la competitividad se base en los vales de comida, que son elementos de apoyo para el salario, pero no para sustituir las retribuciones y en porcentajes tan alto que acaben siendo un problema para el sistema", ha argumentado Burgos en una entrevista a la Cadena Ser.
Horas después y antes de comparecer ante la comisión de Empleo del Congreso, la ministra Báñez ha afirmado que la política social de las empresas españolas debe ir con cargo a sus beneficios empresariales, y no al sistema de protección de la Seguridad Social. Lo "razonable", ha declarado, es que las empresas y los trabajadores "negocien condiciones salariales mejores para todos" en búsqueda de una "mejor protección social" .
A este respecto, "es un principio esencial que el trabajador tiene derecho a que se cotice por la globalidad de su salario", había dicho Burgos en la Ser. En su opinión, "eludir la cotización, que es lo que está ocurriendo con estas prácticas de las empresas, lo que hace es distorsionar el salario y menoscaba la base de cotización". Esta práctica, ha advertido, "tiene una consecuencia inmediata en la prestación social" ya que reduce lo que cobrará el trabajador en caso de una situación de desempleo o discapacidad. "No creo que nadie cambie su protección social por los vales", ha aventurado el responsable de la Seguridad Social.
Báñez ha cuantificado el perjuicio para un asalariado en estos casos. Si un empleado gana, por ejemplo, 1.050 euros mensuales, donde 50 euros se reciben en especie sin cotización, esto supone una diferencia del 5% tanto en la prestación por incapacidad temporal o desempleo, como en las futuras pensiones.
Sobre la posibilidad de que la subida acabe afectando negativamente a los empleados si los empresarios optan por suprimir los pagos en especie, Burgos se ha mostrado confiado en que tendrán que ofrecer alguna contrapartida. "No se pueden retirar los tiques sin compensarlo de alguna manera", ha advertido el secretario de Estado, aunque no existe obligación legal para que las empresas actúen de esta manera.
La CEOE emitió ayer un duro comunicado en el que criticaba la decisión del Ministerio de Empleo de incluir en las bases de cotización de los trabajadores conceptos que se cobraban en especie y que, hasta ahora, se encontraban fuera. Para la patronal, que de hecho esperaba un recorte de las cotizaciones este año, la medida daña la competitividad y pone en riesgo la supuesta recuperación del empleo. El motivo de ello es que obliga a los empresarios a rascarse el bolsillo dado que al aumentar las bases de cotización —"no de los tipos", ha defendido Burgos—, las empresas tendrán que pagar más a la Seguridad Social. El cambio también afectará a lo que cobran los trabajadores, aunque en mucha menor medida. Según informó el propio secretario de Estado hace unos días, el impacto neto en la nómina será de un euro de media.
Sostenibilidad del sistema
Pero el Gobierno reitera que ha actuado en pro del interés general. "No podemos construir un sistema sólido sobre unas bases que permiten que una parte importante de la retribución quede exenta de cotización", ha insistido Burgos. Según ha declarado, estas actuaciones suponían una falta importante de transparencia con riesgo de acabar "dañando la propia sostenibilidad" de la Seguridad Social, que ingresará 1.000 millones tras los cambios aprobados en diciembre.
Según ha comentado, la retribución en especie a los trabajadores a través de los vales, pluses de transportes, servicios de guardería, seguros médicos o aportaciones a planes de pensiones se ha extendido en los últimos años "porque faltaban elementos de negociación salarial". Esto es, porque las empresas eran reticentes a fijar un nivel de retribución y luego verse en dificultades para cumplir con sus compromisos de pago, además de por ahorrarse unos miles de euros en impuestos. Sin embargo, ha contrapuesto Burgos, la retribución debe empezar a fijarse con unos esquemas flexibles y en función de los resultados, "no en función de que unos elementos coticen o no", ha insistido.
"Desde luego que las empresas tienen y han tenido la posibilidad de optimizar sus cotizaciones, pero el Gobierno también tiene obligación de optimizar el sistema de cotizaciones", ha defendido Burgos antes de señalar que las dietas, incluidas la de los políticos, no se ven afectadas por los cambios. "No es lo mismo porque las dietas se cobran para el ejercicio de una actividad y, por este motivo, quedan exentas y están justificadas. Sin embargo, los vales de restaurante se pueden usar en cualquier momento. Eso solo es engañarnos a nosotros mismos y crea un perjuicio al sistema", ha concluido Burgos.
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