El Gobierno chino prevé que la economía nacional crecerá un 7,6 por ciento en 2013
El Gobierno chino predijo hoy que la segunda economía mundial crecerá un 7,6 por ciento este año, ligeramente por debajo del 7,7 por ciento alcanzado en 2012 pero por encima del objetivo establecido para 2013 (7,5 por ciento).
Un informe del Consejo de Estado, realizado para evaluar de forma preliminar el Plan Quinquenal 2011-2015, asegura que el crecimiento ha sido "más alto que lo esperado" pese a una "tendencia decreciente", publica la agencia oficial Xinhua.
El plan de desarrollo económico 2011-2015 contemplaba un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 7 por ciento entre 2011 y 2015. En 2011, fue finalmente del 9,3 por ciento, para caer al 7,7 por ciento por ciento en 2012 y a un 7,6 por ciento en la primera mitad de este año, dice el texto.
Su publicación se enmarca dentro de la reunión bimensual de la Asamblea Nacional Popular (ANP) de esta semana, que concluirá el sábado, y en la que se espera que los legisladores del país ratifiquen las reformas decididas por el Partido Comunista (PCCh) durante el Plenario de la formación del pasado mes de noviembre.
Aunque la previsión del 7,6 por ciento de crecimiento para 2013 está una décima por encima del objetivo del 7,5 por ciento estipulado por el Gobierno para este año, el director de la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo, Xu Shaoshi, aseguró que todavía hay "retos e incertidumbres".
Hablando a los legisladores durante la sesión, Xu destacó la recuperación de la economía global y la escasa demanda por parte del mercado internacional como parte de los obstáculos principales.
En el plano doméstico, dijo que el aumento de los costes laborales y medioambientales presentarán un desafío a las compañías nacionales, así como el problema de deuda que arrastran los gobiernos locales y el sector financiero.
El Consejo de Estado asegura en el informe que la solución pasa por una "reforma completa" en varios sectores para impulsar el rol decisivo del mercado en realojar recursos y mejorar la gestión del Gobierno, en la línea de las medidas pro-mercado discutidas por el Partido hace un mes.
Para evitar "grandes fluctuaciones económicas", añade, China llevará a cabo la flexibilización de las tasas de interés y de la coordinación fiscal, monetaria, industrial y de la distribución de la tierra (que hasta ahora limita la movilización de la población rural a las ciudades al no contemplar formalmente la compraventa de las tierras adjudicadas a los campesinos), entre otras iniciativas.
También asegura que dirigirá el problema medioambiental, cuando la contaminación supone actualmente uno de los principales focos de tensión en el país asiático.
Pese a los retos, el documento subraya que, con respecto a los principales objetivos económicos y sociales, el progreso "ha sido mejor de lo esperado".
El sector servicios contribuyó un 44,6 por ciento al PIB en 2012, en contraste con el 43,2 por ciento del año anterior; el objetivo es que llegue al 45 por ciento en 2015.
La urbanización, uno de los planes esenciales del nuevo Gobierno chino, alcanzó el 52,27 por ciento en 2012, mientras el objetivo era del 51,5 por ciento para 2015.
En cuanto a la desigualdad de crecimiento de la renta entre la población urbana y la rural, otro de los grandes problemas de China, el texto dice que la diferencia ha ido decreciendo, si bien el salto es aún importante.
En 2012, el beneficio medio anual de un residente urbano fue de alrededor de 24.500 yuanes (3.950 dólares estadounidenses), en comparación con los 7.900 yuanes ( 1.299 dólares estadounidenses) de un ciudadano rural ese año.
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