El Gobierno impulsa una fuerte subida del recibo de la luz en enero
Industria se desdice y aumentará hasta un 2% la parte regulada de la tarifa La factura final para los hogares puede incrementarse más del 5%.
Del Gobierno se puede dudar de casi todo excepto de su capacidad para desmentirse a sí mismo. El último desmentido le va a costar caro a los consumidores. El ministro de Industria, José Manuel Soria, aseguró este martes, rectificando anteriores pronunciamientos, que el Gobierno elevará la parte regulada de la tarifa —los llamados peajes eléctricos— para compensar a las compañías eléctricas por el déficit de tarifa lo que se traducirá en una subida de “no más allá del 2%” en el recibo de la luz de enero.
Este nuevo giro en la política energética no hace sino agravar el susto que se pueden llevar los consumidores y, en particular, los 20 millones que están acogidos a la tarifa de último recurso (TUR), la más usual. Y es que, además del tramo de la tarifa regulada (que cubre costes como transporte, distribución, primas a las renovables y deuda eléctrica), y que representa poco más del 50% del recibo, se espera también un fuerte aumento en el otro tramo, que depende de los precios de la energía.
Este jueves, día 19, se conocerá el resultado de la subasta donde se fijará esa parte libre del recibo y, de acuerdo con datos preliminares de precios de principios de este mes, puede alcanzar un aumento de hasta el 5%, aunque aún es pronto para anticiparlo. Sumados ambos tramos —los regulados y los de la subasta— la factura de la luz puede sufrir un incremento en enero de hasta un 6% o 7% para el consumidor doméstico, según fuentes del sector, que matizan que habrá que esperar al resultado de la subasta del jueves para ver si ese riesgo se materializa.
Aunque el ministro de Industria lamentó este martes, en declaraciones a Onda Cero, “la creencia general de que quien sube la luz o la baja es el Gobierno”, lo cierto es que en esta ocasión una parte de ese encarecimiento —hasta el 2%— es responsabilidad personal del titular de Industria. Durante el último mes, Soria ha insistido en distintas comparecencias que la parte regulada de la tarifa no subiría a comienzos de 2014. Ahora rectifica excusándose en la necesidad de cubrir el principal y los intereses del desfase entre ingresos y costes de producir la luz, el llamado déficit de tarifa, que está fijado para este año en 3.600 millones de euros. Parece que la promesa del ministro de Economía, Luis de Guindos, de que ese déficit no recaería sobre los consumidores tampoco se cumplirá. Es más. Para cubrir ese déficit será necesario mantener un recargo similar al que se aprobará este enero en los próximos 15 años.
Este jueves se conocerá el alcance final tras la subasta de precios
Pero ni siquiera con esa subida quedarán contentas las eléctricas. Pese a que las tarifas han subido un 70% en la última década, siguen afirmando que su actividad es deficitaria. Recuerdan que el Gobierno les prometió acabar con ese déficit y que, una vez incumplida esa promesa, les ofreció a cambio la posibilidad de titulizar esa deuda con aval del Estado, pero aún no tienen un calendario para esa titulización. De la subasta del jueves no quieren pronunciarse hasta que se produzca “porque cada uno debe responsabilizarse de su parte cuando le toque”, señalaron en fuentes de las compañías.
Soria se defiende de estas críticas recordando que a lo largo de 2013 la parte regulada de la tarifa solo ha subido un 0,9%. Sobre el daño que puede hacer a los balances de las eléctricas la asunción del déficit puntualiza que será menor porque cuentan con el aval del Estado. Y contraataca señalando que la expansión exterior que han llevado a cabo las eléctricas españolas (Endesa, Gas Natural Fenosa, HC e Iberdrola) no hubiera sido posible “si no hubiesen tenido previamente estructuras sólidas en España que les han permitido endeudarse y apalancarse para hacer inversiones fuera”. ¿Significa que las eléctricas han financiado sus compras exteriores con el cobro de unas tarifas nacionales excesivas en el pasado?
Las eléctricas lo niegan y argumentan que el 56% del recibo recoge costes ajenos a la producción de electricidad y se destina a costear decisiones políticas como las ayudas al carbón o las renovables.
España es el sexto país con la electricidad más cara de la UE
Disquisiciones aparte, los datos son tozudos y certifican que en España la luz sube casi más que en ningún otro sitio. Según las estadísticas de Eurostat, el servicio de la Unión Europea, con datos cerrados al primer semestre de 2013, en los últimos cinco años el precio del kilovatio/hora (kWh) se ha incrementado en España un 63% hasta los 0,228 euros. Se trata del mayor aumento registrado en la UE con la excepción de Malta, Estonia y Letonia. En el mismo lustro, los precios subieron de media en el conjunto de la UE solo un 27% (un 29% en la zona euro). España es el sexto país de la UE con las tarifas domésticas más caras, un 11,2% superior a la media de la UE. Solo Dinamarca, Alemania, Chipre, Irlanda e Italia le superan.
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