Un gigante venido a menos
Airbus suprimirá 5.800 empleos en sus divisiones de defensa y espacio
El gigante aeronáutico EADS, que da trabajo a 140.000 personas en Europa, va a suprimir en los próximos tres años 5.800 empleos en Alemania, Francia, España y Reino Unido, reduciendo así su plantilla en un 4%, según ha anunciado esta semana la compañía a los sindicatos durante un masivo comité de empresa celebrado en Múnich. Los recortes, decididos por el director ejecutivo del grupo, Tom Enders, tras el bloqueo alemán, el año pasado, a su deseada fusión con la británica BAE, afectarán a las divisiones de defensa y espacio, que serán reestructuradas en busca de mayor eficacia y mayores márgenes comerciales.
En Alemania desaparecerán 2.600 puestos de trabajo (incluyendo 570 temporales); Francia perderá 1.700 (400 temporales), Reino Unido, 700, y España unos 600. La dieta de adelgazamiento de EADS supondrá el cierre del cuartel general de la división militar en Unterschleissheim, al norte de Múnich; la venta de la sede social que el grupo posee en París —12.000 metros cuadrados en el distrito 16—, y la agrupación del ensamblaje del avión militar A400M en las plantas de Getafe y Sevilla, además de diversos cierres en Reino Unido.
Enders había advertido en la prensa hace semanas que se disponía a tomar “medidas draconianas” en las fábricas alemanas como consecuencia de la fusión en una sola compañía, que pasará a denominarse Airbus Defensa y Espacio, de las actuales divisiones de Defensa (Cassidian), Espacio (Astrium) y Airbus Militar, la constructora del A400M. Los márgenes comerciales de esas empresas se han reducido drásticamente en los últimos años sobre todo a causa del descenso de demanda en Alemania, según dijo el director ejecutivo a los sindicatos, que han recibido la noticia casi con alivio porque esperaban 8.000 bajas.
Enders quiere llevar los márgenes del grupo al 10%, desde el 4% actual
Aunque Enders ha garantizado que el plan no prevé despidos sino “salidas voluntarias, jubilaciones sin sustitución, caducidad de contratos temporales y movilidad interna”, la empresa ha hecho saber que, si no aparecen suficientes voluntarios, obligará a marcharse a 1.450 personas.
Las centrales francesas habían pedido al Gobierno socialista que hiciera valer el 12% del Estado francés en la compañía para limitar los daños, y han dicho que Enders antepone los criterios financieros a los sociales. Francia, Alemania y España, los tres países que participan en el accionariado (juntos reúnen el 27%), renunciaron la primavera pasada a su derecho de veto y a sentarse en el consejo. Ahora, los Gobiernos no han hecho comentarios y asumen la decisión de Enders, que ha revalorizado las acciones en un 70% durante 2012.
El 1 de enero próximo, el gigante europeo dejará de llamarse EADS y será rebautizado como Grupo Airbus (el título bursátil será la abreviatura AIR) para explotar mejor la marca que le ha dado fama mundial. EADS es el número uno del mundo en aeronáutica, defensa y servicios relacionados, y en 2012 facturó 56.500 millones de euros. La división espacial y militar genera una cuarta parte de los ingresos. Airbus tiene una agenda de encargos valorada en 650.000 millones de euros, lo que le convierte es el mayor motor de la Unión Europea.
Enders tiene total libertad de acción, y tras el fracaso de la fusión con el grupo británico BAE Systems, cambió de estrategia y puso la rentabilidad en lo alto de su agenda. Su intención declarada es elevar los márgenes comerciales hasta el 10% en 2015. La tarea, que dependerá en buena medida del precio del euro, parece ardua, porque Airbus, que supone el 80% de la facturación y ha perdido 7.900 efectivos desde 2010, deja hoy un margen del 4%.
En todo caso, el grupo europeo acaba de aprobar un programa de reparto de dividendos del 30%-40% tras comprobar que los costes de fabricación de la nueva joya de Airbus, el A350, cuya primera unidad debe entrar en servicio en Catar en la segunda mitad del año, serán menores de lo esperado.
El directivo presiona a la UE para que fuerce la fabricación europea de drones
La gran inquietud de Enders es el negocio militar. Desde 2006, el gasto en Defensa de los países europeos se ha reducido en un 10%. En 2012 Europa invirtió en armamento 189.000 millones de euros, el 1,5% del PIB global, por debajo del 2% que pide la OTAN, y las perspectivas para la próxima década son aun peores.
El futuro de la industria militar europea se juega el próximo fin de semana en el Consejo Europeo en Bruselas, y Enders está presionando a los líderes de la UE para que impulsen una mayor cooperación militar y apuesten por el sector. En unas declaraciones al Financial Times, el primer ejecutivo del grupo alertó de que Europa tendrá que comprar su próximo avión de combate en Estados Unidos, Israel o Asia si no se muestra más ambiciosa, y pidió al consejo que comprometa un presupuesto y un calendario concreto para desarrollar y construir drones (aviones no tripulados) de uso militar.
Los expertos afirman que los drones de nueva generación son el futuro de la industria militar. Conocidos como UAV, por las siglas inglesas de sistema de vehículos no tripulados, se mueven por control remoto a miles de kilómetros de distancia del campo de batalla. Hasta ahora, ningún país europeo ha decidido asumir el coste que supone fabricarlos. Los que se utilizan se basan en tecnología desarrollada por EE UU e Israel.
Enders es pesimista sobre los resultados de la cumbre y cree muy poco en la capacidad europea para avanzar en el proyecto de Defensa común. Su análisis es que los intereses nacionales barren los esfuerzos de la UE para reforzar la cooperación militar. “Creo que es inevitable que la industria de Defensa siga deteriorándose”, decía en el FT. “Las empresas se adaptarán, harán recortes, cada compañía nacional tomará sus decisiones individuales, como hemos hecho nosotros, y eso no preservará ni hará crecer una base industrial saludable para la Defensa europea, eso es seguro”.
Aunque Enders espera de la cumbre “iniciativas concretas y no buenas palabras”, la esperanza parece vana; según un borrador de conclusiones, los líderes no aprobarán nada específico sobre los drones, aunque “animarán” a los socios a desarrollar la I+D y a dedicarle los “fondos apropiados a partir de 2014”.
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