Las eléctricas sufren en Bolsa el impacto de las enmiendas a la reforma
Acciona lidera las pérdidas en el Ibex con un recorte del 3,58% tras la supresión del pago Las compañías se sienten engañadas por la retirada de la aportación de 3.600 millones
“Pérdida de credibilidad, inseguridad, incertidumbre regulatoria, fraude de ley...”. Los calificativos se han sucedido este lunes entre los responsables de las eléctricas por la decisión de suprimir ayudas presupuestarias por valor de 3.600 millones, recogida en varias enmiendas de último minuto presentadas en el Senado el viernes por el Partido Popular. El primer impacto ha sido el comportamiento en Bolsa, donde las tres grandes han perdido 1.170 millones de valor o capitalización, tras corregir recortes aún mayores. Iberdrola ha caído el 1,92%; Endesa, el 1,81%, y Gas Natural Fenosa, el 1,01%. A esto hay que añadir la caída del 3,48% de Red Eléctrica (222 millones de valor) y del 3,58% de Acciona (92 millones).
Las compañías, que vienen clamando contra la reforma eléctrica desde su promulgación, consideran que las enmiendas suponen una vuelta de tuerca más contra el sector y un engaño a las empresas y al consumidor, que, a su juicio, pagarán los platos rotos. En un acto por la tarde, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha expresado en sentido contrario. El responsable de la política económica del GObierno ha asegurado que los consumidores "no van a pagar" el posible déficit de tarifa eléctrico, y ha defendido que el Ejecutivo va a buscar fórmulas de financiación que lo cubra. "Existen varias alternativas y no puede ser que ni que el contribuyente ni el consumidor lo paguen", ha dicho.
Para las empresas, las enmiendas suponen un incumplimiento “radical” de compromisos esenciales que habían sido públicamente asumidos por el Ejecutivo y explicados en las principales plazas financieras mundiales. Ante eso, sostienen que la Ley del Sector Eléctrico “ya no responde con suficiente exactitud a los planteamientos esenciales de la reforma, produciéndose así una importantísima merma de credibilidad”.
Este martes trasladan a Bruselas sus estos argumentos en la reunión que 12 eléctricas europeas (a las 10 previstas inicialmente se han unido dos) tienen con el comisario de Energía Europeo, Günther Oettinger, para reclamar medidas regulatorias de ámbito europeo, centradas principalmente a favor de los ciclos combinados y en exigir recortes a las primas a las renovables.
Los citados 3.600 millones supondrán una ampliación del déficit de tarifa, que a finales de 2012 ya acumulaba una deuda de más de 26.000. Sin embargo, mientras esa cantidad está titulizada, el nuevo déficit de 2013 irá contra las cuentas de las eléctricas y lo tienen que amortizar en los próximos 15 años. Consecuentemente, de alguna forma repercutirá en el recibo de la luz, ya que, según las eléctricas, se disparará los costes de los peajes, que representa la mitad de la factura.
La subasta para la próxima revisión, que será en enero, se celebrará el 19 de diciembre. La otra mitad, la parte regulada, no se tocará, según aseguró en su momento el ministro de Industria, José Manuel Soria. Los precios fijados ayer en el mercado diario del pool ya adelantaron una subida del 6%, atribuida a la ola de frío, aunque en algunos foros se consideró anómala, como una especie de reacción contraria a las medidas, extremo que negaron las eléctricas.
La cantidad suprimida corresponde al crédito extraordinario por 2.200 millones que el Gobierno había aprobado para cubrir el déficit de tarifa con cargo a los Presupuestos de 2013; otros 900 millones, a la mitad de los sobrecostes extrapeninsulares (lo que cuesta llevar la luz a las islas, Ceuta y Melilla), que iban contra los Presupuestos de 2014, y 500 más del llamado “céntimo verde”, impuesto creado por el Ejecutivo para gravar el consumo de gas. Estas dos partidas repercutían sobre 2013 por criterios de devengo, lo que puso en alarma a Hacienda.
Los argumentos esgrimidos por el PP para defender las enmiendas introducidas en el Senado (“con nocturnidad y alevosía”, según las eléctricas) se basan en que la prioridad es cumplir con los objetivos del déficit público. El mismo mensaje ha lanzado este lunes Soria, que, lejos de mostrarse desautorizado, se ha declarado comprensivo con la decisión porque “el déficit público está por encima de cualquier otra consideración y si no cumplimos repercute sobre todos los ámbitos de la economía”.
El ministro también ha subrayado que la supresión de las aportaciones públicas no tiene por qué conllevar una subida de la tarifa en los hogares. Asimismo, ha reclamdo sosiego a las eléctricas. “No deberían estar preocupadas, yo mismo les expliqué hace muy pocos días a sus representantes que el déficit puede llevar el aval del Estado”, ha dicho tras una intervención en Las Palmas, informa Efe.
Pero las eléctricas, que recuerdan que el ministro ha cambiado de parecer sobre el déficit al menos en cinco ocasiones (la última vez aseguró que este año acabaría en cero tras decir previamente que habría un déficit entre 2.500 y 3.000 millones), están lejos de calmarse. Al contrario, resaltan que el cambio normativo supone un fracaso de la esencia de la reforma eléctrica, “que era reducir a cero el déficit” y que, en definitiva, “no deja de ser un artificio contable”, al pasar la deuda del Estado a las empresas, que no va a convencer a Bruselas así como así.
Además, eléctricas han recogido las opiniones de analistas externos, cuyo común denominador es la queja por el retorno de la incertidumbre y la petición de establecer un mecanismo que permita continuar titulizando la deuda del sistema, ampliando los límites establecidos en su momento por el Fondo de Amortización de Deuda Eléctrica (FADE) o buscando alguna otra alternativa.
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