Una de cal y otra de arena en FCC

FCC, que sigue navegando entre turbulencias propias y ajenas, ha acumulado hasta el 30 de septiembre unas pérdidas de 675 millones de euros, pero ha redefinido su rumbo; ha desenrolado y sustituido oficiales y pilotos al frente de la tripulación; ha soltado y sigue soltando lastre —en forma de desinversiones en activos no estratégicos y de reducciones de deuda, costes y plantilla— para aligerar la marcha, y finalmente ha logrado subir a bordo a algún pasajero ilustre (fondos ligados a uno de los fundadores de Microsoft se han convertido en el segundo accionista del grupo español).

“Estamos demostrando que somos capaces de enderezar el rumbo de la nave, tal y como han reconocido los gestores de los fondos de Bill Gates [se hizo hace 20 días con un 6% del capital de FCC por 113,5 millones]. Ahora tenemos que situar a todos nuestros negocios en una velocidad de crucero que nos lleve hacia los objetivos de rentabilidad comprometidos con los accionistas", declaró el lunes a este suplemento Juan Béjar, consejero delegado de FCC.

FCC aborda nueva estrategia y “un gran cambio cultural”, señala Juan Béjar

Los últimos resultados del grupo de servicios ciudadanos, la huelga de basuras de Madrid en la que se ha visto implicado y la negociación de un nuevo expediente de regulación de empleo que puede afectar a 1.267 trabajadores (el cuarto en lo que va de año y el segundo ligado a sus actividades de construcción tras el que pacto en abril con los sindicatos que afectó a 842 trabajadores), han echado agua al vino del glamuroso desembarco de Gates y del salto cuantitativo en su cartera de pedidos y en su presencia exterior que se apuntó en julio, al hacerse con la adjudicación de obras del metro de Riad (Arabia Saudí), el mayor contrato internacional de la historia de la construcción española, y en junio con la adjudicación de un puente en Liverpool (Reino Unido).

Las elevadas pérdidas de los nueve primeros meses del año y las caídas de casi un 10% y de casi un 35% en su facturación y en su resultado bruto de explotación (ebitda) se han debido sobre todo, según la empresa, al efecto de la desconsolidación en sus cuentas de la austriaca Alpine, tras su insolvencia y proceso de liquidación, y al ajuste del valor de sus activos de energía renovable.

Gates ha apreciado el nuevo rumbo del grupo y su capacidad de crear valor

El área de sus negocios del agua es la única que en el conjunto del grupo experimenta crecimiento de ventas dentro y fuera de España, pero FCC ha registrado también un recorte del 7,2% en su deuda financiera (6.577 millones a 30 de septiembre) y un incremento del 4,9% en su cartera de pedidos (32.408 millones).

En todo caso, como destacó a los analistas el director financiero del grupo, Víctor Pastor, “FCC está apuntando una progresiva mejora de los márgenes operativos trimestre a trimestre”.

La idea de Béjar ha sido adelantar a 2013 el grueso del saneamiento y de las desinversiones previstas, el “enderezamiento del rumbo” del que habla, para dejar limpia la parva y poder centrarse en la gestión de los negocios principales. El grupo, presidido desde enero por Esther Alcocer Koplowitz, ha vendido activos desde abril, mes en el que puso en marcha su nuevo plan estratégico y un plan de desinversiones, por unos 500 millones. Una dinámica de enajenaciones que no cesa.

Estos días FCC está cerrando una venta de activos inmobiliarios (un lote de más de 400 viviendas en la localidad madrileña de Tres Cantos). En las próximas semanas prevé anunciar la venta de su filial de mobiliario urbano Cemusa al grupo JCDecaux, al que traspasó hace unos días su participación en la mexicana Eumex por 25 millones de euros, y va a culminar además la venta de Proactiva a Veolia por 150 millones de euros. Y espera también que en el mes y medio que queda del ejercicio 2013 concluyan en acuerdo las negociaciones que mantiene con tres fondos para la venta de FCC Energía y pueda poner así fin a su corta y onerosa aventura en el negocio de las renovables (la cesión de estos activos le va a permitir, al menos, desconsolidar la parte de deuda, unos 765 millones, asociada a los mismos).

Está pendiente también, con proceso de negociación abierto, la venta de su filial FCC Logística.

La suma de tres de las desinversiones citadas —Cemusa, Energía y Logística— puede ascender a mil millones, según fuentes del grupo, casi la mitad del objetivo de 2.200 millones que figura en su programa de desinversiones, que contempla también la salida de la matriz del capital de la inmobiliaria Realia, que podría estar próxima, y de la firma de infraestructuras Global Vía.

La Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios (Sareb) negocia desde finales de octubre la venta de una cartera asumida de préstamos de la inmobiliaria por un valor nominal de 550 millones de euros, y desde unos días después Goldman Sachs tiene el encargo de los dos socios de referencia de Realia, FCC (30%) y Bankia (27,6%), de buscar ofertas de compra para sus participaciones.

En Global Vía, participada también por FCC y Bankia, el proceso desinversor va más lento. A finales de 2011, GlobaL Vía culminó con éxito un proceso de captación de fondos para facilitar el desarrollo de su cartera de concesiones y poder afrontar nuevas inversiones. Alumbró, lo que en FCC se conoce como Global Vía II, con dos grandes fondos de pensiones: PGGM (Holanda) y OPTrust (Canadá). Ahora se busca incorporar un tercer fondo como paso previo a la eventual venta a algún gran fondo internacional de infraestructuras de las participaciones que conservan Bankia y FCC en la cabecera del grupo.

“Todas las desinversiones previstas en nuestro plan se han realizado o están en marcha”, remarca Béjar, “y vamos a superar” el objetivo de ingresos comprometido. “FCC está ejecutando con determinación su plan estratégico y lo está haciendo con adelanto sobre el calendario previsto”, agrega el consejero delegado.

Y de eso se están dando cuenta los grandes fondos internacionales. Somos para estos inversores, no especulativos explican otras fuentes de FCC, lo que ellos denominan una historia de turn around (de vuelco total a la situación) y, como tal, nos atribuyen una gran capacidad de creación de valor. Los ejes básicos del plan estratégico son la reducción del endeudamiento, una generación de caja recurrente de 800 millones y un ebitda de 1.200 millones en un horizonte de dos años.

El grupo, según ha adelantado a los analistas, confía en cerrar antes de fin de año el proceso de refinanciación de 5.000 millones de euros, el grueso de su pasivo total, con el que espera aplazar su vencimiento hasta 2017.

“El proceso progresa adecuadamente”, les dijo Pastor, y para corroborarlo les informó de que FCC ha repartido entre sus bancos el documento de términos del eventual acuerdo tratado con las seis principales entidades acreedoras, que suman el 55% del pasivo, y que espera su respuesta en muy breve plazo.

La compañía auguró que su deuda total concluirá el año por debajo de la cota de los 6.000 millones con la ayuda del cobro previsto para el cuarto trimestre de unos 300 millones por las ventas acordadas en los últimos meses y que aún están pendientes de cierre definitivo (Proactiva y activos inmobiliarios, entre otras), la contabilización del pago de Gates por la compra de su participación, y el previsible cobro de 200 millones correspondientes al primer tramo del segundo plan de pago a proveedores del Gobierno.

La gran apuesta hoy de FCC son los servicios medioambientales y de agua, según Juan Béjar. Son negocios anticíclicos, con ingresos estables y visibilidad a largo plazo, agrega. “Son nuestra gran plataforma de crecimiento una vez que superemos la fase de saneamiento y ajuste”, dice.

“Estamos abordando” además, agrega, “un proceso de transformación, cuyo eje más importante es la preparación de las personas para gestionar en un entorno global, con movilidad, agilidad y compromiso con los resultados. Es un gran cambio cultural”