Sacyr sorprende con sus cambios
La constructora entra en el sector de la ingeniería y sale de Vallehermoso Planea dividir por tres su deuda precrisis y lidera en 2013 las revalorizaciones en el Ibex
Sacyr, que acaba de poner el cartel de “se vende” a su promotora Vallehermoso y que lidera este año el premio de la montaña en la carrera del Ibex 35 (un 117% de revalorización de sus acciones a cierre de septiembre), ha cambiado su perfil en los últimos dos años y enfila el fin de unas tribulaciones que pusieron al grupo al borde del precipicio, al desencadenarse la actual crisis económica, como consecuencia de haber financiado su expansión con deuda.
El grupo, tras el anuncio de su intención de vender Vallehermoso, puede pasar a desconsolidar en sus cuentas las de la inmobiliaria y reducir, a final de ejercicio, a una tercera parte la deuda de más de 18.000 millones que tenía a mediados de 2007.
Sacyr ha cambiado su perfil a través de la reordenación de sus actividades, como la salida reseñada del negocio de promoción inmobiliaria o la apuesta por su nueva división industrial; a través de su internacionalización —obtiene en el exterior el 52% de su facturación—; con la reducción de su deuda —660 millones menos desde final de 2012— y el recorte del gasto financiero —un 14% en el primer semestre—, y gestionando alianzas y fórmulas distintas de las de sus compras apalancadas de antaño para crecer.
Botón de esta nueva filosofía es el holding para explotar y promover el negocio de autopistas que va a firmar a finales de octubre con la chilena Larrain Vial (un gigante que gestiona 15.000 millones de dólares en infraestructuras en Latinoamérica). Larraín aportará los fondos, y Sacyr, sus cinco autopistas chilenas, a la nueva sociedad. Con esta operación, Sacyr reduce sus necesidades de capital para las vías que tiene allí en construcción (unos 330 millones de euros) y logra recursos para acudir a otras licitaciones.
En el primer semestre, Sacyr tuvo un beneficio de 61 millones, que contrasta con pérdidas de 735 millones en igual periodo de 2012 (por ajustes en su participación en Repsol), y acumuló una cartera de pedidos de 39.000 millones (en construcción tiene 38 meses garantizados de actividad).
“Empezamos a ser una compañía previsible, sin sobresaltos para el inversor o el cliente. Vamos a seguir desinvirtiendo, pero sin urgencias. Solo venderemos a precios razonables”, dicen en Sacyr.
Volviendo al principio, a Vallehermoso, la declaración oficial de intenciones sobre su división inmobiliaria abre la puerta a Sacyr, según Bankinter, a “la contabilización” de la filial “como una actividad ininterrumpida —activos y pasivos mantenidos para la venta”. “Un ajuste contable”, explican, que le permitirá reducir el endeudamiento asociado a la promotora, 1.200 millones, y una ligera mejora en el ebitda.
Su salida de Vallehermoso “minimiza el riesgo financiero” de Sacyr, sostiene un informe de La Caixa, “y le permitirá reducir el descuento al que cotizan sus activos”. Los expertos de Banco Sabadell, por su parte, sostienen que para que Sacyr mantenga su trayectoria alcista en Bolsa será necesario que suban las acciones de Repsol (tiene un 9,8% de la petrolera) o que anuncie la venta de algún activo relevante. A estos analistas no les parecen “preocupantes” los vencimientos que deberá afrontar Sacyr en los dos próximos años porque “el valor de las acciones de Repsol cubre hoy el importe de la deuda” asociada a su participación.
A 30 de junio había ganado 61 millones. El año pasado perdió 735 millones
Sacyr negocia desde hace meses con los bancos acreedores, con la Sareb (gestora de activos inmobiliarios procedentes de la reestructuración bancaria) y con otros compradores una salida paulatina y ordenada de su actividad de promoción. Una negociación compleja, explican en la matriz, que probablemente no quede totalmente cerrada antes de 2014.
Algo más deprisa van las negociaciones en torno a la venta de su participación del 15,5% en la concesionaria de autopistas Itínere. Sacyr, que tiene registrado este activo con un valor de 198 millones y que sitúa en 248 millones su impacto en la deuda, espera culminar en 2013 esta desinversión.
A estas desinversiones, que responden al doble objetivo de reducir deuda y reordenar actividades, se unen otras que se ajustan a una estrategia de rotar y poner en valor activos maduros.
Sacyr, por ejemplo, espera culminar en breve la venta del 32% que le queda a su filial patrimonialista Testa en la sociedad propietaria del emblemático edificio de oficinas parisiense Torre Adrià, tras haber vendido a principios de julio el resto de las acciones por 450 millones. Con la venta parisiense y la previa de un edificio de oficinas en Miami (EE UU), cerrada unas semanas antes, Testa y Sacyr han reducido su endeudamiento en unos 550 millones. Tras estas operaciones, Testa centra todo su negocio de alquileres en España, donde cuenta con un 97% de nivel de ocupación de sus inmuebles.
En concesiones, Sacyr está participando en una veintena de licitaciones y ha vendido en los últimos meses un 45% del capital de la autopista irlandesa M-50 por 125 millones y sus participaciones en dos autopistas en Costa Rica por 103 millones. También parece estar próxima la venta de su participación en el Metro de Sevilla. Sin embargo, sigue a la espera de una solución para las llamadas autopistas radiales en las que participa junto a otras concesionarias y se halla en pleno conflicto con las autoridades de Murcia a cuenta de su nuevo aeropuerto.
En construcción, actividad que le supone un 50% de la facturación, sus ingresos cayeron un 7% en el primer semestre por el desplome de sus mercados en España (-19%) y Portugal (-27%). Los mercados exteriores aportan ya el 82% de su cartera de obras gracias entre otros contratos a los logrados en Brasil, Angola, Catar e India. En Italia se ha vuelto a poner en marcha un proyecto de más de 2.000 millones de euros: la autopista Padomonte-Véneto.
La ejecución del contrato de ampliación del canal de Panamá, indican en Sacyr, avanza a buen ritmo y las obras estarán listas en el primer trimestre de 2015.
Su división industrial, creada en 2012, se ha hecho con tres contratos ligados al gas en Bolivia, otro de redes eléctricas en Escocia y está a la espera de uno muy relevante en el área del petróleo también en Latinoamérica.
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