El Banco Central de Brasil afirma que el crecimiento es gradual pero sostenido

El presidente del Banco Central de Brasil, Alexandre Tombini, afirmó hoy que el crecimiento de la economía del país es "gradual" pero "sostenido", y sostuvo que el "pesimismo" de muchos analistas "no se apoya en la realidad".

La economía brasileña creció en 2012 un 0,9 por ciento y para este año el Gobierno ha recortado durante los últimos meses todas sus previsiones, que, del 4 por ciento que se barajaba hasta diciembre pasado, han caído al 2,5 por ciento ahora.

Tombini acudió hoy a una audiencia de la Comisión de Asuntos Económicos del Senado en la que apoyó su optimismo en la expansión del 1,5 por ciento que la economía tuvo en el segundo trimestre de este año en comparación con el primero, de la que dijo que superó "todas las expectativas" de los analistas.

El presidente del Banco Central admitió que existe "preocupación" con la inflación, que el Gobierno calcula que cerrará este año en torno al 5,5 por ciento, pero aseguró que los precios están en declive, y reiteró que las autoridades tienen "herramientas" para controlar una eventual disparada.

También subrayó que los "fundamentos" de la economía brasileña "son sólidos" y llevan a prever un escenario optimista tanto en el corto como en el medio plazo.

"La industria presenta una reactivación gradual y el sector de servicios, aunque con menos intensidad, sigue en expansión", dijo.

Entre otros indicadores positivos, citó el sector agrícola, que es uno de los puntales del sector exportador, y dijo que para este año se espera que su productividad aumente cerca del 15 por ciento.

También se refirió al índice de desempleo, que se sitúa en torno al 6 por ciento, y al constante aumento del crédito, que ha sido acompañado por una bajada de los índices de morosidad.

El presidente del Banco Central destacó que esos indicadores se han mantenido en terreno positivo a pesar de la crisis financiera global y su impacto en las economías emergentes, como la brasileña.

No obstante, reiteró que Brasil "se preparó para enfrentar la crisis" y que, frente a esas turbulencias, el país cuenta con sus "buenos fundamentos macroeconómicos y sus reservas" monetarias, que hoy se sitúan en torno a los 370.000 millones de dólares.