Los trabajadores de Sniace toman la sede donde se reúnen empresa y sindicatos

La espera ha acabado por encender los ánimos de los trabajadores de Sniace que se han concentrado desde primera hora de este lunes a las puertas del Orecla —la fundación cántabra donde se reúnen dirección y comité de empresa— y parte de ellos han optado por entrar en el edificio y acercarse hasta la sala de reuniones. "Sí, sí, sí, que vamos a subir", coreaban los trabajadores mientras subían las escaleras para llegar a las oficinas del Orecla (Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales), en la que sólo estaban en ese momento los representantes sindicales.

Una vez allí, han llenado los pasillos coreando consignas dirigidas a Miguel Gómez de Liaño, el coordinador del equipo directivo que está al frente de la empresa desde la baja por enfermedad de su presidente, Blas Mezquita. Gómez de Liaño y el resto de representantes de la dirección no se encontraban en ese momento en la sala de reuniones que habían compartido hasta entonces con el comité.

La dirección de Sniace estudia la posibilidad de que los 81 despidos enmarcados en el plan de viabilidad, en el que también se contemplan 146 prejubilaciones, se puedan ejecutar por diferentes vías a lo largo de tres años. Así lo ha explicado el secretario del comité, Antonio Pérez Portilla, en declaraciones a los medios y ante los 200 trabajadores durante el receso para comer. El encuentro se ha reanudado a primera hora de la tarde.

El pasado viernes, en la quinta reunión de la comisión negociadora, la empresa dio un ultimatum a los trabajadores de aceptar su oferta —reducir la plantilla de 535 a 239 operarios (con 148 prejubilaciones y 81 despidos)— o presentarán el expediente de despido de toda la plantilla. En su entrada en el Orecla, los trabajadores han repetido algunos mensajes dirigidos a la dirección, como "Liaño, escucha, seguimos en la lucha".

Los trabajadores han permanecido en las instalaciones del Orecla apenas cinco minutos y su irrupción no ha gustado a alguno de los representantes sindicales, que lo ha interpretado como una intimidación. Miembros del comité han explicado que la empresa no ha movido sus posiciones y que están tratando de reconducir la situación y, finalmente, los trabajadores han vuelto a desalojar el edificio.

La concentración ha continuado a las puertas del edificio, donde han permanecido desde las diez y media de la mañana, algunos de ellos, con sillas que se han traído desde casa. En el Orecla las partes han retomado las negociaciones.