Las exportaciones tiran de la balanza

Bajo la continua mejora del déficit comercial español subyacen dos realidades contrapuestas. Por un lado, las exportaciones siguen siendo fuente de buenas noticias. Las empresas españolas venden más en el exterior y tiran de la balanza. Porque, por el otro, las importaciones continúan cayendo, lo que es síntoma de la depresión de la demanda interna.

En el acumulado de enero a julio, las ventas al exterior crecieron un 7% respecto al mismo periodo del año anterior y volvieron a alcanzar un máximo en la serie histórica, 138.583 millones de euros, según los datos de la secretaría de Estado de Comercio. Por contra, se importó un 3,1% menos que en 2012 (145.194,1 millones). Estas cifras dejan un déficit comercial de 6.611,1 millones, lo que supone una mejora de hasta el 67,5%. Entre enero y junio del año pasado la diferencia negativa entre exportaciones e importaciones era de 20.334 millones.

El mayor aumento en las exportaciones sigue siendo en el sector de los bienes de equipo —maquinaria, telecomunicaciones, transporte...—, que vendió fuera un 15,8% más que el año anterior. También creció de forma notable el sector de las llamadas manufacturas de consumo —como textil, calzado o jugetes—, que exportó un 10,4% más.Por áreas geográficas, las exportaciones fuera de la Unión Europea ya son el 38,2%, gracias a los aumentos de las ventas a Asia (18,4%) —especialmente Oriente Medio— y África (15,3%)

En el ámbito de las importaciones, crecieron las compras al exterior del sector del automóvil (1,6%), las manufacturas de consumo (0,9%) y alimentos (0,6%). En los demas sectores descendieron, especialmente los  productos energéticos (5,6%) y productos como hierro y acero, papel y otros metales (otra caída del 5,6%).

Crece la inversión extranjera

Por otro lado, la inversión extranjera en España también ha mejorado notablemente en 2012. En el primer semestre, se invirtieron desde el exterior 8.629 millones de euros. Si a esta cifra se le resta la desinversión (el capital que se retiró desde el extranjero), la inversión neta queda en 6.629 millones netos. La diferencia es notable, ya que en los seis primeros meses de 2012, la diferencia entre inversiones y desinversiones de fuera de España arrojaba un saldo negativo de 11.350 millones.

Si se excluyen las ETVE —entidades en las que los extranjeros pueden depositar sus capitales con grandes ventajas fiscales—, la inversión extranjera en este período se concentró en un 83,7% en la llamada nueva producción, esto es, en nuevas constituciones y ampliaciones de capital. Las adquisiciones de sociedades ya existentes, en cambio, solo recibieronel 16,3% de la inversión. Estos porcentajes son similares a los registrados en el primer semestre de 2012.

El 77% de la inversión extranjera se concentró en tres sectores: actividades financieras y de seguros, industria manufacturera y construcción, y, por comunidades, el 86 % de la inversión se recibió en Madrid, Cataluña y Baleares.