El Gobierno alemán hace un balance triunfalista de su gestión económica
El Gobierno alemán presentó hoy un balance triunfalista de su gestión económica durante la legislatura que acaba y reiteró su confianza en que la consolidación fiscal y las reformas son los motores del crecimiento.
En una de las últimas reuniones del Gobierno de Angela Merkel antes de las elecciones del 22 de septiembre, los ministros de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y de Economía, Philipp Rösler, entregaron al gabinete un informe sobre la evolución financiera y económica del país, dejando claro que, "en Europa, Alemania es hoy el ancla de la estabilidad y el motor del crecimiento".
Entre los pocos puntos negativos del informe, en el que se analizan los últimos cuatro años, se encuentra el impacto de la crisis del euro en las exportaciones alemanas y las inversiones empresariales.
Tras insistir en que la consolidación fiscal y las reformas son la base sobre la que se ha sustentado el crecimiento económico alemán, los dos ministros advierten de que para continuar en la senda adecuada será "decisivo" que se siga reduciendo la inseguridad en Europa.
"El freno a la inversión en Alemania y en Europa sólo podrá resolverse si se adoptan en Europa reformas creíbles que refuercen la confianza en el desarrollo económico", se advierte en el informe.
Entre los principales logros del Gobierno de Merkel se destaca el fin de la tendencia a un mayor endeudamiento gracias a la política de consolidación presupuestaria y el incremento de la competitividad gracias a la puesta en marcha de reformas estructurales y a la flexibilidad del mercado laboral.
Según se señala, la economía alemana ha superado las dificultades derivadas de la crisis financiera internacional "mejor y más rápido que todos los países industrializados de su entorno" y siguió creciendo incluso durante la crisis europea de la deuda.
"El crecimiento y la ocupación se asientan sólo en un contexto estable y seguro que genere confianza en el futuro", advierte no obstante el Gobierno alemán, que recalca que "sin presupuestos sólidos no es posible" crecer.
Recuerda así la inclusión de un techo de déficit en la Constitución en 2009 para frenar el endeudamiento y la presentación de un presupuesto "estructuralmente equilibrado" para 2014, con un déficit de 6.200 millones -el más bajo de los últimos cuarenta años- que el Gobierno achaca principalmente a gastos puntuales, como su aportación al Mecanismo de Estabilidad Europeo (MEDE).
El saneamiento de las cuentas públicas, la disciplina de gasto y la reducción de la deuda representan "un cambio político fundamental" respecto a los siglos pasados, afirma.
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