Diccionario urgente para no financieros
La jerga económica parece difícil, pero puede explicarse con sencillez
La larga crisis económica ha hecho que muchas personas se familiaricen con términos financieros más o menos técnicos, como prima de riesgo. Sin embargo, todavía existen numerosos vocablos, muchas veces adoptados del inglés directamente, que crean un muro infranqueable para una población cada vez más necesitada de aumentar su cultura económica. Esta jerga financiera y/o bursátil se cuela en muchas noticias, conversaciones o determinadas tertulias. Son palabras o expresiones técnicas que, no obstante, sí se pueden explicar con cierta sencillez. A continuación se expone un glosario de términos financieros para estar a la última.
- Quita. En derecho, se utiliza para recoger el descuento o recorte que asume un acreedor sobre la deuda que mantiene con otro. Lo que está, por tanto, dispuesto a cobrar de menos, con tal de cobrar al menos una parte de lo que le deben. Su significado actual se ha extendido y ya se aplica, entre otras cosas, a los depósitos para, en este caso, explicar que parte del dinero no se va a recuperar como tal o, lo que es lo mismo, va a desvanecerse. En el caso de Chipre, esta quita básicamente se concreta en que quienes tenían depósitos de más de 100.000 euros perderán el 47,5% de su valor.
Los vocablos financieros
- Rescate ‘bail-out’ frente a rescate ‘bail-in’. En el primero de los casos, el Estado o un conjunto de Estados o instituciones (piénsese en la Unión Europea, el FMI o la troika) inyectan capital en determinadas entidades financieras para rescatarlas de su posible colapso. Es un rescate externo que, a la postre, paga el conjunto de la ciudadanía vía impuestos, por lo que para muchos no es más que una “socialización de las pérdidas” de la banca. En los rescates bail-in (caso chipriota anterior), las pérdidas de las entidades las asumen sus acreedores, sus accionistas, sus bonistas y sus depositantes, que en algún caso pasan a ser (incluso a su pesar) accionistas. Se habla así de “rescate interno”, que algunos resumen con un “que cada palo aguante su vela”.
- Represión financiera. Explicado sin delicadeza por algunos economistas, se trata de “la confiscación y el robo a sus ciudadanos por parte de los Estados para sanear sus maltrechas cuentas, es decir, su enorme endeudamiento”. Desde Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo, se dice de la represión financiera que es “principalmente una herramienta para redistribuir la riqueza desde los acreedores (los ciudadanos) a los deudores (los Gobiernos)”. Lo que hacen estos es, entre otras cosas, controlar los tipos de interés; los mantienen, a su juicio, artificialmente bajos de tal forma que la rentabilidad real que obtienen los ahorradores (teniendo en cuenta la inflación) es negativa. Con ello se logra reducir el coste de financiación vía deuda para los Estados, pero… a costa de que los ahorradores pierdan su poder adquisitivo.
Quita es el capital que el acreedor perderá para recuperar la deuda
- ‘Ultra High Net Worth Individuals’ (UHNWI). Se trata de multimillonarios, más que ricos, pero dicho de una forma mucho más glamurosa. Fortunas de más de 30, 40, 50 o 100 millones de dólares (según para quién) disponibles para invertir y, por tanto, sin tener en cuenta ni sus bienes inmobiliarios, ni sus obras de arte, ni sus coches…
- Banca ‘wealth management’. En lenguaje también algo sofisticado y, por supuesto, en inglés, esta expresión significa “servicios de asesoramiento y gestión del patrimonio”.
- ‘Aums’. Es la abreviatura de assets under management o, lo que es lo mismo, “activos totales bajo gestión” o, más llanamente, “patrimonio gestionado”.
- ‘Risk-on / risk-off’. Cuando los mercados estiman que existe un riesgo bajo a la hora de invertir, se dice que están en modo risk-on. Esa impresión de bajo riesgo se suele traducir en una subida de las Bolsas y una mayor apuesta por los activos de riesgo por parte de los inversores. El dinero que se mueve con rapidez en los mercados internacionales, con carácter especulativo, es exactamente lo contrario. Los inversores huyen de los activos de riesgo, al percibir este como alto. Suelen venderlos —las Bolsas se orientan a la baja— y recolocan su dinero en posiciones más conservadoras, como puede ser la renta fija de alta calidad (sin dudas sobre el cobro de intereses y la recuperación de lo invertido).
Países como Japón
- ‘Double dip’. Figura en forma de W de la economía de un país. Recesión, recuperación y vuelta a la recesión. Uno de los peores temores.
- Proceso de ‘japonización’. Otro de los miedos más extendidos en los últimos tiempos. Ante las medidas de austeridad fiscal, el saneamiento (para algunos, “ficticio” de determinados bancos) o las políticas de inyección de liquidez que no se traducen en aumento del crédito hacia el sector privado… hay quien sostiene que España (incluso el conjunto de la Unión Europea) puede japonizarse, es decir, entrar en un periodo más que largo de estancamiento económico. La historia del país nipón tras su crisis de los años noventa.
- ‘Forward guidance’. Algunos bancos centrales —la Reserva Federal de EE UU o el propio BCE— han decidido apostar por esta nueva estrategia de comunicación: no solo explican sus decisiones presentes en materia monetaria y de tipos de interés, sino que adelantan las que esperan llevar a cabo en el futuro. ¿Objetivo? Teóricamente, reducir las incertidumbres en los tipos de interés a largo plazo.
- ‘Grexit’ o ‘Grecovery’. A alguien bastante original se le ocurrió hace ya más de un par de años sumar Grecia y Exit (salida) y crear Grexitpara hablar de la posible salida del país de la zona euro. El Gobierno griego lleva meses intentando que tal palabro entre en desuso y sea claramente sustituido por Grecovery, mezcla en este caso de Grecia y recuperación.
- ‘Hot money’. “Dinero caliente”, más claramente dinero que se mueve con mucha rapidez por los mercados internacionales, con carácter especulativo, buscando ganancias rápidas.
- Que los mercados pasen ya a depender definitivamente de sus fundamentales. Esta idea quiere decir que definitivamente pasen a valorar el crecimiento económico, la mejora de los niveles de desempleo, la capacidad de generar beneficios por parte de las empresas, la solvencia real de las entidades financieras y los Estados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.