El efecto de los votos de Merkel
El cambio más significativo ha sido la relajación de la senda del ajuste fiscal
Tras dos años desastrosos, Alemania y Francia despiertan de la recesión con un crecimiento equilibrado entre demanda interna y exportaciones y arrastran al resto de países. A pesar de la sobrevaloración del euro que penaliza las exportaciones europeas, la recuperación de la demanda de EE UU y Reino Unido ha permitido a la eurozona salir de la recesión. En el mundo emergente las exportaciones a China han caído pero han sido compensadas por Rusia y Turquía.
En la demanda interna el cambio más significativo ha sido la relajación de las sendas de ajuste fiscal. Esta primavera la mayoría de países estaban forzados a presentar planes de ajuste adicionales, como sucedió el pasado verano, y profundizar en la recesión. Hollande desafió las recomendaciones de la Comisión y forzó el cambio de política fiscal en la última cumbre. Merkel en elecciones tragó y además aprobó la pasada primavera un Plan D de estímulos: cheque bebé, rebaja del copago sanitario, etcétera. Además, el sistema de Kurzarbeit de protección al desempleo también ha supuesto un estímulo fiscal en Alemania.
La política monetaria ha conseguido reducir la tensión sin usarse. Las primas de riesgo han revertido a niveles del verano de 2011, pero siguen descontando quitas significativas en el caso de Grecia y Portugal y no despreciables en el caso de España, Italia e Irlanda. El BCE dice que está dispuesto a comprar bonos, por supuesto con: rescate, condiciones extremas y con e-l beneplácito de los mercados y las agencias de rating. El problema es que la Reserva Federal va a comenzar a retirar estímulos y las compras del BCE serían menos efectivas. De nuevo la maldición europea de llegar demasiado tarde y sin la contundencia necesaria.
De los periféricos destaca Portugal. Las cifras del segundo trimestre están infladas ya que no corrigen el efecto calendario y Semana Santa pero aún así han mejorado. No conocemos la desagregación, pero su demanda interna seguirá probablemente en depresión y será el tirón de sus exportaciones el que explique la recuperación. Grecia también es una pura ilusión monetaria. Los griegos ya están atrapados en la deflación, pero con caídas del PIB nominal que triplican a las niponas y sin ahorro interno para financiar la deuda pública como los japoneses en los noventa. Por lo tanto, están condenados a una nueva reestructuración de deuda y si no vuelven a crecer, a salir del euro. Chipre también.
Italia y España no han conseguido crecer, pero sus PIB están prácticamente estancados
Italia y España no han conseguido crecer, pero sus PIB están prácticamente estancados. Las exportaciones italianas crecen con menos intensidad lastradas por el menor crecimiento de la productividad y la competitividad que en España desde 2009. Pero la demanda interna transalpina está menos afectada por la restricción de crédito y ya cuentan con equilibrio fiscal primario, lo cual es una gran ventaja sobre España.
En España se mantiene el buen comportamiento de nuestras exportaciones registrado desde 2009 y crecen con más intensidad que las del resto de socios, especialmente fuera de la Eurozona. Teniendo en cuenta que el euro está sobrevalorado, es doblemente meritorio y nuestras empresas exportadoras y sus trabajadores merecen nuestro reconocimiento. Pero la demanda interna sigue en depresión. Aún no conocemos datos desagregados, pero el Banco de España anticipó que el consumo y la inversión cayeron en el segundo trimestre con la misma intensidad que en el trimestre anterior.
Además del récord en desempleo y en caída de crédito a empresas y hogares, nuestra economía también tiene el récord de caída de ventas minoristas de la Eurozona con un desplome del 7% anual en junio. El sistema bancario sigue sin la capitalización necesaria para atender con normalidad la demanda de crédito y la reforma del mercado de trabajo ha tenido efectos muy contractivos al destruir masivamente empleo indefinido, sustituirlo por empleo precario a tiempo parcial y facilitar la bajada de salarios.
El crecimiento de la eurozona es condición necesaria pero no suficiente. Hay que reestructurar deudas que no se van a poder pagar, en el caso de España la deuda de las familias necesita una actuación urgente. Para ello será necesario mutualizar deuda, recapitalizar a los bancos europeos, especialmente alemanes, holandeses y franceses, y eurobonos para financiar la operación. Para evitar que la emisión de eurobonos presione al alza los tipos de interés y aprecie aún más el tipo de cambio, el BCE tendrá que monetizar deuda como ha hecho la Reserva Federal desde 2009.
Lamentablemente la reacción de Merkel y Olli Rehn ha sido reafirmarse en el error. Las reformas han surtido efecto pero estamos en el inicio, volverán los ajustes fiscales, y bajadas de sueldos para profundizar en la deflación. Rajoy también se reafirma en el error y atribuye todo el mérito a su reforma del mercado de trabajo. El mayor problema de Europa son las ideas que rigen la política económica, que, a diferencia del PIB, no han cambiado ni un ápice.
José Carlos Díez es profesor de economía de Icade Business School.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.