Jugar no es solo cosa de niños
La última tendencia de formación corporativa se centra en la diversión y la experiencia
Se levanta el telón. Tres actores sobre un escenario improvisado reproducen una típica conversación de oficina. Tan típica como que es igual a las que se dan en nuestra empresa. Los rumores, la queja permanente de los compañeros, la falta de colaboración…, todas esas actitudes tóxicas de los empleados que van minando la moral del personal aparecen como si las estuviéramos viviendo un día más. A través del humor, Cómicos Corporativos va resolviendo las disputas laborales para demostrar que depende de cada trabajador cambiar las situaciones con las que no está conforme y que la comunicación es básica para potenciar la motivación y la actitud emprendedora de las plantillas. Y, con ellas, la ansiada productividad.
Estos tres actores se han apuntado a una tendencia formativa que pisa fuerte en España desde hace unos meses. Es la idea de aprender jugando. “A través de la diversión se conecta con la emoción, que es la fórmula más eficaz para que los conocimientos queden retenidos en nuestras mentes, según se ha demostrado científicamente”, sostiene Marta Romo, socia de la consultora Be-Up. Concursos, competiciones, actoring, teatro, payasos, magia, dirección de orquesta… Todo recurso estimulante e innovador vale para reducir la distracción de los equipos y los líderes y dirigir su atención hacia lo que se quiere que aprendan, en una era en la que la capacidad del cerebro de mantener la atención se ha reducido drásticamente.
“La línea de formación y desarrollo que se está imponiendo en el mundo se basa en los juegos desarrollados a partir de una narrativa, como hemos comprobado en un reciente congreso celebrado en Dallas”, explica Romo, que piensa que la creciente demanda de las empresas por este sistema de aprendizaje en España está vinculada a la desmotivación de las plantillas tras los despidos masivos que se han producido en las organizaciones y la carga de tareas que han provocado en el personal que se mantiene en la compañía; necesitan elevar la moral de los reducidos equipos y cambiar su forma de trabajar, sostiene.
“Las empresas buscan generar compromiso para que las plantillas sean más eficientes y mucho más productivas, tras los procesos de ajuste, que conllevan dolor y mal ambiente”, apoyan los abogados del área laboral de Backer & McKenzie. “Y se ha comprobado que el aprendizaje a través del juego dirigido mejora el compromiso de las plantillas y las fideliza”, dice Romo.
La acción conecta con la emoción y así el aprendizaje
Be-Up está trabajando con más de 80 mandos intermedios de Vodafone la mejora en la gestión del tiempo, la capacidad de delegar y la confianza y el optimismo, que después de un ERE que ha afectado a 620 personas hace falta. Cinco días de competición por equipos y con el uso de la técnica del actoring (varios actores reales representan junto a los empleados escenas que les disturban en su día a día laboral para que actúen como un espejo de los comportamientos que hay que mejorar en la empresa) son los novedosos recursos con los que se quiere motivar a la plantilla de Vodafone.
Think & Action es otra consultora innovadora que aplica las dinámicas experienciales y lo que se conoce en recursos humanos como gaming. Líderes y equipos de empresas como Desigual, Lilly o Everis, están contratando este tipo de servicios para desarrollar el talento de sus empleados y para transformar sus organizaciones. Pero si hay algún contenido que se lleve la palma, ese es el de la formación motivacional, indica Fernando Botella, consejero delegado de Think & Action, al tiempo que señala que “20 de los 23 días hábiles que tiene el mes de septiembre los dedicaremos a programas que tienen que ver con la motivación”.
La consultora utiliza el actoring, el teatro, la magia, los payasos y la música en buena parte de sus programas de formación. “Aprender jugando es mucho más efectivo, la transferencia del conocimiento es inmediata, evitamos que se olvide la mitad del contenido de la formación que habitualmente se pierde tras un mes de realizarla”, argumenta Botella, en la creencia de que “el ser humano aprende desde el hacer, y jugar es una simulación del hacer. Tiene que ver con divertirse y con la acción, en lo que se basa la psicología infantil, y ha demostrado su eficacia en el desarrollo de habilidades profesionales y directivas y en el desarrollo de conocimientos. En el área de los comportamientos es más difícil medir su resultado”.
Para Desigual, la consultora ha desarrollado un programa de liderazgo que pretende sacar el personaje que “todos tenemos dentro” a través de un payaso; para Lilly y sus visitadores médicos optó por la dirección de orquesta para potenciar el sentimiento de equipo, y para Everis, la magia fue el canal utilizado para mejorar la escucha interna.
Y es que, según Rafeek Albertoni, fundador de la compañía teatral Cómicos Corporativos, “es posible crear un clima laboral motivador eliminando las creencias limitadoras para combatir la inercia, la desidia y la desilusión en el trabajo. A través de nuestros gags, el empleado ve reflejados los comportamientos negativos que tiene a diario en la oficina, los identifica y se da cuenta de cómo cambiarlos”. Los actores han trabajado en programas de formación de compañías como Telefónica, Microsoft, ING, Multiópticas o Cetelem. En Brasil, de donde es oriundo Albertoni, son muy frecuentes las compañías de actores que trabajan en el desarrollo de formación corporativa. Los precios, de 2.000 a 4.000 euros por sesión, señala el cómico.
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