El acuerdo con Pekín indigna a la industria de los paneles solares

La Comisión Europea abortó el pasado sábado el conato de guerra comercial que a principios del pasado mes de junio se abrió con China por el precio de los paneles solares. El comisario de Comercio, Karel de Gucht, anunció su satisfacción por “el acuerdo amistoso que estabilizará el mercado y eliminará el daño creado a la industria europea por las prácticas de dumping”. Pero los productores locales de los paneles no parecen compartir esta opinión.

Eu ProSun, la organización que representa a más de 20 compañías europeas y aglutina uno de cada cuatro fabricantes de productos de energía solar, acusó ayer a la Comisión de falsear los datos y de haber cerrado un acuerdo que producirá la quiebra de más empresas y despidos de más trabajadores. La Alianza para la Energía Solar Asequible advirtió de que la industria reducirá plantilla en Europa y trasladará su experiencia e inversiones a mercados exteriores si el precio acordado entre la UE y China es demasiado alto.

Pese a que la Comisión Europea no ha especificado cuál es ese precio mínimo acordado, los analistas estiman que rondará los 56 céntimos por vatio producido. Un precio que la analista de Bloomberg Jenny Chase considera demasiado bajo para algunos fabricantes. “Este es probablemente un buen pacto para los compradores europeos y para los fabricantes chinos”, sintetiza.

El 70% de los exportadores chinos se ha comprometido a respetar el precio mínimo, mientras que el 30% restante deberá pagar a partir del próximo 6 de agosto un arancel del 47,6%. También pagarán ese nuevo arancel los fabricantes chinos que excedan el volumen anual fijado. El comisario De Gucht confía en que el acuerdo permita a las empresas europeas recuperar cuota de mercado.