El beneficio del Popular cae un 3%, pese a anotarse plusvalías de 242 millones

El Banco Popular confía en la recuperación económica, pero no está seguro de que vaya a ocurrir. “Nos acercamos a la recuperación de la economía, pero desconocemos la intensidad y el ritmo”, afirmó este viernes el consejero delegado, Francisco Gómez.

La entidad es consciente de que la evolución del paro y del PIB marcarán los resultados del Popular ya que el 90% de los ingresos comerciales depende de la banca minorista.

Mientras se deshoja la margarita del futuro, el Popular ha cerrado el primer semestre con un beneficio de 170,3 millones, un 3% menos que en junio de 2012. El margen de explotación, que refleja la marcha del negocio, ha caído un 17,5%, si bien Gómez destacó esperanzado que ha mejorado frente a marzo de 2013 y diciembre de 2012.

Para evitar un descenso mayor del beneficio, el Popular ha contado con 242 millones de plusvalías por la venta de activos, de los que solo 34 se han materializado en el segundo trimestre. La entidad reitera su objetivo de conseguir 600 millones de plusvalías este año.

Mientras tanto, las provisiones se quedan igual. Mientras las de los créditos en general bajan el 32% frente al año anterior, ayudadas también por la recuperación de fallidos que ha generado 130 millones, las del ladrillo más que se duplican, hasta los 464 millones.

Hasta que se despeje el horizonte, en la segunda mitad del año, el banco no decidirá si volverá a repartir dividendos y en qué cuantía lo hará, dijo Gómez, que tuvo un recuerdo especial para las víctimas del tren de Santiago.

La morosidad es uno de los aspectos más destacados de los resultados del banco presidido por Ángel Ron. Los morosos han aumentado un 68% en el último año y el saldo neto asciende a 16.650 millones. Gómez destacó que el ratio del 10,84% es inferior al del sector “que ha subido hasta el 11,2% pese a que las nacionalizadas han trasladado gran parte de los deudores a la Sareb”.

También señaló que solo crece la morosidad inmobiliaria frente mientras se mantiene estable la de empresas y particulares. El consejero delegado destacó que la entidad cuenta con 2.500 millones en provisiones sin asignar que “permitirían que se duplicara la morosidad inmobiliaria sin que tuviéramos que realizar nuevos saneamientos”.

Para el futuro, Gómez admitió que seguirá creciendo. La cobertura de morosos se ha elevado hasta el 52% y la de adjudicados hasta el 48%.

El Popular cree que no le perjudicará en los resultados la próxima entrada en vigor de las nuevas normas sobre refinanciaciones del Banco de España. En total, la cartera de refinanciados asciende a 14.363 millones.

El Popular ha puesto en marcha su propio banco malo, una división donde agrupa lo peor de la división inmobiliaria. En los primeros meses de vida ha vendido inmuebles por 175 millones.

El banco madrileño ha realizado una apuesta estratégica por las pymes y los autónomos, dos segmentos que están sufriendo con especial virulencia la falta de crédito. Aunque el salto total del crédito ha caído un 4,55%, Gómez destacó que “las pymes son el futuro de España y les concederemos todo el crédito que sea posible”. Hasta junio han incrementado los préstamos a estas empresas en un 4,8%, según la entidad. El número dos de la entidad también descató la fortaleza de capital, con un ratio Tier 1 del 10,46%.

El Popular batió las previsiones del mercado, que esperaba menos beneficios. Subió un 7% en Bolsa y un 18% en toda la semana, también empujado por las especulaciones sobre una fusión con CaixaBank, que fue desmentida por el banco.