El programa de rescate griego afronta un agujero de financiación de 3.800 millones
Fuentes europeas sostienen que la brecha no es enorme y que debería poder salvarse en otoño La eurozona aprueba el desembolso de un nuevo tramo de ayuda de 2.500 millones
La economía griega sigue enfrentándose a pruebas de fuego. Este viernes se ha sabido que el segundo programa de rescate financiero del país deberá afrontar un agujero de 3.800 millones de euros hasta finales de 2014, según fuentes comunitarias. En el mismo día en que las autoridades de la eurozona han aprobado el desembolso de un nuevo tramo de ayuda por valor de 2.500 millones de euros, las mismas fuentes han matizado que la brecha existente no es enorme y que debería ser viable cerrarla en otoño, cuando se vuelva a revisar el programa.
El programa de asistencia por parte de la troika de prestamistas —Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional— cuenta, según estas fuentes, con financiación asegurada "hasta el final de julio de 2014". También se recuerda que ya se han desembolsado cerca de 210.000 millones de euros de los 240.000 acordados en 2010 y 2011.
En Bruselas no descartan que Grecia alcance un pequeño superávit primario este mismo año
Así que agujero se explica, según el funcionario europeo, por la negativa de algunos bancos centrales de Estados miembros a ampliar ciertos programas que sostienen deuda soberana griega. De todas formas, en Bruselas consideran que hay suficientes vías para cerrar la brecha, por ejemplo si Grecia consigue emitir el próximo año deuda a corto plazo en el mercado.
Por otra parte, la UE observa que la evolución de la deuda pública griega "no ha cambiado notablemente durante las últimas dos revisiones" del rescate por parte de la troika. Las estimaciones con las que se trabaja estiman que la deuda país alcanzará el 175 % del PIB este año antes de bajar "más rápidamente" para situarse por debajo del 120 % en 2021.
Los países de la Eurozona decidieron en noviembre de 2012 que Grecia debe alcanzar un saldo presupuestario primario y después el superávit primario —antes del pago de intereses— en 2016 y reducir el nivel de deuda hasta el 124 % en 2020 para quedarse sustancialmente por debajo del 110 % en 2022.
En este sentido, en Bruselas entienden que "hasta ahora la consolidación fiscal está encarrilada", y, según la fuente, no descartan que Grecia alcance "un pequeño" superávit primario este mismo año.
En el Eurogrupo del pasado noviembre, los Diecisiete también afirmaron que "considerarán más medidas y asistencia (...) si fuera necesario para alcanzar una mayor reducción creíble y sostenible de la deuda griega cuando Grecia alcance un superávit primario anual (...) y si implementa plenamente todas las condiciones del programa".
Este debate no se dará ahora ni en otoño, sino que se debe afrontar en "abril, cuando Eurostat haya verificado los datos para 2013", explica el funcionario, que recalca que la declaración de los ministros de la eurozona no habla de una quita u otras vías. "Habla de apoyo. Se tendrá que ver [en abril de 2014] de qué forma de apoyo se trataría en caso de que fuera necesario", indica.
Los socios internacionales de la troika también consideran que la actual coalición de gobierno en Grecia "parece quizás incluso más cohesionada" que el anterior tripartito. Durante las últimas dos semanas se ha apreciado un apoyo al programa, dado que Grecia ha tenido que aprobar medidas impopulares para recibir el próximo tramo de ayuda de 2.500 millones de euros más 1.500 millones de beneficios de los bancos nacionales centrales procedentes de la compra de bonos helenos. La eurozona ha dado este viernes finalmente su luz verde para el desembolso, el próximo lunes, de esa nueva ayuda.
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