La banca reivindica que asume la mitad de las pérdidas de las entidades fallidas
La AEB avisa que el paso del tiempo agrava los problemas de Catalunya Banc y NGC Martín eleva la factura de las pérdidas ya materializadas a 40.042 millones Recuerda que los preferentistas han perdido 12.727 millones en el saneamiento de las cajas
El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, ha reivindicado este jueves la aportación del sector financiero, y singularmente de los bancos, en las ayudas a las “entidades fallidas”. El presidente de la patronal bancaria sostuvo que el sector, a través del Fondo de Garantía de Depósitos, se reparte “al 50%” con el Estado (a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) los 31.959 millones de euros de “pérdidas ya materializadas” por las intervenciones en las agrupaciones de cajas (y sus filiales bancarias) rescatadas.
“Que esto no se reconozca, es una cosa increíble”, sostuvo Martín, quien recalcó que el problema se concentró en las agrupaciones de cajas, un problema en cuya resolución, añadió, los bancos han contribuido con ayudas en las que ya contabilizan 10.982 millones en pérdidas, un cálculo en el que Martín incluyó el impacto de los esquemas de protección de activos que se desarrollaron para hacer más factible las adquisiciones de cajas fallidas.
En total, la AEB estima que esos esquemas de protección elevará en 8.053 millones las pérdidas por la intervención en Unnim, CAM y CCM, casi todos ellos puestos por los bancos y las cajas sanas. En total, la cuenta de pérdidas ascendería a 40.042 millones, el 4% del PIB, y más de la mitad de los 75.000 millones puestos por el Estado y el sector.
Los cálculos de la AEB hacen referencia a las pérdidas ya materializas en las ayudas públicas y en las ayudas del sector incorporada en los dos primeros planes de actuación del FROB. Pero no incluye los fondos del rescate europeo, que se concentran en Bankia, Catalunya Banc y NGC Banco (entre las tres recibieron 32.500 millones en inyecciones de capital de la facilidad financiera europea). En este caso, la cuantía de las pérdidas sería sostenida íntegramente por los contribuyentes, no por el sector. Y dependerá de a qué precio se privatizarán las tres grandes entidades nacionalizadas, aunque Eurostat ya ha obligado al Gobierno a contabilizarlas como aumento del déficit público porque considera razonable que también se pierdan.
El presidente de la AEB evitó posicionarse de forma explícita sobre la necesidad de acelerar, o no, las subastas de Catalunya Banc y NGC Banc, pero lanzó un mensaje inequívoco. “Las entidades fallidas se identificaron muy pronto, en 2009. Y se ha demostrado que el paso del tiempo no arregla el problema de las entidades fallida, lo incrementa, porque estaban mal diseñadas”, afirmó en el seminario que organizan la asociación de periodistas de información económica y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Martín se alineó así con la tesis del presidente del BBVA, Francisco González, quien reclamó este lunes al Gobierno que acelerara las subastas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, replicó el martes que “hay tiempo de sobra” y que el objetivo del Ejecutivo es recuperar el coste de la ayuda pública en ambas entidades, incluso ganar dinero. “Es una empresa difícil, no imposible”, acotó el presidente de la AEB.
Martín hizo referencia además a otros costes: estimó en 12.727 millones las pérdidas asumidas por los clientes de participaciones preferentes en el rescate de las cajas fallidas y recordó que los bancos han perdido 60.000 millones en capitalización bursátil en los años de las crisis.
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