Capriles atribuye el reconocimiento de la FAO a Venezuela a "otros intereses"

El líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles, dijo hoy que el reconocimiento al país por parte de la FAO del pasado domingo se debe "a otros intereses" al recordar que el director general del organismo, José Graziano da Silva, fue parte del Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

"Este tema de la FAO yo creo que detrás de eso hay otros intereses. Me dicen que la persona que está al frente (...) de este premio fue del Gobierno del presidente Lula", señaló Capriles en su programa semanal "Venezuela somos todos", a través de su canal de internet Capriles.tv

La Organización Mundial para la Agricultura y Alimentación (FAO) reconoció el pasado domingo a Venezuela por haber logrado los objetivos del "Reto del Hambre Cero" y el de reducir a la mitad el número de personas desnutridas desde 1996.

"Ya conocemos nosotros la posición pública y política (...) del presidente Lula", dijo Capriles, haciendo referencia a las declaraciones que el expresidente brasileño (2003-2011) hizo a favor tanto del fallecido Hugo Chávez como del actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en las recientes campañas electorales que ha vivido ese país.

"No era para meterse en los asuntos electorales de nuestro país", manifestó el también gobernador del estado Miranda (centro).

"Dicen que siempre detrás de eso (el apoyo) lo que ha habido son grandes negocios (...) durante los últimos años. Brasil ha sido un gran vendedor a nuestro país. Sin duda alguna a beneficio de Brasil más no a beneficio de nuestro país", añadió.

La oposición ha criticado el premio de la FAO asegurando que en Venezuela hay problemas de hambre, y por haberse dado en momentos en que el país ha venido sufriendo la escasez de algunos productos de consumo básico, que hicieron más agudos los habituales problemas de desabastecimiento en diversos renglones comerciales.

El Gobierno de Maduro responsabiliza de la escasez a la especulación y los empresarios la atribuyen al sistema de control de cambios que limita al acceso a las divisas, que rige en el país desde hace 10 años.