Los Economistas piden subir el tipo efectivo de sociedades y bajar el general

¿Cómo se puede conjugar la popular frase de san Ignacio de Loyola “en tiempo de tribulaciones no es momento de hacer mudanzas” con la reclamación de una reforma del sistema tributario en plena crisis? El Consejo General de Economistas y Asesores Fiscales (REAF-REGAF) lo ha hecho esta mañana argumentandoal decir que no es momento de una reforma fiscal pero proponen medidas para hacerla. Los Economistas justifican que “la gran reforma necesaria es introducir transparencia y claridad en el sistema fiscal” y se quejan de la gran cantidad de normas tributarias que se han aprobado durante la crisis.

Los economistas critican que en los últimos cuatro años el impuesto de sociedades acumula más de 70 cambios normativos lo que lo ha convertido en un sudoku. “No se puede entender los impuestos por la cascada de medidas adoptadas por la crisis”. El presidente de la organización de Economistas, Valentín Pich, reconoce la contradicción: “Una reforma integral del sistema tributario en tiempos de crisis puede parecer una contracción”. Los economistas adelantan las posibles líneas de reforma ya que la Unión Europea ha lanzado una serie de recomendaciones sobre el asunto —pide cambios en el modelo fiscal antes de marzo de 2014— y que hay cierto consenso que uno de los tributos a reformar es el de sociedades.

Los expertos en fiscalidad de la organización piden cautela para acometer una gran reforma del modelo fiscal por el riesgo del impacto que tendrán los cambios sobre la economía. Advierten de que la reforma debe acometerse con una perspectiva amplia y la que se podría proponer ahora podría tener un campo de visión corto que solo pensase en estrujar aún más la capacidad de recaudación por los apretones de la crisis. No obstante, precisan que el impuesto de sociedades es el que más necesita reformarse porque hay un continuo reparcheo”.

Pich recuerda que el cambio en la estructura del impuesto sobre los beneficios empresariales estaría justificado por la caída de la recaudación durante la crisis. Entre 2007 y 2012 la recaudación ha caído un 52%, la mitad. Aunque algunas medidas adoptadas el año pasado han provocado un aumento del 29% en el último ejercicio.

Los economistas critican el parcheo continuo de este impuesto y la gran diferencia entre el tipo nominal (el 30% para grandes empresas y el 25% para pymes) y el tipo efectivo que pagan (el 11% el año pasado). Por eso proponen ensanchar las bases imponibles del impuesto, tender a bajar el tipo general (30%), acercar la base imponible al resultado contable para subir el efectivo, revisar y eliminar los regímenes especiales (hay más de una docena), simplificar las amortizaciones, revisar la limitación de los gastos financieros deducibles y aprobar medidas para reducir el fraude.

El REAF-REGAF considera que no queda margen en el IRPF para subir los tipos, ya que está entre los más altos del mundo. No obstante, si ven un estrecho margen en el IVA (el tipo general está al 21% mientras otros países lo tienen al 23% y hay bienes con tipo reducido que podrían estar en el general) y mucho más en los impuestos especiales.

Pich ha apostado por repensar la fiscalidad autonómica y controlar la maraña de tasas que tienen los Ayuntamientos. “El sistema tributario español gira en torno a figuras tributarias tradicionales. Quedan por explorar nuevas figuras como impuestos medioambientales o sobre las transacciones financieras”.