Alquiler turístico en 17 versiones
La modificación de la LAU establece una legislación diferente por cada CCAA
Alquilar una vivienda por días no será ni tan barato ni tan fácil. El motivo, la modificación legislativa que lleva a cabo el gobierno para excluir de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) a los alojamientos de uso turístico.
La medida ha abierto un debate en el que, por un lado, están los que defienden la necesidad de regularizar el sector drásticamente y, por otro, los que consideran que la Ley podría obstaculizar el proceso de alquiler y mermar el sector turístico.
Actualmente, la LAU está pensada para una vivienda habitual pero incluye un apartado que cubre el arrendamiento de temporada. Con la modificación el alquiler de viviendas de uso turístico pasará a ser competencia de las comunidades autónomas. En principio, este traspaso tiene como objetivo regularizar la oferta ilegal de viviendas vacacionales, aunque podría afectar también a los inmuebles turísticos que operan bajo la legalidad, aumentando las trabas burocráticas en favor del sector hotelero. Ahora, está en el aire cómo afectará en cada una de las autonomías.
Una comunidad autónoma donde hoteles y alojamientos turísticos ya comparten legislación es Cataluña. Lluís Torrent, presidente de la Federación Catalana de Apartamentos Turísticos (Federatur), afirma que es un proceso difícil que exige estar en continua negociación con los ayuntamientos. Torrent está de acuerdo en que se legalice el sector pero no en dejar sin amparo legal a las viviendas de uso turístico mientras las autonomías establecen una normativa. A su juicio, el Gobierno debería de implantar un periodo de tiempo para que la comunidades legislen en esta materia. Es el caso de Andalucía, por ejemplo, que quedaría desatendida legalmente dejando a los alojamientos turísticos desprovistos de refugio jurídico ante las denuncias del sector hotelero.
Los hoteleros tendrían vía libre para denunciar a particulares
La patronal hotelera lleva más de un año en pie de guerra para que se legalice una situación que tacha de intrusismo y pretende cerrar el grifo a las viviendas que no cumplen las exigencias de calidad a las que sí se someten las instalaciones turísticas regularizadas. Dicen que este negocio alegal está afectando la imagen de España e impulsando la economía sumergida.
La actitud adoptada por el sector hotelero es entendida por diversas asociaciones del gremio como una posición que busca aumentar sus beneficios y dejar al margen a muchas viviendas turísticas que ya proceden conforme a la legalidad.
El secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) Ramón Estalella se opone a que “una parte muy importante del turismo español se aloje en establecimientos que queden fuera de regulación y de las obligaciones fiscales”.
David Tormos, presidente de la Asociación de Gestores de Viviendas de Uso Turístico de la Comunidad de Madrid (Asotur), coincide con Estalella en que” hay un mercado clandestino de particulares” pero considera que los “han metido en el mismo saco a todos”. El presidente de Asotur sí está a favor de regularizar el sistema de viviendas turísticas y de pagar la correspondiente tasa turística pero aboga por hacer las cosas organizadamente. Según Tormos en primer lugar y antes de modificar la LAU, cada comunidad autónoma debería de llegar a un acuerdo con la agrupación hotelera y la asociación o asociaciones que gestionan los alojamientos turísticos. “Si quitas la LAU y dejas sin amparo legal a los particulares las denuncias de los hoteleros irán en aumento”, declara Tormos.
Asociaciones coinciden en los vacíos legales de la medida
También se suma a la defensa de un mejor procedimiento legal Joaquín Leal, director de Interhome en España, empresa dedicada al alquiler y promoción de apartamentos turísticos. La entidad de Leal, que lleva 45 años en el sector, trabaja en toda Europa y por este motivo, Joaquín mantiene reuniones ocasionales con cargos similares de otros países. Sin ir más lejos, este pasado lunes se reunió con el presidente de alojamientos turísticos de Dinamarca quién le mostró su preocupación por lo que está ocurriendo en España. “Hay una parte importante de la economía española que vive de este sector”, señala y añade que el turismo español necesita “estándares de calidad. Al igual que hay particulares que son un desastre, hay hoteles que son peor todavía”.
Leal no desaprueba la administración por parte de las comunidades autónomas pero cree que hay que hacer las cosas con “cierta unidad de criterio” para alcanzar los estándares globales de calidad y, proceder después, a delegar en las comunidades. Al igual que Tormos, Joaquín opina que un negocio de calidad no puede estar sumergido pero en el momento en el que a un particular se le comiencen a complicar los trámites burocráticos elegirá “abandonar el negocio u optará por hacerlo a escondidas”. Ambas opciones son negativas para la economía española.
“Si el particular abandona el alquiler de viviendas y la oferta baja, el turista que no encuentra alojamiento en España se puede perfectamente ir a Francia o Grecia”, enfatiza Leal. Para el director de Interhome, España debe convertirse en un país competitivo lo que se consigue también facilitando las cosas a los particulares.
Los arrendatarios están a la espera
Los propietarios particulares de viviendas turísticas no saben qué rumbo tomará la norma pero prefieren mantener la calma. Algunos no se han enterado de la noticia y otros no han prestado demasiado atención. Ángeles, de un pueblo de Sevilla y propietaria de un chalé en la Costa del Sol, dice que no quiere problemas.
José Juan Pérez es de Nerja y tiene varias viviendas en Málaga. Prácticamente vive de alquilar a turistas sus inmuebles y tampoco se muestra preocupado. Ha tenido malas experiencias en alquileres de larga duración y ha encontrado en esta modalidad de arrendamiento una forma de cobrar a tiempo y de conservar en buen estado las viviendas.
Pérez pone en duda que se vayan a endurecer los alquileres de las viviendas turísticas, ya que esto supondría una caída brutal del turismo.
“No creo que familias que vienen con 5 ó 6 hijos a pasar quince días vayan a irse a un hotel porque les costará el doble. Para periodos prolongados no les es rentable", asegura José Juan. Para este malagueño lo ideal sería “darse de alta, pagar tus impuestos y que cada uno alquile como quiera”.
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