Deloitte pide a gerentes de filiales Pescanova que no actúen sin su permiso
Deloitte, como administración concursal de Pescanova, ha remitido una circular a los gerentes de las principales filiales de Pescanova para que no tomen ninguna decisión sin su permiso, según han indicado a Efeagro fuentes conocedoras de esta situación.
Esta decisión se produce para evitar movimientos en las filiales que no estén controlados por la administración concursal de Pescanova y que puedan suponer un perjuicio para la compañía y sus acreedores.
Deloitte controla a la matriz de la que dependen el resto de sus filiales, pero éstas cuentan con una gerencia independiente a la que ahora se pide que informe previamente de sus intenciones y actúe en función de sus mandatos y autorizaciones como administración concursal.
De momento se escapa de esa situación de control la filial Pesca Chile, declarada en quiebra a petición del banco HSBC y para quien el juzgado ha designado su propio administrador concursal.
En breve, según las mismas fuentes, es muy posible que se encuentre en la misma situación la filial de Argentina, para quien se ha solicitado también el concurso de acreedores.
El escrito de Deloitte, han añadido, se produce para evitar que los ejecutivos fieles a la dirección anterior -que dirigía el que fuera el presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-, tomen decisiones por su cuenta, sin consultar a la administración concursal.
Esta actuación autónoma en las filiales quedó reflejada recientemente cuando Pescanova -antes de declararse en concurso de acreedores- procedió a la venta de dos activos de su filial ecuatoriana Promarisco a una empresa local, hecho sobre el que no se informó al consejo de administración, ni de la intención de venderlo y de sus compradores, ni después de haberlo hecho.
El escrito de Deloitte, que cuenta con el visto bueno del juzgado, afecta a todo tipo de decisiones de compraventa, acuerdos comerciales, pagos y contrataciones a los que pueda llegar la gerencia de las empresas filiales.
El mismo aviso se remite a los apoderados de las sociedades y a los consejeros, a quienes se les pide se abstengan de tomar decisión alguna sin permiso previo de la administración concursal.
También quedan fuera de esta situación las sociedades participadas en las que Pescanova es un accionistas más, pero no tiene el control de la totalidad de la sociedad.
Precisamente, es el complicado mapa societario de la sociedad, presente en más de 25 países a través de sociedades filial, participadas e interpuestas, lo que complica este proceso, en el que la banca acreedora se ha duplicado respecto a los datos iniciales y ya supera el centenar.
Con una deuda de 3.500 millones de euros, según los últimos datos, la administración concursal de Pescanova ultima con la banca acreedora la concesión de un crédito por valor de 55 millones de euros, al que le faltan los últimos flecos.
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