Las pymes, ante el muro bancario
Desde finales de 2008, el crédito al sector privado ha caído en España un 17%, siendo las empresas quienes lo han sufrido con especial virulencia. Una caída tan acusada obedece tanto a factores de demanda como de oferta. Es cierto que en un contexto de recesión económica, no es fácil encontrar lo que suele denominarse demanda solvente. Pero no es menos cierto que las restricciones que existen por el lado de la oferta también explican una parte muy importante del desplome del crédito. Y la prueba de que las empresas tienen restricciones en el acceso a la financiación bancaria está en la información que ofrece la última y recién publicada encuesta del Banco Central Europeo (BCE) sobre el acceso de las pequeñas y medianas empresas (pymes) de la eurozona a la financiación externa.
Según esta encuesta, mientras que para el 16% de las pymes de la eurozona el acceso a la financiación es el principal problema al que se enfrentan en la actualidad, en España el porcentaje sube al 25%, siendo una complicación casi tan importante como encontrar clientes. Solo las pymes griegas superan a las españolas a la hora de señalar el acceso al crédito como el principal problema.
El 31% de las pymes españolas declara que la disponibilidad de crédito bancario ha empeorado en los últimos seis meses, frente al 22% de las pymes europeas. Y para financiar su actividad diaria con una línea de crédito, para el 34% de las empresas españolas se ha deteriorado el acceso, 12 puntos porcentuales por encima de la media europea.
Las enormes restricciones a la financiación que sufren las empresas exigen una respuesta urgente
Los problemas en el acceso a la financiación bancaria no solo son de cantidades, sino también de precio. Así, el 73% de las pymes españolas declara que los bancos han incrementado el tipo de interés del préstamo, porcentaje que supera con diferencia a cualquier otro país de la eurozona y que casi duplica la media europea. Pero además, las pymes españolas también encabezan el ranking europeo en cuanto a la exigencia de garantías se refiere, ya que algo más de la mitad opina que la banca ha aumentado la petición de colateral, frente al 37% de las pymes de la eurozona.
Y por si fuera poco, la dureza de las condiciones en el acceso a la financiación también tiene lugar en forma distinta del tipo de interés (como el pago de comisiones), ya que si en la eurozona la mitad de las pymes cree que los bancos han aumentado este tipo de costes, en España el porcentaje aumenta hasta el 76%, siendo una vez más el más elevado del área del euro.
¿Y qué hay de las perspectivas futuras en el acceso a la financiación? En el caso del préstamo bancario, el 18% de las pymes españolas cree que las condiciones seguirán deteriorándose en los próximos seis meses, frente al 16% de las europeas.
Una de las preguntas de la encuesta del BCE que puede dar más pistas respecto a la importancia de los factores de oferta a la hora de explicar la caída del crédito en España es aquella en la que las empresas valoran las posibles causas de la mayor o menor disponibilidad de financiación, siendo una de ellas la predisposición de los bancos a dar créditos. Pues bien, la respuesta no deja lugar a dudas: casi la mitad (47%) de las pymes españolas declara que la predisposición de los bancos se ha deteriorado, frente al 31% de las pymes europeas. En este caso, España comparte el nivel máximo de respuestas negativas nada menos que con Grecia y por encima de Irlanda, país este último cuya banca necesitó un rescate de tal calibre que arrastró al país a la intervención.
Una firma española paga un crédito un 77% más caro que una alemana
Esta valiosa y preocupante información puede complementarse con otra no menos rica que también ofrece el BCE: los tipos de interés bancarios. Si tomamos el último dato disponible referido a febrero de 2013, en España el tipo de interés a las empresas en operaciones nuevas de préstamos de menos de un millón de euros (el predominante en las pymes) es del 5,17%, 134 puntos básicos (pb) superior a la eurozona y 225 pb por encima de Alemania.
En consecuencia, las pymes españolas soportan un coste de la financiación bancaria un 35% superior a la media europea y un 77% por encima de las pymes alemanas. Obviamente, este sobrecoste en la financiación repercute negativamente en la rentabilidad y, por tanto, en las posibilidades de recuperación de la inversión y el empleo.
En este contexto, los datos hablan por sí solos. Las pymes españolas están sufriendo con especial virulencia las restricciones en el acceso a la financiación bancaria, lo que exige una respuesta urgente. Desgraciadamente, las esperanzas que se habían depositado en la reunión del pasado jueves del BCE se han esfumado, ya que la rebaja de tipos aprobada no va abrir el grifo del crédito bancario. Es la hora de poner en marcha las anunciadas y deseadas medidas no convencionales, ya que lo convencional (bajar tipos) va a tener escasos efectos reales.
Joaquín Maudos es catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, investigador del Ivie y colaborador del Cunef.
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