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TALEB RIFAI / Secretario general de la OMT

“Bajar precios es lo más fácil y peligroso”

Dani Cordero
El secretario general de la OMT, Taleb Rifai.
El secretario general de la OMT, Taleb Rifai.Gianluca Battista

El jordano Taleb Rifai dirige desde 2009 los designios de la Organización Mundial del Turismo (OMT), donde pilota una etapa de transición en el sector a nivel global: del dominio absoluto de Europa a la eclosión de los mercados asiáticos. El secretario general de la OMT defiende las previsiones de la organización en su desembarco en Barcelona, donde participa en el Salón Internacional del Turismo de Cataluña y en el Congreso de Turismo Asiático.

Pregunta. Su organización vaticina un crecimiento anual del turismo mundial superior al 3% hasta 2030. ¿No es muy optimista?

Respuesta. La mejor forma de pronosticar el futuro es mirar el pasado. Los últimos 10 años tuvimos tres grandes crisis. La generada por los atentados del 11-S de 2001, la del tsunami y la crisis asiática de 2005 y 2006 y la actual, iniciada en 2008. En todos los casos, el turismo cayó, pero posteriormente se recuperó. No es la primera vez que hacemos estimaciones a largo plazo, y con las últimas, hace 15 años, estuvimos absolutamente acertados. Hasta 2020 creemos que el crecimiento global será del 3,8% anual, y del 2020 al 2030, el alza será más modesto: del 3,3%. En 2020 tendremos ya entre 1.400 y 1.500 millones de turistas, así que mantener crecimientos tan altos será difícil.

P. ¿Cómo ha podido soportar el turismo la última crisis mundial con un avance del 4% en 2012?

“El turismo es muy sensible a las crisis, pero solo en el corto plazo”

R. El turismo es muy sensible a las crisis, pero en el corto plazo. Luego tiene una gran capacidad de resistencia.

P. ¿Cómo lo explica?

R. La industria turística se ajusta muy rápidamente, es flexible. Un turista, si no va a una parte, va a otra, y si no hace eso hará aquello otro. La segunda cosa importante es que el turismo no es hoy en día un bien de lujo. Se ha convertido en una necesidad y un derecho, se ha convertido en un fenómeno cultural sin marcha atrás.

P. El atentado en la maratón de Boston vuelve a poner sobre la mesa el tema de la inseguridad. Los efectos no tardarán en llegar.

“África recuperará los ratios anteriores a la ‘primavera árabe’ en 2013”

R. El efecto inmediato es muy intenso, pero hay una cosa importante en el turismo: se recupera muy fácil. Lo que ha pasado en Boston hará también que mucha gente quiera visitar la ciudad el próximo verano.

P. ¿África se ha recuperado tras la primavera árabe?

R. El mayor problema fue en 2011, cuando el turismo cayó más de un 70%. En 2013, seguramente volverán a tener los ratios que tuvieron antes de la primavera árabe. La gente se está acostumbrando a la incertidumbre política, que continúa siendo una realidad.

P. Europa tiene más del 50% del turismo mundial y sus previsiones son que no caerá el volumen de turistas. ¿Corre un riesgo de saturación?

R. No, está incluso sobrecapacitada, sobre todo el Sur, y mientras haya demanda, habrá oferta. Europa continuará creciendo como mercado turístico, pero perderá cuota de mercado, y no por su debilidad, sino a causa del crecimiento del turismo en países emergentes. El mundo se ha abierto, tiene muchas otras opciones. En 2000, los países desarrollados recibieron el 60% del turismo. Hoy, el 50%. En 2030, el 60% pasará por los países emergentes.

P. Como mercado emisor, ¿cómo están afectando la fuerte crisis europea y las políticas de austeridad que se están llevando a cabo en Europa?

R. Están afectando mucho. Históricamente, Europa no solo ha sido el continente que más turistas recibía, sino el que más enviaba. Ahora está encontrando problemas para enviar turistas, por la situación económica, pero eso lo está equilibrando el nacimiento de la clase media en los países emergentes. El año pasado, China se convirtió en el primer país en el mundo en gasto, relevando a Alemania. El crecimiento de los países emergentes no será solo en la recepción, sino también en la generación de turistas: China, Rusia, India, Brasil, Indonesia y Malasia están empezando a enviar turistas.

P. ¿Europa se verá obligada a bajar precios para mantener su oferta?

R. Espero que no, porque una vez que se bajan precios es muy difícil volverlos a subir. La mejor forma de gestionar la crisis en el turismo es hacer que tu oferta sea más atractiva, diversificada y más tentadora. Si un hotel tiene tarifas de 100 euros por noche es mejor decir “contrate cuatro noches y la quinta es gratis”, porque eso no genera la percepción psicológica de que la calidad se ha rebajado. La cuestión es innovar. Bajar precios es la forma más fácil y peligrosa de afrontar una crisis.

P. ¿Cómo contribuye a la competitividad europea la política restrictiva de la UE en cuanto a emisión de visados?

R. En emisión de visados no es que lo haga difícil, es que Europa es difícil. Y ese es el problema. Muchos países están gastando mucho dinero en promoción turística, pero gastan incluso más en decirles a sus potenciales visitantes que no vayan con su política de entradas. Están utilizando un sistema de visados que es básicamente del siglo XIX y se están perjudicando a sí mismos. En mercados como China o Rusia tienen que esperar entre cuatro y cinco semanas para saber si tendrán visado o no. Se tienen que entrevistar dos veces y viajar muchas veces desde sus domicilios hasta el consulado. Los nuevos viajeros no querrán hacer eso y tendrán otras opciones para viajar. En Turquía dan el visado cuando el turista llega, y otros países también. Es importante que Europa repiense y haga avances tecnológicos para agilizar los visados.

P. Pero Europa ve el visado como una herramienta disuasiva para la emigración ilegal.

R. Un ministro de Grecia me dijo una vez que el 94% de los inmigrantes ilegales habían llegado a Grecia con visado. ¿Seguro que ese es el motivo? Con pequeñas mejoras se podrían recaudar 206.000 millones de euros y crear 5,1 millones de empleos en los países del G-20. Por cada 43 visados que se emiten en Estados Unidos se crea un empleo.

P. Los informes de la OMT aseguran que el turismo de sol y playa ya no es importante como años anteriores, porque existen alternativas. ¿España debe repensarse?

R. España ha de utilizar su oferta de sol y playa para beneficiar a otro tipo de productos.

P. ¿Y la construcción de un macrocasino en Madrid o en Tarragona le va bien?

R. Cada proyecto se ha de estudiar mucho, pero este tipo de proyectos ayudan a diversificar el producto. España lo está haciendo muy bien. La marca España está muy fuerte. Estando dentro de España parece que las cosas están peor, pero no es verdad. Es uno de los países más atractivos turísticamente.

P. Pues hay grandes empresas del sector que están fatal y han tenido que cerrar.

R. Muchas empresas no se han ajustado suficientemente rápido. Tenemos que ser flexibles y rápidos en situaciones difíciles. Pese a que la economía global vaya bien y reciba más turistas, cuando la economía va mal, las empresas reducen también sus márgenes.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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