El cambio de rumbo del presidente del Eurogrupo asusta a los inversores
El sector financiero cayó un 3,9% en toda Europa
Lo que a primera hora se anunciaba como una apacible jornada en los mercados al calor del acuerdo sobre Chipre acabó convertida, una vez más, en otra demostración de cómo la indefinición política son las culpables de que ahora, tres años después del desbordamiento de los problemas en la deuda, la eurozona siga sumida en la crisis.
El detonante de las ventas fue, en esta ocasión, el tremendo golpe de timón que dio el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, que tras una semana asegurando que el caso chipriota era excepcional, abogó por aplicar el mismo modelo de rescate en otros países con problemas en su banca. Sus palabras pillaron a los inversores con el pie cambiado y el trastazo fue sonado: el euro cayó a su nivel más bajo en cuatro meses y regresaron las dudas a la deuda, que en el caso de España cerró su peor sesión desde que estalló la crisis de esta diminuta isla del Mediterráneo.
Con el temor a que se repita la vía chipriota en otros países, la deuda de España e Italia, los dos socios del euro que hoy por hoy están considerados como los más vulnerables, pusieron fin a las mejoras de la semana pasada. La prima de riesgo española, que es el sobreprecio exigido a los bonos del Tesoro a 10 años frente a los alemanes, de referencia por su estabilidad, avanzó en 15 puntos básicos con respecto al viernes, hasta los 363 (3,63 puntos porcentuales). El diferencial de Italia aumentó en la misma proporción, con lo que acabó en 328 puntos, porque la incertidumbre es la peor compañera de viaje para los inversores en renta fija.
Las Bolsas también sufrieron, sobre todo el sector financiero, que cayó un 3,9% en toda Europa pese a que los inversores abrieron la semana con ganas de rebote y de dejar atrás las caídas de la semana pasada. Sin embargo, el bandazo de Dijsselbloem, que pone en duda el dogma de que hay que rescatar a los bancos demasiado grandes para caer por los riesgos que implicaría su quiebra para todo el sistema, devolvió el miedo a los inversores.
Madrid y Milán lideran los recortes con descensos superiores al 2%
“El mercado, al igual que hizo el lunes pasado, ha vuelto a entender que los depósitos bancarios no están asegurados, y que las facturas de asistencias futuras a bancos europeos podrán cargarse en cierta medida contra los depositantes”, bonistas y acreedores, resumió Daniel Pingarrón, de IG Markets. El correctivo aplicado a la banca hizo que Madrid y Milán se situasen al frente de los recortes que registraron todos los parqués del Viejo Continente por el mayor pese que tienen en ellos los valores bancarios. Al final, el selectivo español se dejó un 2,27% y el FTSE MIB de Milán, un 2,5%. En las divisas, el euro, que a primera hora llegó a recuperar los 1,30 dólares, vio como su cambio frente a la moneda estadounidense se depreciaba hasta las 1,283 unidades del billete verde, un nivel desconocido desde noviembre.
El efecto de los nervios llegaron hasta ahí, pero de nuevo el plan de ayuda del Banco Central Europeo sirvió para evitar mayores daños. Su programa de intervención en los mercados, que todavía no ha sido usado, volvió a dejar en evidencia, que es el mejor cortafuegos a los problemas. “Los temores de contagio son muy exagerados”, señaló a Reuters el economista Nicholas Spiro. “Los mercados, de forma correcta o no, siguen creyendo en este esquema de compras de bonos”, agregó.
Sin embargo, los expertos advierten de que tanto cambio de rumbo no hace sino retrasar la eventual salida de la crisis. “Seamos claros, los bancos deberían responsabilizarse de sus propios riesgos. Dicho esto, si llevas toda una semana diciendo a los mercados que el caso de Chipre es único y excepcional y todo un año asegurando que la unión bancaria y la posibilidad de que los bancos reciban ayudas directas de los fondos de rescate está en marcha, no se van a tomar muy positivamente la ruptura abrupta de estas señales", explicaron desde el centro de estudios Open Europe, en Londres.
El euro retrocede hasta su nivel más bajo de los últimos cuatro meses
Tampoco hay buenas noticias para Chipre. “El acuerdo es malo para Chipre y para sus ciudadanos”, advirtió Raoul Ruparel, economista de este think tank. A cambio de seguir en el euro, se le condena a renunciar al crecimiento y a automutilar el sistema financiero, añadió. Sin su principal industria y abocado a una austeridad extrema para reducir una deuda pública que acabará en niveles insostenibles, el futuro que le espera es de “un aumento del paro y de más tensión social”, opinó.
En cualquier caso no está claro que, tal y como dijo Dijsselbloem, la vía chipriota esté restringida a un país. “Las informaciones que nos llegan desde Bruselas en los últimos días evidencian que la crisis de deuda soberana en Europa está lejos de solucionarse definitivamente”, sintetizó Julián Lirola, analista de Self Bank.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.