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El acuerdo obliga a Chipre a liquidar su modelo de paraíso fiscal

Las críticas más duras al pacto se oyeron entre los dirigentes del principal partido de la oposición

Luis Doncel
Manifestantes chipriotas en protesta contra el rescate.
Manifestantes chipriotas en protesta contra el rescate.Getty Images

Los chipriotas se fueron a la cama y al levantarse se encontraron con un país distinto al que han conocido hasta ahora. El acuerdo del Eurogrupo, arrancado a dentelladas en la madrugada, supone el punto final al modelo económico de Chipre como centro financiero y paraíso fiscal. Los políticos y ciudadanos recibieron la noticia con una extraña mezcla de alivio por haber evitado el desastre, resignación porque sabían que el castigo europeo era inevitable y convencimiento de que lo que está por llegar es mucho peor.

“Hemos logrado lo mejor posible dentro del peor de los escenarios”, dijo el ministro del Interior, Socratis Jásikos. En la misma dirección, el vicepresidente del partido gubernamental DISY, Lefteris Jristoforu, aseguró que los dirigentes de todos los partidos habían asumido los resultados sin controversias y siendo conscientes del momento que atraviesa el país. “Lo difícil empieza hoy y es a partir de ahora cuando debemos demostrar que somos capaces de sacar lo mejor de nosotros”, añadió el presidente de la comisión parlamentaria de Finanzas, Nikos Papadópulos, del partido socialdemócrata DIKO.

Hemos logrado lo mejor posible dentro del peor de los escenarios

Ministro del Interior, Socratis Jásikos

En la calle, a la que ayer salieron los chipriotas para celebrar los casi dos siglos de independencia griega del imperio otomano, también se oían voces que apelaban a lo complicado del momento, pero la crítica subía algunos decibelios.

“Europa obligó a nuestro presidente a firmar un acuerdo que no nos convenía. Es evidente que estamos siguiendo los mismos pasos que Grecia, pero nadie aprende de los errores ya cometidos”, comenta Theo Stoeeos, un funcionario que camina del brazo de su novia en este día festivo, y que dice estar convencido de que el Gobierno, viendo lo sucedido en otros países ya rescatados, le bajará dentro de poco su sueldo de poco más de 2.100 euros al menos un 10%. “Y eso que hace poco ya me lo redujeron 350 euros”, protesta.

El euro no puede durar. No digo que vaya a desmoronarse mañana, pero con los cerebros que hay en Bruselas es evidente que no va a durar a largo plazo" Arzobispo Chrisóstomos II

Las críticas más duras al pacto se oyeron entre los dirigentes del principal partido de la oposición, los comunistas de AKEL, en el Gobierno hace tan solo un mes. “El acuerdo no solo no ayuda a resolver los problemas de nuestra economía, sino que agrava la crisis y traerá consecuencias muy dolorosas para el país y sus ciudadanos”, aseguraba en un comunicado. El partido que dirigió el país hasta hace tan solo un mes aboga ahora abiertamente por resistirse a “las amenazas” de la troika (Comisión Europea, FMI y BCE) y buscar una solución al margen de Europa.

No son solo los comunistas de AKEL los que se distancian a pasos agigantados del proyecto europeo. Cada vez más ciudadanos consideran que el retorno a la libra chipriota es la única solución. Es muy habitual escuchar conversaciones en las que se recuerda con añoranza la antigua divisa y se dice que el euro, en el que Chipre entró hace cinco años, solo ha traído un deterioro en el bienestar de los ciudadanos. Según una encuesta reciente, dos tercios de los habitantes del país abogan por salir de la Unión Monetaria.

Pero estas ideas no se oyen solo en la calle. El Premio Nobel de Economía Chris Pissarides considera que Chipre debería valorar si le compensa seguir en el euro. Pero este profesor de la London School of Economics cree que este no es el momento para tomar esa decisión, sino que lo urgente ahora es superar esta crisis. “Siempre he sido europeísta, pero lo cierto es que después de lo que está pasando empiezo a pensar que los euroescépticos británicos tienen razón en muchas cosas. La eurozona es un club de iguales. Y uno de sus principios básicos es que los miembros se respetan entre sí. Esto no está siendo así en Chipre”, aseguraba el Nobel a este periódico la semana pasada en un acto organizado por The Economist en Nicosia.

¿Qué efectos cree Pissarides que tendrá el episodio chipriota en la larga crisis del euro? “El problema no es tanto el efecto real en los mercados financieros, como el de la reputación de la Unión Monetaria”, decía el pasado viernes. “Los ahorradores españoles deberían pensarse en serio si sus depósitos más allá de 100.000 euros están seguros. España tiene problemas muy serios”, añadió, tras conocer los detalles del rescate chipriota, en una entrevista a Bloomberg Television.

La Iglesia Ortodoxa también se ha apuntado al carro. “El euro no puede durar. No digo que vaya a desmoronarse mañana, pero con los cerebros que hay en Bruselas es evidente que no va a durar a largo plazo y lo mejor es ir pensando cómo escapar”, dijo el arzobispo Chrisóstomos II, el líder espiritual chipriota que ofreció los bienes de la Iglesia para evitar la bancarrota del país.

Pero no solo abunda el euroescepticismo. En Chipre estos días se nota que hay cada vez más dudas sobre la gestión que ha hecho el país de esta semana de crisis. El ministro del Interior verbalizó este sentimiento que se ha extendido de que quizás no fue muy inteligente el corte de mangas que Nicosia dio la semana pasada a los mismos Gobiernos europeos a los que pedía un préstamo de 10.000 millones de euros para evitar la bancarrota. “El no del Parlamento fue un error. Todo se ha hecho más difícil”, señaló Jásikos al diario Politis. El ministro se refería al rechazo masivo a las condiciones que el Eurogrupo impuso hace 10 días para conceder el rescate: ni uno solo de los 56 diputados votaron a favor, ni siquiera los del partido del presidente que negoció el acuerdo.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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