Los trabajadores de más 50 años conocerán su expectativa de pensión

A partir del año que viene los trabajadores de más de 50 años recibirán carta en la que la Seguridad Social estimará que pensión les correspondería si mantuvieran la cotización y no hubiera cambios en la legislación. Falta precisar bastantes detalles, ha explicado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos. Pero a grandes rasgos su intención es que desde 2014 dispongan de esta información “para que aquellos que todavía pueden tomar decisiones trascendentes para su jubilación [contratar fondos de pensiones], lo hagan”.

Con esta medida, la Seguridad Social cumplirá con una de la previsiones de la reforma de pensiones de 2011. También cumplirá con esta norma, la segunda parte de las intenciones de Burgos: que la carta de la Seguridad Social no llegue solo con la información del sistema público de pensiones. El secretario de Estado prevé que le acompañe también la del sector privado (fondos y seguros de pensiones y planes de previsión social complementaria). Así que está negociando con ellos cómo se hace.

Según ha explicado Burgos en un encuentro organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, la Seguridad Social todavía no tiene decidido exactamente desde qué edad comenzará a enviar las cartas, aunque sí ha adelantado que “será en el entorno de los 50”. Con el tiempo, la intención es que un abanico de gente mayor reciba esta información. Es decir, que vaya alcanzando a los cotizantes de menor edad.

Para informar a los trabajadores de qué pensión les correspondería, la Seguridad Social hará sus cálculos sin tener en cuenta los posibles cambios legales que haya y partirá del supuesto de que se mantiene el nivel de cotizaciones hasta alcanzar la edad legal de jubilación. Por tanto, en realidad, lo que hará la Administración es comunicar una expectativa de pensión que no generará ningún derecho en el futuro. Y esto es precisamente uno de los detalles legales que está puliendo el instituto público: la Seguridad Social no quiere encontrarse con que facilitar la información de la expectativa de pensión futura acabe por transformarse en un derecho consolidado o en una puerta abierta a disputas en los tribunales por eso.

Junto a esta información, Burgos ha reiterado su intención de que sea obligatorio que en las nóminas de los asalariados figure toda la información respecto de sus cotizaciones. Ahora lo normal es que solo figure aquella que corresponde a lo que paga el trabajador, la llamada cuota obrera. Teniendo en cuenta solo la parte destinada a las pensiones, las llamadas contingencias comunes, el empleado paga el 4,7%, y el empresario el 23,6%. En total, ambas partes pagan el 28,3% del salario bruto. No obstante, esta es solo una parte de las cotizaciones sociales. En total, las cuotas de un asalariado con contrato indefinido ascienden al 36,25%, de las que el trabajador paga 6,35 puntos porcentuales.