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Clarton Horn se hace fuerte en La Carolina

La multinacional planea abrir fábricas en Marruecos y China sin perjudicar a la de Andalucía

Ginés Donaire
Una prueba de calidad en el laboratorio de Clarton Horn.
Una prueba de calidad en el laboratorio de Clarton Horn.

El mercado del claxon en la automoción es cosa de la multinacional Clarton Horn desde su planta en La Carolina (Jaén). Con una producción anual de más de 13 millones de avisadores para coches, camiones y motocicletas y un ritmo de crecimiento de casi el 20%, esta firma no solo ha espantado cualquier amenaza de deslocalización, sino que ha afianzado su sede central en el entorno de Despeñaperros y, desde aquí, ha lanzado su proyección internacional por varios continentes.

Fue en 2009 cuando Clarton Horn, una multinacional suiza con una línea de negocio diversificada, asumió la planta de La Carolina de la antigua Robert Bosch (antes Femsa). La empresa es uno de los líderes mundiales en la fabricación de bocinas convencionales y electrónicas —su facturación superó el último ejercicio los 40 millones— y tiene entre sus clientes a los principales fabricantes de coches de primer montaje; entre ellos, Mercedes, Audi, Renault, Volkswagen, Peugeot, Seat, Nissan, Porsche o Citroën.

La dura crisis que está afectando al sector de la automoción en Europa ha obligado a esta empresa a buscar nuevos horizontes. “La crisis en el mercado europeo está llevando a todos los fabricantes a globalizar su producción, y eso nos obliga a nosotros a crecer con nuestros clientes e internacionalizar nuestro mercado”, expone Arnd Karden, director general de Clarton Horn. Así es como la firma carolinense ha abierto delegaciones comerciales en Brasil y Corea (donde ha alcanzado acuerdos con las principales firmas de automoción de ese país), y en breve abrirá una planta satélite en Marruecos.

En 2014 dará el salto a China, donde solo se producirán piezas y donde el empleo no irá más allá del 10% del grupo. “Se trata de ampliar nuestra línea de negocios para ganar más mercados, pero no para sustituir a la producción en La Carolina”, se justifica Karden, que despeja así cualquier amenaza sobre la deslocalización industrial de la compañía, una práctica que sí está afectando a miles de trabajadores de grandes empresas.

La prueba inequívoca de la apuesta de Clarton Horn por su fábrica de La Carolina es el convenio colectivo firmado hasta 2017 y donde la empresa se compromete a realizar inversiones por el 5% de su facturación y al mantenimiento de la plantilla, cifrada en la actualidad en 250 trabajadores. “Es la única empresa de componentes de automoción que no ha hecho ningún ERE”, se felicita Francisco Ferrer, presidente del comité de empresa.

La introducción de nuevas plataformas y un alto grado de automatización son dos aspectos que quiere primar esta multinacional. Actualmente fabrica dos tipos de avisadores en función de la forma de generar el sonido: los avisadores de bocina o trompa y los avisadores de disco o difusor, pudiendo estos ser graves o agudos según su frecuencia. Pero su producto clave son los avisadores electrónicos, innovadores al tener una vida útil ilimitada. Son muy demandados en países como China o India. Este producto supone ya el 30% de las ventas de la compañía. Además, se fabrican módulos de refrigeración, portaescobillas y reguladores.

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