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Orizonia anuncia que Barceló y Globalia se quedarán con una parte de su negocio

La empresa pretende "garantizar la continuidad del mayor número de puestos de trabajo"

Los conglomerados turísticos españoles y de propiedad familiar, Barceló y Globalia, pasarán a controlar dos segmentos empresariales del grupo Orizonia que está en situación de desintegración, por su fracaso económico. La crisis se concretó por la agonía financiera de la empresa tras la decisión de la propiedad, los fondos Carlyle, Vista Capital e ICG Equitye de abandonar la inversión. Orizonia era hasta ahora el tercer grupo de viajes de España. La compañía ha comenzado a dar la orden de mantener cerradas sus agencias de viajes Vibo, para evitar conflictos con los clientes, que han visto cancelados sus viajes.

Los ejecutivos de Orizonia “confían” en que unos 1.500 de los 5.000 empleados podrán mantener su empleo en el traspaso, en la operación de fragmentar la corporación. Barceló está interesada en hacerse con 150 agencias de las 950 de Vibo, además de la actividad de la aerolínea Orbest en Portugal (con 180 trabajadores), mientras que Globalia, de Juan José Hidalgo, quiere el control de la cadena hotelera Luabay, de 11 establecimientos y 700 trabajadores en temporada alta.

La información sobre estos “acuerdos” la trasladó en la tarde de este miércoles Orizonia cuya última comunicación formal, el pasado viernes, fue para anunciar su entrada en preconcurso judicial. La nota señaló que los gestores trabajan en un “plan para garantizar la continuidad del mayor número de puestos de trabajo posibles”. Representantes sindicales reclamaron la presentación de un ERE para poder acogerse a las indemnizaciones y el cobro del paro. El problema es que la compañía tenía en marcha un ERTE, un expediente temporal, y ahora puede encontrar problemas a la hora de convertirlo en un ERE, un expediente de extinción.

Del mismo modo, pese a que la empresa tiene todavía algo de dinero, quizá encuentre problemas para abonar las nóminas: en la caja hay, según fuentes cercanas al conflicto, unos 10 millones de euros, pero están en fondos, por lo que no saben cuándo podrán desbloquearlos. 

Fuentes cercanas a Barceló observaron que existen posibles "preacuerdos". Los dos partes asumen que las compraventas están a expensas de ser ratificadas en firme por los bancos acreedores de Orizonia. Los gestores de la compañía en crisis anticiparon que someterían estos pactos a los sindicatos pero inmediatamente rectificaron la nota y anularon esta referencia.

Tanto Barceló como Globalia compitieron en diciembre de 2012 por hacerse con la propiedad del entramado de marcas y negocios de Orizonia que, en última instancia, rompió su preacuerdo con Barceló para entregarse a los brazos de Globalia. Aquella venta, íntegra, de la corporación que facturó 2.500 millones de euros fue imposible, en parte por la dilación de la autorización de Competencia. Ahora los antiguos licitadores —y competidores en el mercado— se quedan con fragmentos de interés para ellos.

Por otra parte, la compañía Orbest ha comunicado que todas las reservas realizadas a través de su página web para salidas a partir del 20 de febrero 2013 han sido canceladas por la compañía.

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