Sheinbaum responde a Trudeau: “La idea de que a través de México están entrando productos chinos no es correcta”
La presidenta afirma que su intención es mantener el TMEC como un acuerdo regional e insiste en que es benéfico para los tres países de Norteamérica, después de que el primer ministro de Canadá amagara con buscar “otras opciones”
Las dudas del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sobre la permanencia de México y el futuro del TMEC han hecho olas en el país latinoamericano. La presidenta, Claudia Sheinbaum, reiteró que la intención de su Gobierno es que el tratado de libre comercio se mantenga como un acuerdo regional y se lanzó contra las voces que aseguran que la economía mexicana está sirviendo como “puerta trasera” para inundar Norteamérica con mercancías de China. “La idea de que a través de México están entrando productos chinos para llevarlos a Estados Unidos no es correcta”, afirmó en La Mañanera de este viernes. “Lo ideal sería que lo hagamos como un mercado norteamericano unido, pero en función de las decisiones que tome México, tal vez tengamos que buscar otras opciones”, declaró Trudeau un día antes. El mandatario agregó que su Administración “deja todas las puertas abiertas” para defender los intereses de Canadá y se sumó, de forma inesperada, a quienes exigen que las autoridades mexicanas endurezcan su posición respecto a Pekín.
Sheinbaum subrayó que la posición de México sobre la continuidad del TMEC es firme y se mostró extrañada de que el Gobierno canadiense la haya puesto en duda. “Nuestra decisión se conoce”, afirmó la presidenta. “Hay que ver a qué se refería con la decisión de México, pero él sabe que nuestra intención es que siga el tratado”, añadió. La mandataria dijo que los tres socios tienen características complementarias y defendió las bondades de un acuerdo trilateral ante quienes defienden que el pacto se fragmente en acuerdos bilaterales.
“El tratado es muy bueno para los tres países, es muy bueno para Canadá, es muy bueno para Estados Unidos, es muy bueno para México”, zanjó la presidenta. Frente a los cuestionamientos y las turbulencias generadas por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el Gobierno mexicano ha adoptado la estrategia de elaborar documentos de trabajo para demostrar con datos duros los beneficios para Norteamérica. México es el tercer socio comercial de Canadá, sólo después de Estados Unidos y de China, en comercio de mercancías, según cifras oficiales. Y ha mandado otras señales para dar certidumbre a sus socios norteamericanos, incluso desde hace meses. “Nosotros tenemos también nuestro propio programa de fortalecimiento de la economía nacional, de disminución de importaciones, por ejemplo, que vienen de Asia”, declaró Sheinbaum esta semana.
Las declaraciones de Trudeau, que antes había defendido la integración comercial de la región, vinieron acompañadas de muchos matices de cara a la revisión del tratado prevista para 2026. Responden también a presiones internas de sus rivales del Partido Conservador. Los gobernadores de Ontario y Alberta, dos provincias con peso específico para la economía canadiense, han empujado la idea de que mantener la alianza con México beneficia a China y que a su país le conviene mantener alianzas comerciales con socios de características similares, como Estados Unidos. “El primer ministro no está de acuerdo en sacar a México del tratado, me lo comentó muy claramente, y acordamos seguir dialogando”, dijo Sheinbaum el jueves, sobre el encuentro que sostuvo con él en la cumbre del G-20, esta semana en Río de Janeiro. “Ellos tienen también sus propias elecciones pronto, entonces también usan estos temas como parte de la campaña”, agregó.
Los comentarios del mandatario canadiense vinieron horas más tarde. Fueron el primer reconocimiento en público de que se estaban analizando otros escenarios y de que los planteamientos de la oposición estaban permeando en la coalición gobernante, incluso en los más alto del Gobierno. Sin embargo, los cuestionamientos a México sobre China no son nuevos. Sheinbaum dijo que Trudeau le planteó esas mismas dudas durante su reunión el lunes en Brasil. “Me preguntó de una marca de vehículos de fabricación china, que si había una planta en México”, reseñó la presidenta. “Le dije que la única planta de esa marca que hay en Norteamérica está en Pasadena, California, o sea en Estados Unidos”.
Hasta esta semana, sin embargo, no había habido señales de que el Gobierno de Trudeau tuviera reservas sobre la continuidad del tratado. El cálculo político de las autoridades mexicanas estaba centrado en las implicaciones de la llegada de Trump al poder el próximo 20 de enero, como la posibilidad de que se impongan aranceles o la amenaza de una guerra comercial. La respuesta de Sheinbaum se dio en cuestión de horas, bajo la idea de apagar ese fuego lo antes posible y evitar que esas dudas echen raíces. La prioridad sigue siendo que en 2026 se de una revisión y no una renegociación del TMEC. Ahora, las miradas están puestas a lo que pase en los próximos meses, con el anticipado regreso del republicano a la presidencia y la previsión de elecciones para definir la continuidad de Trudeau, que ha gobernado Canadá desde 2015.
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