Oficina mundial de subcontratación
Las plataformas ‘online’ ponen a disposición de las pymes 13 millones de autónomos
Ya no hay excusas para dejar de crecer o de internacionalizarse por falta de medios. Las plataformas online de autónomos forman una oficina mundial con 13 millones de profesionales independientes de unas 600 especialidades que trabajan por horas en casi todos los idiomas. El ahorro de esta contratación supera el 20% sobre la realizada a través de las tradicionales oficinas de trabajo temporal, y la cifra es mucho mayor al hablar de la inversión requerida para iniciar un proyecto, según los propios portales. Un sistema de recomendaciones de los usuarios garantiza la calidad de los profesionales, y varias de las plataformas intermedian en el pago para respaldar la seriedad del trabajo y la seguridad del cobro.
Las pequeñas empresas pueden ser las más beneficiadas de este nuevo mercado de profesionales especializados que pueden contratarse para trabajos muy concretos, incluso de horas. “En las empresas no siempre hay profesionales especializados en todo. Recurrir a estas plataformas permite disponer de perfiles polivalentes en cualquier momento”, asegura Gunnar Berning, cofundador y responsable de Twago.
¿Cómo funcionan?
Subcontratar trabajo en plataformas de autónomos es como una especie de mercado de casación automático que funciona en ambas direcciones. Tanto las pymes como los autónomos pueden ofertar o responder a ofertas.
Quienes demandan deben colgar un currículo minucioso y documentado en las plataformas y estar al tanto de las ofertas de trabajo.
Empresas o autónomos cuelgan las ofertas. Deben ser muy concretas e incluir el tiempo del trabajo y el precio. Están disponibles mientras se casa la contratación, de horas a días. La experiencia de los profesionales y la valoración que reciben de los clientes en el portal es determinante. En ocasiones se busca a trabajadores concretos.
La media de la retribución está en unos pocos cientos de euros, y se paga a la entrega. Cuando se superan los 1.000 euros se puede dividir el trabajo en tramos y el cliente va pagando cada tramo contra recepción. Los portales pueden recibir cada pago antes de que el profesional acometa el tramo correspondiente, como garantía.
En las plataformas hay hasta 600 subcategorías laborales agrupadas en diez grandes grupos, que suelen coincidir entre ellas. Las más solicitadas son las relativas a la digitalización de la actividad económica, sea para vender a través de Internet o para atraer clientes al mercado convencional.
Las especialidades de la categoría de programación (estudios de informática y de telecomunicaciones) absorben la tercera parte de las demandas. El diseño web y diseño gráfico suman otra tercera parte. Algo más del 10% de los trabajos tienen que ver con la redacción y la traducción. Consultoría de marketing y marketing digital suma otro 5%, y el resto está muy repartido entre soporte administrativo, teleformación, coaching, ingeniería y arquitectura, y abogacía.
El sistema abre las puertas a un abanico de posibilidades para crecer, lanzar nuevas líneas de negocio, entrar en otros mercados o salir al exterior. “Tener todo tipo de expertos que trabajan por horas resulta especialmente útil a empresas sin liquidez para acometer nuevos proyectos, porque se minimiza el coste. Y se disminuye el riesgo porque se puede reencauzar un proyecto con expertos de otro tipo y con agilidad”, explica Clive Pembridge, director general de Freelancer.com en España.
La contratación online de autónomos se ha convertido en un sistema laboral flexible que ahorra tiempo y dinero. “Podemos ahorrar hasta la mitad de una inversión tradicional. Mejor es la posibilidad de iniciar un negocio evitando el montaje de rígidas estructuras que puedan quedar ociosas por caída de la demanda, y esto es muy valorado en tiempos de crisis”, puntualiza Berning. Otra ventaja es contar con una red internacional de profesionales que permite acceder a oportunidades de trabajo en sitios remotos. “Se puede encargar un estudio de mercado de un país situado en las antípodas a un consultor que viva allí y abra mercados”, apostilla.
Contratar autónomos por proyectos puede evitar un cierre empresarial. Las estadísticas oficiales indican un aumento constante en el número de empresarios sin asalariados o con trabajadores independientes, que en el último trimestre de 2012 fue del 5,07%. Es la única cifra positiva de ocupados. “Los empresarios pueden mantener una actividad de calidad, lanzar nuevos productos o abrir nuevos mercados basándose en nuestros autónomos especializados que trabajan de forma flexible”, añade Clive Pembridge.
Posibilidades que han disparado la actividad de estas plataformas en España, donde los gigantes internacionales, como Freelancer o Twago, han abierto oficina. Freelancer.com ha elevado el 73% la inversión en subcontratación online por parte de los negocios más pequeños, y un 48% más de nuevas inscripciones de empresarios en 2012, y el crecimiento se agudizará en este año. La alemana Twago llegó a finales de 2010, “vimos un empleo por cuenta propia del 18%, seis puntos porcentuales más alto que en Alemania, y que los jóvenes españoles tienen cada vez más ambición de trabajar con clientes internacionales. España es hoy, junto con Italia, nuestro mercado de mayor crecimiento fuera de Alemania”, dice Berning.
Hay casi una treintena de plataformas, la mayoría se manejan solo en inglés. La idea de tener una de habla hispana provocó el nacimiento de Nubelo. “Queremos ser la referencia en habla hispana para España y Latinoamérica, porque el idioma y la cultura son una barrera importante para trabajar. Internet no entiende de fronteras, pero sí de culturas”, asegura Francisco Font, cofundador y director de Nubelo, que hace pedagogía de este sistema: “Hace falta mucha metodología para hacer una oferta laboral, encontrar a los profesionales idóneos, contratar y trabajar online con éxito”, añade.
Contratar y trabajar a distancia no es cuestión de tamaño de empresa o de sector. Hay ofertas de todo tipo, la mayoría para trabajos que se pueden satisfacer online, como diseñador y programador de páginas web, que son las categorías más demandas en oDesk.com, Elance.com y Freelancer.com, los tres líderes mundiales. “Las pymes deben abrirse a Internet para aumentar sus ventas, y eso multiplica la demanda de expertos en posicionamiento en la Red, diseñadores gráficos, redactores de contenidos para web o desarrolladores de aplicaciones para móviles”, asegura Font.
Las microempresas españolas se reciclan a toda velocidad. Nubelo tiene 8.000 pymes registradas, y la mayoría no supera los 50 empleados. Un ejemplo de éxito es la clínica dental catalana Maxidex, que ha traducido su web al ruso y se está moviendo en las redes sociales profesionales y los blogs de aquel país para atraer clientes. Ha podido hacerlo subcontratando a profesionales rusos a distancia. “Colgamos demandas de todo tipo de pyme, desde hoteles rurales hasta empresas de textil. Yo mismo recibo clases de inglés de una freelancer que está en Argentina, a través de Skype. Me da buen precio”, explica Font, que para lanzar la compañía encargó a este tipo de colaboradores la tercera parte del trabajo. “Internet está desintermediando un mercado más, el de la colocación”, zanja.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.