El beneficio del Santander cae un 59% y vuelve a niveles de 2000
En 2012 ganó 2.205 millones tras dotar 6.100 millones por el ladrillo Banesto y la red española, en números rojos “Estamos cerca de la recuperación”, dice Botín
El Santander, la entidad más valiosa de la zona euro, ha hecho un recorrido completo de sube y baja en la crisis. En 2000 ganó 2.258 millones y el año pasado, 2.205 millones. En medio del ciclo, pasó por la exuberancia como tantas entidades en la burbuja inmobiliaria, aunque el Santander sigue en pie para contarlo. El punto álgido de esta borrachera fue junio de 2008, cuando el presidente, Emilio Botín, declaró: “El Santander aspira a ganar más de 10.000 millones en 2008”. La entidad acababa de lograr 9.060 millones, un podio desde el que se veía todo al alcance de la mano.
Pero llegó el hundimiento de Lehman Brothers, tres meses después de aquellas declaraciones, y el capitalismo se puso al borde del precipicio. Desde entonces los resultados del Santander no han dejado de caer. El diagnóstico del presidente del Santander (“la crisis es como la fiebre de los niños, que empieza muy fuerte y luego se baja”), no fue acertado.
En la rueda de prensa, Botín, con un semblante más serio que en otras ocasiones, ha anunciado que la entidad ganó 2.205 millones en 2012, un 59% menos, tras dotar 18.800 millones a provisiones. De ellos, 6.100 millones fueron a cubrir todo el riesgo inmobiliario y los dos reales decretos del Gobierno del PP. Botín ha augurado: “En 2012 el beneficio ha marcado un punto de inflexión. Este año veremos un fuerte aumento, una vez terminados los saneamientos especiales”. No obstante, en 2013 el Santander aún tendrá que destinar 800 millones al banco malo, el Sareb. Prueba de la confianza en el futuro, el banco ha anunciado que devolverá 24.000 millones pedidos al BCE y se quedará con 11.000 más por si acaso.
Botín ha pedido que no se use el FGD para rescates y que no se cambie la Ley Hipotecaria
El presidente del Santander ha alabado todas las reformas del Gobierno pero le pidió que continúe con otras más y que “no baje la guardia. Vemos el futuro con optimismo, porque aunque 2013 será duro en España, tenemos la confianza de que estamos cerca de un cambio de ciclo”. Hubo dos críticas al Gobierno: el posible uso del Fondo de Garantía de Depósitos para rescatar entidades quebradas o pagar las preferentes. Y también que le ha reclamado que los cambios en la ley hipotecaria fueran “excepcionales y transitorios”. Respecto a la supuesta prohibición para que no se pague más del 1,5% por los depósitos, el consejero delegado, Alfredo Sáenz, lo ha negado, diciendo que “el Banco de España ha alertado” que algunas entidades débiles pagan sobretipos y destruyen capital. Para el resto, nada.
Los resultados de 2012 se han hundido porque se ha juntado la necesidad de fuertes provisiones con la caída de resultados de países clave: Brasil (-15,2%), Reino Unido (-10,5%) y Estados Unidos (-19,7). Estos tres representan el 50% del beneficio. Pese a todo, Botín negó que Brasil esté en caída libre: “Confío totalmente en Brasil porque seguirá haciendo reformas. Está llamado a ser uno de los líderes del mundo”. México fue la noticia positiva (ganó un 8,5% más), pero el grupo ha vendido un 25% del capital de la filial.
El negocio en España también ha ido mal, aunque eso ya se esperaba y este país solo representa el 15% de lo que gana el grupo. Banesto ha perdido 955 millones tras las provisiones, y el negocio en España se quedaría casi a cero, según los cálculos de la entidad, aunque otras fuentes lo sitúan también en los números rojos. Esta situación ha ayudado a impulsar la fusión de Banesto, Banif y el Santander, que se aprobará en marzo.
Tras esta limpieza, el Santander ha reducido de 25.000 millones a 12.500 el riesgo inmobiliario. Ha vendido 30.000 pisos en 2012 con una rebaja media del 51% sobre el valor en libros.
Buena parte de las provisiones han crecido por la morosidad: en el grupo alcanza el 4,54% aunque en la red Santander España sube al 9,65%. El crédito bajó un 7,3% en Santander España y un 10,4% en Banesto. Pero Botín ha insistido: “No se ha cerrado el grifo porque hay liquidez. El problema es que los empresarios no lo piden. No hay demanda solvente”.
Para el presidente del Santander, los bancos dan crédito: “El problema es que los empresarios no lo piden. No hay demanda solvente”
Pese a la que está cayendo, Botín ha anunciado que se repetirá el mismo dividendo, 0,60 euros por acción. Si todos los accionistas pidieran el dividendo en metálico, que es posible, el banco debería repartir más de 6.000 millones. “Habitualmente, el 80% lo cobra en acciones”, ha recordado Botín, así que solo tendrán que entregar 1.200 millones, el 54,5% del beneficio. ¿Es un pago excesivo? No para Botín porque su capacidad para generar beneficios y la solidez del balance se lo permite. Juan Luis García, de Inversis, cree que el Santander puede repartir este dividendo, pero dice que “es extraño porque con la cotización en estos niveles, la rentabilidad será muy alta”. En 2012 llegó al 17,3%.
El fin de semana pasado, Financial Times dedicó un amplio reportaje a la figura de Botín y destacó que su edad, 78 años, es la mayor incógnita y riesgo para la entidad. Con cierta retranca, Botín dijo que tanto él como Sáenz, 70 años, están “a pleno rendimiento” y recordó que “el 98% de los accionistas apoyaron la gestión del banco en la junta. La experiencia es un grado y donde más hay es en el Consejo del Santander”.
Molesto por la corrupción
El presidente del Santander, Emilio Botín, afirmó ayer que los presuntos casos de corrupción política que se han destapado en España son “muy incómodos. No son nada buenos”, pero mostró su confianza en que acabarán en manos de la Justicia. “Contamos con un sistema judicial de máxima calidad y espero que los temas vayan pasando poco a poco por los juzgados, y se vayan solucionando. Al principio parecen un poco exagerados”, dijo. Recordó que también “pasan en otros países”, y preguntado por la posible utilización de Banesto por Luis Bárcenas, extesorero del PP, solo dijo: “No sé nada, pero si lo sabría no podría decirlo. De clientes no hablamos”.
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