La FAO y el PNUMA inician una campaña contra el desperdicio de alimentos
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) han iniciado una campaña mundial para reducir el desperdicio de alimentos por parte de los consumidores, los minoristas y la industria hotelera.
Con esta iniciativa, denominada "Think.Eat.Save" (Piensa. Aliméntate. Ahorra), ambos organismo buscan disminuir los 1.300 millones de toneladas de alimentos que se desechan anualmente en todo el mundo, explicó hoy la FAO, con sede en Roma, en un comunicado.
La campaña "Think.Eat.Save" pretende convertirse, además, en un portal de intercambio de información (www.thinkeatsave.org) para las múltiples y diversas iniciativas en curso en todo el mundo en materia de reducción de desperdicio de alimentos.
Según los datos publicados por la FAO, a nivel mundial, alrededor de un tercio de todos los alimentos que se producen, con un valor de cerca de un billón de dólares, se pierde o se desperdicia en los sistemas de producción y consumo alimentarios.
La organización indicó que la pérdida de comida se produce sobre todo en las etapas de producción -recolección, procesamiento y distribución- mientras que el desperdicio ocurre por lo general a nivel de minorista y de consumidor, al final de la cadena de suministro de alimentos.
"En un mundo de 7.000 millones de habitantes, que aumentarán a 9.000 millones en 2050, el desperdicio de alimentos no tiene sentido ni a nivel económico, ni ambiental, ni ético", aseguró el secretario general adjunto de la ONU y director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner.
Para Steiner, ello lleva implícito, además, la pérdida de toda la tierra, agua, fertilizantes y mano de obra que se necesitan para cultivar los alimentos, así como las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por la descomposición de la comida en los vertederos y el transporte de los productos que finalmente se desechan.
Por su parte, el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, apuntó que en las regiones industrializadas casi la mitad del total de alimentos desperdiciados -alrededor de 300 millones de toneladas al año- se debe a que los productores, minoristas y consumidores desechan comidas que todavía son aptas para el consumo.
"Es más que la producción total neta de alimentos de África subsahariana y sería suficiente para alimentar a los cerca de 870 millones de personas con hambre que hay en el mundo", alertó Graziano da Silva, quien insistió en la necesidad reducir las pérdidas a través de mejores métodos de recolección, procesado, almacenamiento, transporte y comercialización.
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