El Banco de Japón mantendrá contundentes medidas de flexibilización monetaria

El gobernador del Banco de Japón (BOJ), Masaaki Shirakawa, afirmó hoy que el emisor mantendrá fuertes medidas de flexibilización monetaria para impulsar la economía del país, afectada por la caída de las exportaciones y la producción industrial.

"El Banco de Japón mantendrá de manera continuada una flexibilización agresiva a través de combinar unos tipos de interés en el cero virtual y un aumento constante de su programa de compra de activos (principal instrumento para inyectar liquidez al sistema)", detalló Shirakawa en declaraciones recogidas por Nikkei.

El gobernador avisó hoy, durante la reunión trimestral con los gerentes del emisor, del "alto grado" de incertidumbre de la economía doméstica nipona, acrecentada por la crisis de deuda en la eurozona y los efectos negativos de las recientes tensiones con China.

Shirakawa destacó además que el organismo "reconoce que es muy importante para la economía superar la deflación lo antes posible y retomar la senda del crecimiento sostenible con la estabilidad de precios".

En este sentido, desde que el nuevo Gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, llegó al poder a finales de diciembre, una de sus premisas ha sido la de consensuar con el emisor un incremento del objetivo inflacionario hasta el 2 %.

El gobernador del BOJ, cuyo mandato expira en abril, espera no obstante que Japón vuelva a la senda de la recuperación económica moderada siempre que la demanda se mantenga sólida y las economías globales salgan de la fase de desaceleración.

En este sentido, se espera que en la próxima reunión de la junta del BOJ, prevista para los días 21 y 22 de enero, el emisor mantenga su política de estímulo mientras que no se descarta que anuncie un acuerdo a medio y largo plazo sobre los objetivos económicos comunes con el Ejecutivo.

Mientras hoy, las expectativas de nuevas posibles medidas de flexibilización por parte del BOJ impulsaron a la Bolsa de Tokio en la apertura por encima de los 10.900 puntos, su máximo desde abril de 2010.

Además, llevó al dólar a intercambiarse en Tokio en la banda media de los 89 yenes y al euro a la alta de los 119 yenes, lo que beneficia a las principales empresas exportadoras niponas, un pilar que sustenta cerca del 40 % del PIB del país.