Ferrovial pone el foco en el mercado de las autopistas de Estados Unidos
El grupo Ferrovial quiere poner el foco en el mercado de las autopistas estadounidense, un negocio de grandes magnitudes en el que "cada vez hay más estados que abren la posibilidad de licitar proyectos en los que los gestores privados seamos actores principales".
"Estados Unidos es una apuesta para Ferrovial", ha insistido en una entrevista con Efe su consejero delegado, Íñigo Meirás, cuyo grupo ya opera en la actualidad las autopistas Chicago Skyway (en Chicago), la Indina Toll Road (en Indiana) y la recién inaugurada SH130 (en Texas).
El sector privado, asegura Meirás, es ahora capaz de obtener financiación en igualdad de condiciones con la Administración, lo que "ha hecho que la iniciativa privada haya tomado protagonismo en los últimos años" en este tipo de infraestructuras.
Así, recientemente el Estado de Virginia ha adjudicado a Ferrovial, en consorcio con American Infraestructure, el diseño, construcción y financiación de la autopista US 460 por un valor de unos 1.070 millones de euros.
"Creemos que es un nuevo paso en la consolidación en el mercado norteamericano", en el que desde hace pocos años el grupo se ha convertido en "el principal actor" en el sector de las autopistas, ha asegurado Meirás.
La compañía, que ha cumplido 60 años hace unas semanas, tiene una presencia estable en el mercado estadounidense desde hace 8 o 9 años. Allí construye, también en Texas, la autopista North Tarrant Express y la LBJ Express, que se abrirán al tráfico entre 2015 y 2016, ha recordado.
Además de Estados Unidos y a nivel general, Ferrovial apuesta también por mercados como Reino Unido, Polonia o Canadá. "La idea es reforzar nuestra presencia en estos mercados y buscar nuevas oportunidades, intentando crecer más en Canadá o Australia, sin descuidar nuestro mercado natural que es Latinoamérica", ha explicado Meirás.
El grupo Ferrovial tiene "un grado de internacionalización muy importante", ya que hoy en día obtiene "más del 60 % de sus ingresos y beneficios en los mercados internacionales", ha asegurado.
La decisión de salir al exterior, tomada hace 20 años, ha permitido a la compañía soportar la actual caída de los proyectos en España, que marca las peores cifras de su historia, debido a los recortes presupuestarios en medio de la crisis económica.
Es precisamente la mala situación económica que vive el país la que, entre otras causas, ha propiciado las situaciones de insolvencia de seis autopistas de peaje españolas, acuciadas por una deuda de más de 4.000 millones de euros.
Ferrovial, a través de su filial Cintra, participa en el capital de la R-4, que enlaza la M-50 (Madrid) con Ocaña (Toledo), y en la AP-36, que discurre entre Ocaña y La Roda (Albacete), que solicitaron este año concurso de acreedores, con una deuda que en total supera los 1.000 millones de euros.
La compañía está a la espera de que termine el procedimiento concursal, si bien ya ha asumido la pérdida de su inversión en ambas concesiones, ha asegurado Meirás, quien confía en que el Gobierno "tome las decisiones oportunas" al respecto.
Además de las participadas por Ferrovial, también se encuentran en procedimientos concursales la AP-41, que discurre entre Madrid y Toledo; la R-3, entre Madrid y Arganda; la R-5, entre Madrid y Navalcarnero; y la que lleva de Cartagena (Murcia) a Vera (Almería).
Las causas de la situación están claras para Meirás. "La crisis económica ha tenido un impacto tremendo en los tráficos de autopistas", si bien también han afectado las inversiones en vías alternativas, los sobrecostes por las expropiaciones y la incapacidad para refinanciar los préstamos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.