El escritor Willy Uribe inicia 2013 en huelga de hambre por el indulto al gallego Reboredo
El escritor bilbaíno Willy Uribe encara el año nuevo con siete kilos menos por la huelga de hambre que inició hace 21 días para exigir el indulto del extoxicómano David Reboredo, condenado a siete años por intercambiar unos gramos de heroína, pero confiado en que la medida de gracia está "al caer".
En declaraciones a Efe, Uribe ha explicado que no piensa abandonar su huelga de hambre hasta que el Gobierno otorgue el indulto que denegó a Reboredo, pese a que esta protesta, la más extrema que ha emprendido en su vida, le ha robado ya varios kilos y le ha sumido en un estado de agotamiento que no le permite moverse más que "de la cama a la silla".
Uribe (1965), que con su novela "Cuadrante las Planas" quedó finalista del premio Tusquets en 2010, decidió jugarse la salud para pedir la medida de gracia para Reboredo indignado por la "odiosa comparación" de los indultos concedidos al consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, condenado por acusación falsa, y de los mossos d'esquadra sentenciados por torturas.
"Lo que me indignó fue el funcionamiento del sistema, que castiga al humilde y premia al poderoso", confiesa Willy Uribe, empujado a la solidaridad con Reboredo por el recuerdo de numerosos amigos que fueron adictos a la heroína y que le han enseñado lo difícil que resulta abandonar esa droga.
Desde el domicilio de Barcelona en el que permanece en huelga de hambre, el escritor exige no sólo el indulto para Reboredo, sino también que el Gobierno explique los motivos por los que concedió el perdón a los policías condenados por torturas y el anterior ejecutivo aclare los argumentos que le llevaron a dar una medida de gracia al banquero Sáenz.
Reboredo, para cuya petición de indulto se han recogido miles de firmas a través de internet, ingresó a principios de diciembre en la cárcel pontevedresa de A Lama por sendas condenas por intercambio de papelinas de heroína en 2007 y 2009, que en total suman siete años de prisión, tras serle denegado el indulto.
La semana pasada, el Supremo revisó la condena a tres años y medio de cárcel que le fue impuesta en 2007 por tráfico de drogas y la redujo a dos años, lo que no impide que el preso, que está en tratamiento de desintoxicación, tenga que cumplir el resto de la pena impuesta.
Sin ocultar su decepción por el escaso eco que su protesta está teniendo en los medios, el escritor y fotógrafo se muestra convencido de que el indulto para David Reboredo "está al caer" y recuerda que el propio ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, dio su palabra de honor de que revisaría el caso.
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