La banca nacionalizada traspasa al banco malo activos por valor de 37.110 millones
Bankia, NCG Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia trasvasan 36.085 millones en activos Banco Gallego, cuyo principal accionista es CCG Banco, envia otros 1.025 millones a la entidad El Ministerio de Economía prevé que el organismo aglutine en torno a 50.000 millones de activos
Desde el pasado día 23 de diciembre los comunicados han llegado como un goteo. La banca nacionalizada ha firmado ya sus acuerdos con el banco malo, la Sareb, para traspasarle sus activos tóxicos. En total, los cuatro bancos participados por el Estado —Bankia, la gallega NCG Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia— han transferido a este organismo 36.084,6 millones de euros en activos en total, con el objetivo de sanear sus balances. Al total, habría además que sumar otros 1.025 millones de euros en activos cuya transferencia comunicó Banco Gallego, que aunque no está directamente nacionalizado, su principal accionista es NCG Banco.
Bankia, la entidad más grande de las nacionalizadas, es también la que más activos traspasa a Sareb: 22.318 millones
Según las previsiones del Gobierno, en febrero el banco malo tendrá en total unos 55.000 millones en activos, cuando el resto de entidades también hagan sus trasvases, aunque es solo una estimación que podría variar, ya que para las nacionalizadas Sareb había estimado 40.000 millones en total, y la cifra ha terminado siendo un poco inferior.
NCG Banco ha sido el último en anunciar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que traspasa 5.096,9 millones en activos. La operación de las cinco entidades, aunque ya se ha firmado, no será efectiva hasta el próximo 31 de diciembre. La transmisión de estos activos y créditos ligados al ladrillo se realizará a cambio de bonos emitidos por la Sareb y que cuentan con la garantía del Estado español.
Bankia, la entidad más grande de las cinco, anunció hace unos días que transferirá activos por valor de 22.317,7 millones de euros, de los que 2.850 millones proceden de su matriz BFA y el resto de Bankia, con lo que se erige también como la nacionalizada que más activos traspasará al banco malo. Catalunya Banc traspasará 6.708 millones, Novagalicia Banco 5.097 millones y Banco de Valencia 1.962 millones.
El contrato de transmisión de activos a la Sareb suscrito por la banca nacionalizada contempla que antes de que acabe 2012 la sociedad firmará contratos para acordar los términos de la suscripción y el desembolso de dichos valores de renta fija.
Un paso más en la reestructuración
Las pruebas de resistencia que aplicó a la banca la consultora Oliver Wyman a petición del Ministerio de Economía determinaron la casilla de salida de la reestructuración bancaria. En aquellos exámenes se determinaron las necesidades de capital que tendría cada banco en diferentes escenarios económicos. Además, las entidades quedaron encajadas en un grupo (se estipularon cuatro grupos), según la hoja de ruta que debían cumplir.
A cambio de los activos, Las entidades recibirán bonos emitidos por la Sareb que cuentan con la garantía del Estado
Las nacionalizadas, todas dentro del grupo 1, se establecía que debían sanear sus balances, para lo que recurrirían al banco malo. Este organismo, según las previsiones del Gobierno, aglutinará cuando acabe el proceso de transferencia, en febrero, unos 55.000 millones en activos tóxicos. La mayor parte de esta cantidad llega de las nacionalizadas, a las que se les compran los activos a precios distintos, según la situación o la antigüedad de los mismos.
Por regla general, según explicó Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España y presidente del fondo de rescate, el FROB, deben vender los inmuebles adjudicados con un descuento medio del 63% sobre el valor bruto en libros (las viviendas nuevas, con una rebaja del 54% y el suelo, del 79,5%). Los créditos tendrán un recorte medio del 45,6%. No obstante, no hay precios cerrados.
Una vez realizadas las transferencias de las entidades nacionalizadas, llegará el turno de las que están en el grupo 2, aquellas que han recibido ayudas públicas, pero no están en manos del Estado. Estas entidades, para llevar los activos tóxicos a Sareb, requerirán una nueva ampliación de capital y la emisión de nueva deuda subordinada.
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