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Los consejeros de Bankia acusaron al auditor de no prevenirles del desfase

Los consejeros: “En 18 meses, nadie nos informó de objeciones o salvedades” Goirigolzarri: “Es atípico formular cuentas sin el informe de la auditora”

El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato en una jornada financiera en 2010.
El exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato en una jornada financiera en 2010.CLAUDIO ÁLVAREZ

Las actas de los consejos de administración del Grupo BFA-Bankia, a las que ha tenido acceso EL PAÍS y que obran en el sumario abierto en la Audiencia Nacional para investigar si hubo estafa en la gestión de esa entidad, revelan el aparente desconocimiento que tenía la inmensa mayoría de los consejeros de los agujeros que sufría el banco. Los miembros del Consejo de Administración de Bankia acusaron al auditor, Deloitte, de no haberles informado de posibles objeciones. Este replicó que ya había lanzado una advertencia en octubre de 2011 a la Comisión de Auditoría.

Lo que sigue es el resumen de las actas de los consejos de administración del grupo BFA-Bankia desde el 23 de abril, el penúltimo presidido por Rodrigo Rato, hasta finales de junio, cuando el nuevo equipo toma definitivamente las riendas de Bankia.

» Abril de 2012. Todo va bien. En abril de 2012, antes de la dimisión de Rodrigo Rato y de la nacionalización de Bankia, el presidente de la entidad explicaba a los consejeros que el Banco de España había aprobado su plan de recapitalización, que la entidad iba a cumplir con todos los requisitos legales de provisión de fondos que habían fijado las autoridades españolas y europeas y que la morosidad estaba ligeramente por debajo de la media del sector.

Todo iba viento en popa el 23 de abril, cuando se celebró ese consejo de administración. Solo 14 días después, Rato presentó su renuncia y los consejeros empezaron a conocer los números reales que hacían tambalearse a Bankia.

» Nuevo equipo, ajustes patrimoniales. 9 de mayo. El sucesor de Rato, José Ignacio Goirigolzarri, en su primer consejo de administración, el 9 de mayo de 2012, dio la palabra al consejero delegado Francisco Verdú, quien tras aludir al informe de auditoría pendiente sobre las cuentas de 2011, ya advirtió que “pueden existir ajustes en el patrimonio de BFA [la matriz de Bankia], como consecuencia del deterioro producido en la valoración de Bankia”, y que tal problema “no tiene su origen en la gestión del banco, sino que existen o son anteriores a la constitución del banco o resultado de cambios regulatorios”.

Deloitte dijo que advirtió del posible desfase antes de la salida a Bolsa

» “Primera noticia que tenemos de la problemática”. Varios consejeros (Mercedes de la Merced, Estanislao Rodríguez-Ponga y Francisco Baquero) solicitan que conste en acta su protesta: “Esta es la primera noticia que tenemos sobre la problemática explicada por Verdú sobre el problema del informe de auditoría”. Verdú recoge el guante: “Los consejeros responsables han tenido conocimiento de las cuestiones planteadas por el auditor en fechas recientes”. El consejero Jorge Gómez (PSOE) manifiesta entonces su perplejidad: “Yo creía que el Banco de España había aprobado el plan de refuerzo presentado por el banco”. Parece referirse al plan entregado al Banco de España el 4 de mayo de 2012 y que, en contra de lo difundido, ni dio por recibido formalmente ni llegó a discutir el organismo supervisor.

» “Nunca hubo objeciones ni salvedades”. Consejo 28 de mayo. La bronca sobre el papel de la auditora crecerá en siguientes consejos de administración de BFA. El 28 de mayo, las cuentas del grupo cambian por completo. Donde el equipo de Rato anunció oficiosamente beneficios de unos 300 millones en el ejercicio de 2011 ahora se aprobaban pérdidas por 3.318 millones y además se reclamaban ayudas públicas por 19.000 millones para evitar la quiebra de la entidad.

En esa reunión, el consejero José Rafael García Fuster, miembro de la comisón auditora, realiza un duro alegato: “Nunca a lo largo de los últimos 18 meses se ha expresado por parte de la empresa auditora ninguna objeción ni salvedad, ni tampoco por el interventor general del banco; se nos ha comunicado siempre que el grupo Bankia había superado las sucesivas exigencias de capitalización impuestas por el Banco de España; los mismos altos directivos del grupo Bankia siempre han documentado y subsiguientemente recomendado las decisiones que, en materia de salida a bolsa, formulación y hoy reformulación de cuentas ha ido tomando este consejo. Con la confianza que me han inspirado los profesionales antedichos, cómo íbamos a dudar de la verosimilitud de sus actuaciones. Las distintas sesiones que con la empresa Lazard hemos mantenido y siempre seguido sus reflexiones y sugerencias acerca de la oportunidad y el precio de la acción de la salida a bolsa”.

» Goirigolzarri: “Lo atípico es formular cuentas sin borrador de auditoría”. El presidente Goirigolzarri, tras recordar que había habido un cambio en el equipo de gestión del banco, lanzó una diplomática crítica a sus antecesores al destacar “lo atípico de la formulación de cuentas anuales sin disponer de borrador de informe de auditoría”.

Francisco Celma, socio auditor de Deloitte, aclara que las cuentas que se presentan ese día “son las únicas sobre las que se ha manifestado Deloitte” y que es la primera vez que se pone a disposición de los consejeros el borrador del informe.

Diversos consejeros cuestionan cómo las cuentas han sido reformuladas. Ricardo Romero de Tejada (PP) señala que Deloitte ha venido desde hace años fiscalizando las cajas y su proceso de integración y, sin embargo, considera que los criterios para reformular las cuentas son “totalmente discutibles”. Romero de Tejada cuestionó los criterios seguidos por Deloitte para determinar los desfases contables de Bankia. Celma (Deloitte) respondió que los criterios que siguió “son conocidos por todos los expertos financieros”. Y manifestó que “las normas internacionales de contabilidad establecen claramente un umbral del 40% en el deterioro del valor de las participaciones, a partir del cual es necesario registrar un impairment (deterioro del valor de los activos)”. Celma se refería a que Bankia estaba valorada en 12.000 millones en las cuentas de BFA mientras en Bolsa valía alrededor de 3.000 millones en aquel momento. Esa enorme diferencia de valor depreciaba los activos de BFA y propiciaba la necesidad de reclamar multimillonarias ayudas públicas.

» Deloitte: “Información sobre el deterioro previa a la salida a Bolsa”. En ese momento de la tensa reunión, Celma (Deloitte) aseguró: “Este extremo (el deterioro de los activos) fue puesto de manifiesto en una reunión previa a la salida a Bolsa con los bancos de inversión que asesoraron en el proceso”. Sin embargo, en el folleto de salida a Bolsa, en el que Deloitte repasa la situación de la entidad, no figura ningún problema patrimonial. Aparentemente, la afirmación del auditor de Deloitte, Celma, significaría que los asesores de la salida a Bolsa conocieron previamente el riesgo de desfase patrimonial que tenía BFA (la entidad propietaria de Bankia) y que era fácil que salpicara a su filial.

Las explicaciones del responsable de Deloitte a los miembros del consejo de administración de BFA son claves para determinar si los bancos de inversión que asesoraron la salida a Bolsa de la entidad conocían los problemas contables que, tarde o temprano, podrían afectar a la cotización, como así ha sido finalmente.

Varios consejeros abundaron en que nunca fueron informados de discrepancias entre el auditor y la sociedad a la hora de formular las cuentas de 2011 y ello a pesar de de que el auditor supervisó la fusión y la salida a bolsa.

El 27 de junio de 2012 se repite el escenario. Son varios los consejeros que se quejan de desinformación sobre la marcha y valoración de Bankia. Mercedes de la Merced (PP) manifiesta su “sorpresa por la valoración comunicada cuando, con carácter previo, desde la dirección del banco se trasladó una imagen totalmente diferente sobre la situación del mismo. Entiende que la anterior dirección debiera haber comparecido para dar explicaciones”.

"El plan de Rato nunca se discutió"

El pasado 7 de agosto, el Banco de España remitía un escrito al juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Bankia en el que se desmarcaba de uno de los elementos clave usados por el entorno del expresidente, Rodrigo Rato, en defensa de su gestión: su plan de saneamiento de la entidad presentado el 4 de mayo de 2012 era bien visto por el supervisor. En el Congreso, Rato admitió que ese plan "nunca fue aprobado" a pesar de un "intenso intercambio de opiniones", en el que el grupo incorporó "todas las sugerencias" del Ministerio y el Banco de España.

Pero el Banco de España, en su respuesta al juez, despachó en un renglón con cierta displicencia el plan de saneamiento: “Se adjunta como anexo 7 el plan alternativo que informalmente Rodrigo Rato remitió al Banco de España con fecha 4 de mayo 2012. Este plan nunca llegó a discutirse, al presentar aquél unos días después, el 7 de mayo de 2012, su dimisión como presidente del grupo”.

El informe que presentó “informalmente” Rato contenía varias decenas de folios con las múltiples variables que presentaba el último cartucho presentado para sanear dicho banco y que reclamaba otros 7.000 millones adicionales de ayudas públicas. Previamente, Bankia había solicitado y recibido 4.465 millones de euros de ayuda en diciembre de 2010. Rato dimitió de Bankia justo cuando había ofrecido al Banco de España cumplir una de las exigencias que le hizo tal institución en su última inspección, en septiembre de 2010. El Banco de España le exigió: “Resulta recomendable un consejero delegado del sector bancario en la medida que la estructura actual de directores generales adjuntos en torno a un presidente ejecutivo con un perfil no bancario no ha dado buenos resultados.” Rato ofreció inútilmente ya justamente eso en su plan de saneamiento: “Clara separación de roles presidente-consejero delegado dejando claras las funciones del consejero delegado en el negocio y la gestión diaria de la entidad”.

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