La CNMV prohíbe las apuestas bajistas en toda la Bolsa hasta el 23 de octubre
Las autoridades españoles e italianas toman medidas para atajar la volatilidad en los mercados La prohibición ya estuvo en marcha entre agosto de 2011 y el pasado febrero para la banca La medida aplaca las fuertes caídas en la Bolsa y saca al Ibex de mínimos desde 2003 La prima de riesgo marca máximos sobre los 640 puntos básicos por las dudas sobre España
La crisis ha parido un nuevo dogma: comprar un activo esperando que su precio suba es invertir —aun a riesgo de que se constituya una burbuja— y venderlo confiando en que su cotización caiga es especular. El miedo casi atávico a los fondos de alto riesgo o hedge funds ha llevado a la Comisión Nacional del Mercado del Valores (CNMV) a prohibir por segunda vez en menos de un año la realización de apuestas bajistas en todos las compañías cotizadas en Bolsa. El veto, que entró en vigor con carácter inmediato, se extenderá por un periodo de tres meses.
“La situación de extrema volatilidad que atraviesan los mercados de valores europeos, podría perturbar su ordenado funcionamiento y afectar al normal desenvolvimiento de la actividad financiera”, explicó la CNMV. “En estas condiciones resulta preciso revisar la operativa de los mercados de valores con el fin de asegurar el mantenimiento de la estabilidad financiera”, añadió. La prohibición de las apuestas bajistas se comunicó una hora después de que el supervisor bursátil italiano (Consob) anunciara una medida similar. Sin embargo, en el caso de Italia la restricción afecta solo a las compañías del sector financiero (bancos y aseguradoras) y su vigencia será de una semana.
El anuncio de ambos supervisores tuvo un efecto inmediato en las Bolsas de Madrid y Milán, que corrigieron en gran medida las fuertes pérdidas que acumulaban en las primeras horas de la sesión. El Ibex 35 llegó a desplomarse un 5,4%, tocando mínimos de 10 años, y al cierre la caída se limitó al 1,1% ya que muchos hedge funds tuvieron que cerrar precipitadamente sus apuestas bajistas. La operativa en corto consiste básicamente en pedir prestadas acciones de una compañía a cambio de una comisión y por un plazo determinado. El inversor que las toma prestadas prevé que su precio caiga y las vende en el mercado con la esperanza de recomprarlas más tarde más baratas apuntándose la diferencia.
La medida estará vigente en España hasta el 23 de octubre pero en Italia caduca el viernes
El 11 de agosto de 2011 la CNMV adoptó la primera prohibición respecto a las inversiones en corto. Sin embargo, las diferencias con el veto de ayer son significativas. En primer lugar, el organismo que preside Julio Segura siempre ha defendido que la efectividad de esta medida es mayor cuanto más países intervengan de forma coordinada. Mientras hace un año el veto a las apuestas bajistas la tomaron al unísono España, Italia, Francia y Bélgica, ahora solo los dos primeros han recurrido a esta arma defensiva y no con la misma potencia de tiro.
La segunda diferencia se refiere a los valores afectados. Mientras que en 2011 la restricción se limitaba solo a las compañías del sector financiero, ahora se extiende a todas las empresas cotizadas. “La prohibición cautelar afecta a cualquier operación sobre acciones o índices, incluyendo operaciones de contado, derivados en mercados organizados o derivados over the counter [no regulados], que suponga crear una posición corta neta o aumentar una preexistente, aunque sea de forma intradiaria. Se entenderá por posición corta neta aquella que resulte en una exposición económica positiva ante una caída del precio de la acción”, reza la nota de la CNMV.
Cuando hace un año se vetaron las apuestas bajistas el periodo de vigencia inicial de la medida era de 15 días. Sin embargo, el plazo se fue extendiendo y la prohibición no se levantó hasta el 16 de febrero de este año ya que la volatilidad en los valores afectados (los bancos) “había remitido”.
El supervisor bursátil analizó el impacto del veto y su eficacia. El resultado que obtuvo de este estudio no le dejó muy satisfecho con la medida que ahora ha vuelto a aplicar. En mayo pasado Segura presentó en el Congreso el Informe Anual de la CNMV. Durante su discurso dedicó parte del tiempo a explicar las conclusiones que se habían extraído con la prohibición de los cortos. “La medida contribuyó a reducir los indicadores de riesgo de crédito y la volatilidad de los precios de las acciones afectadas. No obstante, estos efectos estabilizadores se circunscribieron básicamente a las entidades de tamaño medio, no afectando prácticamente a los grandes bancos, y tendieron a diluirse tras unas semanas de vigencia de la prohibición. Por otra parte, el veto llevó aparejados algunos efectos adversos persistentes, en términos de una menor liquidez y volumen de negociación, lo cual incidió negativamente en la calidad del funcionamiento del mercado”, dijo.
Las posiciones bajistas afectan a 45 valores españoles, según los últimos datos registrados en la CNMV. Estas apuestas equivalen a un valor de mercado de 2.313 millones de euros. Las posiciones cortas más elevadas con relación al capital social se dan en Indra (el 10,5% está en manos de los cortos), Bankinter (6,1%), Banco Popular (5,9%), Abengoa (5,5%) y Mediaset (5,5%). La mayoría de los especuladores son hedge funds británicos y estadounidenses. En el mercado se cree que los prestamistas de las acciones son en muchos de los casos accionistas estables de las compaías (fondos) que cobran intereses superiores al 7% por ceder sus acciones durante varias semanas.
Desde la oposición, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, había pedido esta misma mañana recuperar la prohibición. "Los ataques de los especuladores en bolsa en pocas horas permiten pingües beneficios", ha explicado el líder socialista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.