Morgan Stanley gana la mitad

Las cuentas del segundo trimestre están echadas en Wall Street. Todos los grandes bancos, salvo Wells Fargo y Bank of America, vivieron una moderación en el beneficio por la tensión en los mercados derivada de la crisis europea y el impasse fiscal en EE UU. Pero en el caso de Morgan Stanley, el último en presentar las cifras correspondientes a este periodo, la cosa fue bastante peor que en las casas de sus rivales.

La entidad que dirige James Gorman registró una fuerte caída del beneficio con respecto al segundo trimestre de 2011 y ha pasado de ganar 1.221 millones de dólares a 563 millones. “La incertidumbre global sigue siendo un obstáculo”, dice el ejecutivo al hablar del rendimiento de la compañía. No caen solo las ganancias. Los ingresos bajaron en el mismo periodo de 9.200 millones a 6.950 millones de dólares.

Morgan Stanley fue una de las firmas más castigadas durante la crisis financiera por la pérdida de confianza de los inversores. Las dudas siguen ahí. Durante el segundo trimestre, el banco de inversión tuvo la oportunidad de espantar los fantasmas al ser la encargada de dirigir la colocación de Facebook en el Nasdaq. Pero el estreno más esperado de un valor tecnológico se tornó en fiasco.

Gorman insiste en que la entidad está bien posicionada para el éxito y que en el trimestre ha habido áreas donde se han realizado progresos. También vende que sigue siendo la primera firma del mundo en el negocio de la banca de inversión, por delante de Goldman Sachs. Pero admite al mismo tiempo que sus clientes son más cautos en este clima de incertidumbre financiera y económica.

Comparando con sus rivales de Wall Street, JP Morgan Chase registró una caída del 5% en el beneficio trimestral, mientras que en el caso de Citigroup y Goldman Sachs el retroceso fue del 12%. Wells Fargo fue la excepción porque su unidad de banca es inferior y se ve menos expuesta a la volatilidad. El banco de San Francisco marcó un beneficio récord, tras mejorarlo en un 17% comparado con 2011. Por último, Bank of America salió de pérdidas en el segundo trimestre, aunque su resultado de 2011 tuvo que afrontar cargas extraordinarias.