“En España los políticos no entienden el poder económico de la cultura”

Jesús López comenzó su carrera en sellos locales como Movieplay o Hispavox, pasó 11 años en BMG y desde 2001 es el primer ejecutivo de Universal Music Latinoamérica y Península Ibérica. Con sede en Miami, es responsable de la multinacional en los territorios de habla hispana y portuguesa en todo el mundo. Y también del éxito internacional de artistas como Juanes, Paulina Rubio, Enrique Iglesias, David Bisbal, Luis Fonsi y Wisin y Yandel, y por traer a Universal a artistas de alto calibre como Rosario, Alejandro Fernández y Alejandro Sanz.

Pregunta. Con la fusión de Universal y EMI, tres grandes discográficas (la nueva empresa, Sony, Warner) se van a repartir el mercado. ¿No es demasiada concentración?

Respuesta. Es un tópico que las multinacionales acaparan el mercado. Sucede al revés. Está creciendo el segmento de los independientes. Y la prueba es que el mayor éxito del momento, Adele, está en manos de independientes.

P. La asociación de independientes critica que Universal controlará un 40% del negocio.

R. Para empezar, no se puede medir una cuota de mercado en sitios donde la piratería representa un 98%, como es el caso español. Incluso solo teniendo en cuenta el mercado legal, nuestra cuota no superará el 30% de producto propio.

“Cultura cree que se trata de un gasto, en lugar de una inversión”

P. ¿Cómo va al proceso de fusión?

R. Estamos en fase de alegaciones y se espera el dictamen para principios de septiembre. Nuestro objetivo final es tener masa crítica para invertir en artistas, en repertorio. Como lo hemos hecho para lanzar a David Bisbal, a Juanes, a Luis Fonsi o a Enrique Iglesias.

P. La comisión dice que hay peligro de que fijen las condiciones del mercado digital.

R. Es absolutamente imposible influir en esos precios. Por ejemplo, quien fijó la política de venta de música de Apple y su iTunes fue Steve Jobs.

P. ¿Es el mercado digital y el streaming como Spotify la salvación de las discográficas?

R. La mayor dificultad hasta ahora es que con algunos artistas no teníamos los derechos para ese mercado. Hemos tenido que renegociar muchos contratos. Eso nos ha hecho parecer lentos en lo que llaman el cambio de modelo de negocio. Ahora somos los que más licencias otorgamos. Y Universal es la que más ha hecho para que plataformas piratas como Baidu o Taringa se hayan convertido en legales. El digital es una parte del negocio.

P. En España, ni siquiera el digital salva las cifras de ventas.

R. Ningún político español ha entendido el poder económico de la cultura. Tenemos un mercado potencial de 500 millones de consumidores y si les vendemos cultura luego les podemos vender aceitunas y vino, y todo lo demás. En en el PIB sueco ha habido años en los que las ventas de Abba en el exterior representaban más que las de Volvo. Aquí hasta el Ministerio de Cultura piensa que es un gasto, algo que hay que subvencionar porque si no nadie iría. Y es justamente lo contrario. Es una inversión. Algo en lo que hay que invertir para que retorne en bien de la economía.

P. O sea, que los artistas españoles ayudan a superar la crisis.

R. Artistas como Alejandro Sanz generan muchos millones de dólares como marca para España. Se crean puestos de trabajo directos e indirectos con los conciertos, atraen divisas de los derechos de ejecución pública. Lo que no puede ser es que España gaste 25 millones en el Rock & Río y que los conciertos los cierren Lenny Kravitz, Maná o Red Hot Chilli Pepers. ¿No somos capaces de desarrollar un producto propio? Lo tuvimos y lo perdimos porque nadie va a invertir en un mercado que no te asegura el retorno.

P. ¿Y qué le piden las discográficas al Gobierno?

R. No queremos subvenciones. En su día pedimos el IVA reducido como el cine o los libros. Y no solo nos lo negaron, sino que ahora me temo que nos volverán a castigar en la nueva subida del IVA. Si se invierte en cultura, ese dinero va a retornar. Este no es un problema de Wert [ministro de Cultura], sino de Guindos [Economía].

P. Internet nos ha acostumbrado a consumir música gratis.

R. Eso de que todo es gratis es un eufemismo. Tú compras el ordenador o el Iphone y pagas el ADSL todos los meses. La música o el cine tampoco es gratis, lo que ocurre es que te la descargas porque te estás aprovechando de una situación de indefinición legal. Si nos tomamos la cultura en serio lo primero tenemos que hacer es promulgar una nueva ley de Propiedad Intelectual adecuada a los tiempos.

“Precisamos una ley de propiedad intelectual adecuada a nuestro tiempo”

P. Otros dicen que el problema no es la ley, sino su incapacidad para adaptarse.

R. Nos hacen parecer policías, pero nadie quiere meter en la cárcel a nadie, ni recibir dinero de multas. Queremos que se conciencien y compren la música a precio de mercado. Unos prefieren pagar 99 céntimos por una canción, o 9 euros por un CD, y otros no pagar nada y escucharlo en streaming con anuncios. Hay quien opta por el soporte físico. Incluso el vinilo o los CD en edición de lujo.

P. ¿Y la ley Sinde-Wert no es suficiente?

R. Es suficiente para la indefinición que había en ese momento, pero insuficiente para la realidad del mercado. Pero como comienzo es el mejor paso que se podía dar. La primera consecuencia es que hemos salido de la lista negra de la piratería de EE UU.

P. Pero las discográficas, al menos en España, han perdido varios juicios por piratería.

R. Cometimos el error estratégico de no escuchar al consumidor. Por ejemplo, cuando se perseguía a los manteros, que son el último eslabón, los esclavos de los que se lucran con la piratería, que es contra quienes hay que ir. Como el dueño de Megaupload. Cuando le ves, ahí, multimillonario, ¿cómo justificas la piratería?

P. ¿Y el nuevo canon digital?

R. El canon digital no es justo. Si en vez de eso, nos hubieran dado el IVA reducido estaríamos mucho más felices.

P. La música ¿no acabará en manos de los nuevos jugadores como Apple o Google?

R. Apple ha inventado unos aparatos maravillosos para llenarlos de música. Y Google, también se ha dado cuenta de que no basta con comprar YouTube, que tiene que generar contenidos o está acabado. Por eso ha pasado de ser nuestro enemigo número uno a sentarse a la mesa a hablar.

P. ¿Qué le parece el papel de la SGAE?

R. La gestión de la SGAE ha sido nefasta en los últimos cinco años. Se contagió de la burbuja inmobiliaria y se puso a comprar teatros. Ha venido al crash y ahora tiene un problema muy serio, con una deuda de 120 millones y activos tóxicos. Pero cinco años no deben empañar cien años de buen funcionamiento.

P. ¿Los artistas no deberían vivir de sus conciertos?

R. Siempre han vivido de ellos y no de los discos. La diferencia es que ahora el negocio discográfico en España mueve 357 millones cuando en 2001 eran 600 millones. Podemos volver a esas cifras si apostamos por repertorio y artistas. En EE UU, los que llenan los estadios son sangre fresca como Lady Gaga, Rihanna o Taylor Swift. En España no pasa porque llevamos 20 años en el todo vale, y nadie protege los derechos de propiedad intelectual, y se han cargado el tejido productivo. No tenemos un marco seguro para capitalizar nuestras inversiones, ni que nos proteja de la piratería, y las discográficas invierten más en otros países.