La venta de viviendas cae al nivel más bajo desde el estallido de la burbuja

La esperanza de que los precios bajen más, el elevado desempleo y las dificultades para conseguir una hipoteca han llevado al mercado de la vivienda a un mínimo histórico. La venta de pisos cayó un 5,7% en el primer trimestre del año respecto a idéntico periodo del año anterior, hasta 70.228 operaciones, según el Ministerio de Fomento. Se trata del volumen de compraventas más bajo desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, en 2008.

Lejos quedan aquellos trimestres en los que se vendían hasta 250.000 vivienda al trimestre. Las transacciones registradas entre enero y marzo pasado suponen también la peor cifra registrada desde 2004, año en el que arranca la serie estadística, y muestran las dificultades que están teniendo promotoras, bancos y particulares para deshacerse del stock. Y para venderlo tuvieron que bajar los precios de media otro 7,2% durante ese periodo.

La vivienda nueva es la que más sufre: las ventas caen un 32,7%, con lo que solo una de cada cuatro pisos que se venden es de estreno. Los inmuebles de segunda mano repuntan un 9,1%. En el conjunto de las transacciones, los descensos más pronunciados se registraron en País Vasco (28,7%), Cantabria (28,4%), Navarra (23,1%) y La Rioja (22,3%). Las compraventas subieron sobre todo en Aragón (21,2%), Cataluña (17,7%), Canarias (10,9%) y Ceuta y Melilla (10,2%).

Ni el IVA reducido (4%) para la vivienda ni la recuperación de la desgravación por compra en la renta de 2011 han servido hasta ahora para reactivar el mercado. Los expertos consideran que la incertidumbre económica, el elevado desempleo (en el 24%) y las dificultades para obtener financiación frenan el mercado. Además, los potenciales compradores están esperando a que los precios caigan más, arrastrados por las nuevas exigencias de capital a la banca introducidas en las reformas financieras.

Pese a que la economía española está en recesión y la banca al borde del rescate por su elevado nivel de activos inmobiliarios, el precio de la vivienda se resiste al desplome. Desde el pico que alcanzaron en el primer trimestre de 2008, que puso fin al largo espejismo de la bonanza inmobiliaria, la caída acumulada de los precios han sido del 22% en términos nominales (27% en términos reales), según los datos del Banco de España. En ese periodo, la inversión en vivienda ha recortado su peso en el PIB desde el 12,5% a menos del 7% en 2011.

Con o sin crisis, hay una tendencia que no cambia: las viviendas protegidas (tienen un precio tasado y contemplan ayudas para las familias de rentas más bajas) suponen menos del 10% de las operaciones (8,8% del total, es decir, 6.182 transacciones).

Los compradores extranjeros residentes en España compraron poco más de 8.000 viviendas, casi un 20% más, sobre todo en la costa y las islas (Alicante, Málaga, Santa Cruz de Tenerife, Barcelona y Baleares).