La Bolsa cierra con una leve alza y la prima se relaja tras la reunión del G-7

El optimismo que ayer se asentó en los mercados se ha prolongado en la jornada de hoy, acentuado tras la reunión de los países del G-7, que han expresado su compromiso por trabajar conjuntamente en la resolución de los problemas de España y Portugal.

El Ibex ha empezado el día con un alza del 0,8% y, salvo una momentánea caída en números rojos, ha cerrado en 6.267,8 puntos, lo que supone un avance del 0,45% respecto a su cierre anterior.

Gamesa (+8,62%), Sacyr Vallehermoso (+6,91%) y FCC (+3,77%) encabezan las ganancias de la jornada. Por el contrario, OHL (-2,13%), Mapfre (-1,2%) y Endesa (-0,97%) son los valores con más pérdidas.

La atención de los mercados se ha concentrado durante buena parte del día en la convocatoria extraordinaria de una reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-7 (que agrupa a las que, hasta la reciente irrupción de China y Brasil, eran las siete mayores economías del mundo: Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Alemania, Francia e Italia).

Según el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, que ha presidido la reunión -celebrada por teleconferencia-, en ella se trató el "avance hacia una unión financiera y fiscal en Europa" y se acordó vigilar los acontecimientos estrechamente. El ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, ha señalado tras el encuentro, según recoge Reuters, que los líderes de los principales países europeos aseguraron que afrontarán "los problemas con responsabilidad, incluida España". "Les hemos pedido que tomen un paso tras otro para aliviar la ansiedad, no solo la nuestra, sino también la de los mercados", ha Azumi.

La prima de riesgo, diferencial de rentabilidad entre el bono español a 10 años y el equivalente alemán, que ha oscilado durante todo el día en torno a los 520 puntos básicos, ha llegado a caer hasta 505 puntos básicos por la tarde, aunque ha terminado el día en 510.

El euro, sin embargo, sigue cotizando en niveles mínimos de dos años. Hoy ha llegado a caer hasta hasta 1,2410 dólares, tras iniciar el día en 1,2499, nivel en el que se situaba de nuevo hacia el final de la jornada europea.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha irrumpido en escena con unas declaraciones realizadas a Onda Cero en la que ha afirmado que, con la prima de riesgo sobre los 500 puntos, el Estado tiene "un problema a la hora de financiarse y no tiene abierta la puerta de los mercados". El desafío, ha añadido, ahora "es abrirla y parte de la llave la tienen las instituciones europeas"

El titular de Hacienda no ha precisado la cantidad que necesitan las entidades para recapitalizarse ni se ha pronunciado sobre los 40.000 millones de euros en que el presidente del Banco Santander, Emilo Botín, calcula esa necesidad. "El problema es de dónde sacarla, pero no son cifras inalcanzables ni estamos ante un drama preescrito. Son cifras accesibles, pero las instituciones europeas deben ponerse en marcha y facilitar los procedimientos para que tengamos una unión bancaria europea", ha insistido.

El ánimo de los mercados ha dado un vuelco desde que la semana pasada empezara a vislumbrarse una posible salida a la crisis de la banca española, necesitada de fondos para sanear sus carteras crediticias, infladas tras la orgía inmobiliaria de la década pasada. La solución podría venir de un recurso directo de las entidades al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate para países en dificultades que entrará en vigor el próximo 1 de julio.

La Bolsa española se ha desmarcado hoy, como ayer, de la alemana, dos jornadas en las que la Bolsa de Londres ha permanecido cerrada (hoy Reino Unido celebra los 60 años de reinado de Isabel II) y, por tanto, los volúmenes de negociación son inferiores a lo habitual.

Fráncfort ha finalizado el día con una leve caída del 0,15%, afectada por los indicadores que confirman la caída de la actividad en China (ayer se conoció un retroceso del índice de gestores de compras PMI no manufacturero en mayo), la vulnerabilidad del crecimiento en Estados Unidos (caída inesperada de los pedidos industriales en abril anunciada ayer por el Departamento de Comercio) y la fragilidad de la economía europea. París ha cerrado con una subida del 1,07% y Milán del 0,63%.

Hoy se ha conocido el índice PMI Compuesto de actividad total (sector manufacturero y servicios) de la zona euro que elabora la firma Markit, que cayó en mayo hasta 46, frente al 46,7 registrado en abril, el mayor retroceso registrado por este indicador desde junio de 2009.

Según Chris Williamson, economista jefe de Markit, "no sería sorprendente ver una contracción del PIB de la zona del 0.5% en el segundo trimestre del año, aunque podría verse un declive más fuerte si el dato del mes de junio es decepcionante".

Todas las miradas se vuelven ahora hacia Fráncfort, donde mañana se celebrará la reunión mensual del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) y la posterior rueda de prensa del presidente de la institución, Mario Draghi.

El banco central ha hecho oídos sordos a quienes le han pedido una intervención más directa en la crisis bancaria española y ha dejado claro que su misión no es resolver los problemas de solvencia de las entidades.

No obstante, sí que puede actuar para garantizar la liquidez del Eurosistema y en esa línea de actuación puso en marcha dos tandas de préstamos a tres años y al 1% -los pasados diciembre y febrero- que inyectaron un billón de euros en las entidades de la eurozona (españolas e italianas, las principales beneficiarias). Se trata de operaciones de financiación a largo plazo (Long Term Refinancing Operations, LTRO) que no se espera que se repitan a menos que arrecie aún más la tormenta sobre la deuda soberana, en particular la escalada de la prima de riesgo española, que la semana pasada marcó un máximo histórico al tocar 547 puntos básicos. El rendimiento del bono a 10 años llegó al 6,6%.

Aunque casi todas las previsiones anticipan que tipo de interés de referencia se mantendrá en el 1%, también hay especulación sobre la posibilidad de que el BCE desempolve su programa de compras de activos (Securities Markets Programme, SPM), puesto en marcha en 2010 y que lleva inactivo desde hace meses.