Ordóñez adelanta su salida tras las desavenencias con el Gobierno
El gobernador anuncia su decisión tras la negativa del PP a que comparezca en el Congreso El Gobierno nombró el viernes a Linde para preparar su aterrizaje al frente del supervisor
No ha sido una cohabitación fácil, sino todo lo contrario. Para el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez, la llegada del Partido Popular al Gobierno, en diciembre pasado, supuso un aislamiento que fue tornándose en enfrentamiento más o menos larvado. El supervisor, que había formado parte del Ejecutivo socialista, no mantuvo buena sintonía con el ministro de Economía, Luis de Guindos, que ha terminado casi prescindiendo del Banco de España para auditar al sector. Además, en los últimos días, el PP le ha hecho responsable único de la caída de Bankia.
Pese a todo, la noticia de que Ordóñez adelantaba su marcha causó este martes enorme sorpresa y cierta inquietud entre las entidades financieras, que consideran que "no es una buena noticia para los mercados". El gobernador afirmó en un comunicado que se reunió con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y le transmió su intención de adelantar la fecha de su cese al próximo 10 de junio, un mes antes de que acabe oficialmente su mandato (12 de julio).
El Banco de España explicó que tras el 11 de junio (fecha de recepción de los planes de reestructuración de las entidades financieras) comenzará una nueva etapa en la que habrá que tomar decisiones "muy importantes", como la aprobación de dichos planes y los trabajos relacionados con las evaluaciones de las consultoras privadas (Oliver Wyman y Roland Berger) sobre el sistema bancario.
Si permaneciera en la institución hasta que finalizara su mandato, Fernández Ordóñez explicó que solo dispondría de un mes para tomar estas decisiones, por lo que cree que "la mejor" decisión para la institución y para su sucesor es que pueda incorporarse el 11 de junio y participar plenamente en estas decisiones.
El actual gobernador añadió que, tras la aprobación por el Consejo de Gobierno de las cuentas del Banco de España, la liquidación del Presupuesto y la presentación del informe anual la próxima semana ante el Consejo de Gobierno se cierra un periodo de cinco años y once meses al frente del banco emisor. Según el comunicado oficial, Rajoy entendió que la decisión de Fernández Ordóñez favorece una transición "ágil y eficiente" en el puesto del gobernador, y servirá para que el Banco de España siga aportando su "conocimiento y profesionalidad" en la resolución de los problemas de la economía y del sistema bancario. Según diferentes fuentes, la conversación fue cordial y amable por ambas partes.
El Gobierno elige, el Rey nombra
El gobernador del Banco de España, que preside el Consejo de Gobierno y la Comisión Ejecutiva de esta insitución, "representa al Banco legalmente ante aquellas instituciones y organismos internacionales en los que está prevista su participación". Este es, según la normativa del organismo, el papel que hasta ahora tenía Miguel Ángel Fernández Ordóñez y que, a partir de 11 de junio, tendrá su sucesor. Al gobernador lo nombra el Rey, a propuesta del presidente del Gobierno. Su mandato tiene una duración de seis años, sin posible renovación, aunque la edad máxima para tener el cargo es de 70 años, por lo que también cambiaría el titular si supera esta edad antes de la finalización del mandato.
Pese a estas buenas palabras, los encontronazos con el Gobierno de Rajoy han sido importantes. Hace dos semanas, Ordóñez pidió acudir al Congreso a explicar su papel en la reestructuración del sistema financiero. El PP lo ha impedido y este martes se conoció el veto definitivo a esta petición. El Gobierno consideraba que tenía más posibilidades de perder que de ganar con las declaraciones de un supervisor airado, cuando todavía permanece abierta la crisis de Bankia.
Además, Ordóñez y Guindos mantienen importantes discrepancias sobre la velocidad y la forma en la que se ha abordado el proceso de integración de las cajas. Por eso, Economía decidió pilotar el proceso de fusiones de entidades, un hecho insólito en España, que supuso un desaire para los funcionarios del organismo público que lo consideraron una injerencia en su labor. Después llegó la elección de dos consultoras para analizar el riesgo inmobiliario de la banca y tres auditoras para saber si el sector tiene morosidad oculta. Ambas decisiones han provocado que la moral de los inspectores atraviese sus peores momentos.
Con este mal ambiente dentro y fuera de la institución, Ordóñez decidió este martes dejar su cargo en 10 días. Uno de los detonantes, según fuentes consultadas, ha sido la carta que los inspectores enviaron hace días a Rajoy. En ella criticaban el papel de los consultores y auditores, pero también lanzaban dardos contra el gobernador. Pidieron al presidente que "inicie las acciones precisas para proceder al urgente relevo de los dos órganos rectores unipersonales del Banco de España". Es decir, pidieron la salida de Ordóñez y el subgobernador, Javier Aríztegui, que este martes no presentó su renuncia. Entre los inspectores se considera que el gobernador podía haber dejado su cargo en enero para que la reforma financiera la llevara una persona afín al PP "porque se ha visto que Ordóñez ha sido un obstáculo en un momento clave de la crisis".
"El Gobierno considera que Ordóñez ha sido lento e indeciso en abordar la reforma financiera y prescindió de él. Pero lo malo no fue eso, sino que terminó por dejar de lado a todo el Banco de España, haciendo daño a una institución clave nacional e internacionalmente, para el sistema financiero", critica un alto ejecutivo bancario que pide el anonimato.
No obstante, cabe recordar que la primera reforma del sector, que supuso exigir 50.000 millones de provisiones a las entidades, se hizo siguiendo los cálculos del Banco de España.
Son muchos los nombres que han sonado para suceder al actual gobernador, aunque en los últimos días ha cobrado fuerza el de Luis Linde, que el pasado viernes fue nombrado nuevo consejero de la institución por su acreditada experiencia en el sector financiero. Linde, de 67 años, entró así en el consejo del Banco de España, pero no en la comisión ejecutiva, donde se llevarán a cabo los nombramientos teniendo en cuenta los pactos que han regido hasta ahora. El problema de Linde es que solo podría ser gobernador hasta los 70 años. Si luego nombrara a su sustituto el PP, se garantizaría una persona afín hasta el año 2021.
Fernando Becker, Antonio Sáinz de Vicuña e incluso Manuel Pizarro, han sido otros de los nombres que ha salido en las quinielas para este cargo.
Guindos avanzó el pasado lunes que tiene los candidatos a próximos gobernadores y subgobernador en la cabeza, y que le trasladará su propuesta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que será quien decida. Dejó claro que ambos cargos deben tener una cualificación profesional absoluta, a escala nacional como internacional, y carecer de involucración política.
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